Cuando hablamos de una arquitectura solar todos llegamos a la conclusión, con sincero convencimiento, de que el aprovechamiento de este recurso (la energía solar) es uno de los grandes aliados que puede tener la arquitectura.

Luego, cuando pasamos a su implementación, mucho de ese convencimiento, con suerte, se queda en algunos casos anecdóticos de aprovechamiento pasivo en algunos casos, térmico en otros, y fotoeléctrico en algunos otros. Incluso cuando insistimos en el tema encontramos cierto nivel de escepticismo, en sectores de nuestro amplio campo profesional, lo que nos lleva inevitablemente a un cuestionamiento propio, a preguntarnos a nosotros mismos ¿qué se nos está escapando  en el análisis?

Veamos. El sol que puede llegar a emitir una radiación más de 60 millones de W/m2 (en números gordos), parte de la cual nos llega a nuestra atmósfera  terrestre (a unos 150 millones de Km,   hablando en números gordos) y nos proporciona unos 1350 W/m2 de irradiancia (conocida como constante solar y también expresada aquí en números gordos).

Si acudimos a varios de los autores de referencia, en cuanto al tema de la energía solar,  vemos que de media, se establece una pérdida de 70% a 80% de los referidos 1350 W/m2. Estos mismos autores de referencia también nos hablan, tomando un poco el camino del medio, de que un día despejado, al mediodía, se puede llegar a alcanzar un valor máximo de 1000 W/m2 de irradiancia, evidentemente esto puede variar, como en efecto ocurre, dependiendo de la latitud del lugar, siendo este último valor muy propio de zonas mediterráneas subtropicales o lo que es lo mismo latitudes entre los 30º a 40º para ambos hemisferios.

Algunos conceptos

Ya sea para abordarlo en próximas entregas de nuestra columna, o simplemente para refrescar la memoria del lector interesado, nos gustaría definir muy brevemente conceptos como la constante solar, la irradiación y la irradiancia.

La constante solar, como ya hemos adelantado es la irradiancia recibida, perpendicularmente en el exterior de la atmósfera (los 1350 W/m2, con variaciones de ± 3%). La irradiación es la cantidad de irradiancia recibida en una unidad de tiempo para una superficie (Wh/m2). Finalmente la irradiancia es una magnitud, y se describe como la radiación en superficie y  como potencia instantánea (W/m2).

Pero…¿Que hace la arquitectura con todo esto?…Vitruvio, en el primer siglo de nuestra era nos decía, con respecto a los edificios,  algo así como: “…estarán dispuestos adecuadamente si se han tenido en cuenta ante todo las orientaciones y las inclinaciones del cielo en el lugar donde se desea construirlos; porque no deben ser construidos de la misma manera en Egipto que en España, ni de la misma forma en el reino de Pont que en Roma, y así siempre en razón de los países, porque hay algunos que están próximos al curso del Sol, y otros alejados del mismo, y otros que se encuentran entre ambos extremos…”

Seguiremos sobre el tema…