-Dedicado a mis cómplices de la escritura creativa de «VOSNEIBA» , la Regional de Educación y «Tierra Blanca», en Neiba- (2/de 3).

Asumir el compromiso de enfocarse hacia la búsqueda del sujeto creativo, se puede hacer desde diferentes vertientes del saber, cual que sea, amerita de políticas de Estado enfocadas de manera precisa y objetiva, a la construcción de una ciudadanía democrática, pensansante, razonable, crítica, imaginativa y propositiva.

Hay diferentes vías que nos pueden situar en el horizonte deseado para esa búsqueda humanística y patriótica, ya sea desde los espacios áulicos o fuera de ellos. En este caso, propongo hacerlo desde la lengua, teniendo como actividad central la escritura creativa.

El hecho de asumirlo desde la escritura creativa, nos proporciona la oportunidad de "jugar con la palabra" y de dibujar con, y, desde el pensamiento, los mundos posibles que soñados tener "aquí y ahora".

La escritura creadora, como apuesta de libertad del pensar y del imaginar, ha de inducir al sujeto a autodescubrirse y a empoderarse del poder que posée y que, hasta ese momento, no sabía que tenía. Una vez descubierto ese poder que proporciona la lengua, el imaginar y el pensar, hay que organizarlo, darle sentido sistémico, para dirigirlo hacia el hecho creativo.

Una vez que ya estamos en el hecho creativo, entonces procedemos a deslindar las configuraciones tangibles e intangibles para iniciar el acto creativo, ya sea desde la poesía, desde el cuento, desde la novela, desde el teatro, desde los títeres, desde los trabalenguas, las retahilas o desde cualquier otra vertiente que implique la presencia del abordaje estético-creativo.

La creatividad es una capacidad que le es inherente al ser humano. Esa capacidad, como les decía anteriormente, puede ser desarrollada o puede ser opacada, mutilada o cercenada en cualquier circunstancia. Lo ideal es desarrollar esa capacidad creativa en los sujetos y, más que desarrollar esa capacidad, hay que saberla desarrollar.

Saber desarrollar la capacidad creadora de los sujetos, implica la aplicación de métodos y técnicas que contribuyan a crear nuevas realidades. Conlleva a ser novedosos. El sujeto novedoso se adueña de su imaginario y del imaginario de los otros.

El sujeto creativo ha de ser distinto y distintivo. Debe saber leer y escribir sobre el aire. De no saber hacer eso, hay que habilitarlo para que aprenda a leer y a escribir en el aire. Cuando ya el sujeto se sienta con la facultad de hacer eso, se asombrará y sentirá su cambio espiritual.

Luego, hay que poner al sujeto a volar…desde un punto virtual, mental o imaginario… hacia la inmensidad…con una brújula fija: El mundo de estético, teniendo como base de traslación la magia de la palabra, el misterio del discurso…el poder de la lengua.

Es aqui donde entra, entonces, la labor del guía, del facilitafor y/o del orientador. No es suficiente ser "profesor" para desarrollar potencialidades creativas en los sujetos. Se necesita de la entrega y la complicidad del "MAESTRO" para establecer un vínculo de imaginación de creatividad con el otro, con los otros.

En esa apuesta creativa es donde ha de sostenerse un activo proceso de complicidad, un compartir de saberes y de creación, entre el maestro, orientador, guía o facilitador y el sujeto
que está inmerso en la escritura creativa.

Debo de aclarar que, para ser creador, no necesariamente, el sujeto debe "escribir" o "saber escribir", sino que le es suficiente con pensar y con saber pensar, para imaginar. Al imaginar…el sujeto creativo, debe imaginarse a él, a sí mismo, desde la pluridimensional perspectiva del acto creador.