La consolidación de un modelo regional en la República Dominicana ha sido una tarea pendiente que no ha podido materializarse a pesar de varias iniciativas que han procurado alcanzar este objetivo por más de cincuenta años.
Entre los antecedentes más relevantes se encuentra la propuesta de regionalización presentada en la década de los sesenta la Oficina Nacional de Planificación (ONAPLAN), ante la “…necesidad de descentralizar ciertos deberes y responsabilidades… de los asuntos de la nación” (Santoni 1966); planteando tres (3) regiones. Sin embargo la misma no pudo materializarse, ya que esta propuesta “no alude a ninguna estructura de planificación y/o gestión de carácter regional; solo se propone un centro regional que albergue a las sectoriales del gobierno central, para ejecutar lo que se planifique a nivel central.” (Yunén 2010). A principios de la década de los ochenta ONAPLAN presenta una nueva iniciativa que asume el mismo marco conceptual y los criterios que se habían plasmado en la propuesta de Santoni de 1966; la cual adquiere un mandato legal, expresado a través del Decreto 2465-81 en donde se mantiene el esquema de las tres (3) regiones y se reduce el número de sub-regiones a siete (7); por medio de esta propuesta solo se intento identificar territorios para distribuir administrativamente las sectoriales del gobierno.
Durante el periodo gubernamental 2000-2004 se aprobaron dos decretos orientados a la planificación y la delimitación regional; a principio del mandato se promulgó el Decreto Núm. 685-00 que crea e integra el Sistema Nacional de Planificación y la Descentralización, estableciendo una estructura administrativa y definiendo nueve (9) regiones de desarrollo. A través de sus considerandos se indica “…resulta urgente definir ámbitos territoriales comunes y órganos de desarrollo regional que garanticen la participación activa de los grupos organizados de las diferentes regiones en el proceso de formulación de planes, programas y proyectos”
Sin embargo cuatro años después el Presidente de la nación firmo el Decreto 710-04 que modifica el Artículo 46 del Decreto No. 685-00, estableciendo una nueva regionalización compuesta por las siguientes diez (10) Regiones de Desarrollo y al mismo tiempo adopta la delimitación realizada por Santoni (1966) al establecer las macro regiones, a los fines de definir las grandes políticas territoriales.
El recuento histórico presentado evidencia la necesidad de una voluntad política para establecer una Ley que garantice el cumplimiento de todo el Estado sin importar los cambios gubernamentales; un marco legal que no solo delimite el territorio nacional en regiones, sino que defina el propósito de esta división, el alcance de la regionalización y las funciones de una estructura de planificación y coordinación en la región en representación de todos los sectores gubernamentales.
Ante la posibilidad de establecer un nuevo modelo regional en la Republica Dominicana sustentado en el mandato Constitucional establecido en el Articulo 196 el cual considera la región como “la unidad básica para la articulación y formulación de las políticas públicas en el territorio nacional” y ante el compromiso asumido por el Estado en la Estrategia Nacional de Desarrollo de diseñar, aprobar y aplicar un marco jurídico que determine las regiones únicas de planificación (Ley 1-12. Art. 32); el momento es propicio para reflexionar sobre estos procesos con el fin de construir un marco legal ajustado a las necesidades de la nación dominicana.
La consolidación de un modelo regional único garantiza la articulación de las políticas estatales, como elemento catalizador de las inversiones públicas y privadas en el territorio. De igual manera permite desconcentrar el gobierno central con el fin de acercar el oído a las necesidades del pueblo y accionar con mayor rapidez ante las demandas de la población y de sus municipios. Finalmente, la definición de este nivel sub-nacional, propicia el desarrollo endógeno, potencializando las oportunidades internas de las distintas regiones y fortaleciendo el desarrollo nacional a través de las complementariedades entre los distintos territorios.