El anuncio de la cancelación de los contratos de promesa de compra de los terrenos donde se construye un “relleno sanitario” en Haina, es un indicio de que la empresa Tratamientos de Residuos Sólidos (Tresa), responsable de las operaciones de este millonario proyecto ve alejarse las expectativas de instalar en este municipio.
Acciones judiciales; reclamos que llegaron hasta el despacho del actual ministro de Medio Ambiente, quien respondió con una suspensión provisional de la licencia ambiental, así como el recurso de anulación definitiva de la señalada autorización, interpuesto por la Asociación de Industrias de Haina, ha resultado ser un muro de contención para la aprobación de un proyecto cuyas virtudes y defectos pocos conocen.
De lo que no hay dudas es de la expresa decisión de cancelar todos los contratos de promesa de compra de tierras para construcción del relleno en los desamparados. Esa decisión está contenida en cuatro acuerdos de terminación de contratos de alquiler por alegada causa de fuerza mayor que impide continuar las actividades que dieron lugar a los contratos dejados sin efecto “Relleno Sanitario”.
Hablemos más llano, la principal gestora del proyecto de relleno sanitario ha dicho al tribunal de tierras de San Cristóbal que terminaron antes de tiempo los contratos de arrendamientos de las tierras de los desamparados porque están impedidos de continuar la construcción del “Relleno Sanitario”.
Dada esta noticia, generamos algunos cuestionamientos y reflexionamos: aparte de las demandas en anulación de la familia de los Santos; de los bien logrados esfuerzos de la sociedad civil; del recurso de anulación de la licencia ambiental arriba mencionado. ¿Qué otros obstáculos habrían encontrado estos inversionistas?
La decisión de suspender la licencia ambiental fue con el objetivo de realizar vistas públicas para que la población conociera el proyecto. Pocos hemos tenido acceso a esta iniciativa, se comenta tras bastidores que apenas las autoridades municipales conocen con detalles la forma en que se realizaría.
Mientras tanto, podemos decir que “Haina triunfó”, aunque me sigue inquietando la suerte que habrá de correr el problema del manejo de la basura y la contaminación ambiental que es el que más le cuesta al municipio. Los constantes incendios no han cesado producto del pésimo manejo del vertedero que nos afecta desde hace años.
De acuerdo a certificaciones que nos hiciera llegar el ayuntamiento de Haina el pasado 28 de enero, el gasto en recogida de basura representa cerca de (RD$3, 000,000.00). En los primeros 100 días de la actual gestión, esa cifra se elevó a un poco más de (RD$3, 600,000.00), producto de un remozamiento del vertedero que requirió el alquiler de equipos pesados, compra de combustible, contratación de una brigada especial y adquisición de camiones para recogida de basura.
No se vislumbra una solución definitiva para el tratamiento de la basura en Haina, a pesar de que cursa en el congreso un proyecto de ley para el manejo de residuos sólidos en el que se plantea como solución definitiva la habilitación de rellenos sanitarios, plantas biomasa y clasificadoras de basura.
Haina triunfó, lo que resta es seguir aspirando a que encontremos la solución a este flagelo social y ambiental por encima de los intereses de unos pocos.