Dado el avance inexorable del tiempo y ya a las puertas del 2020 se plantea un nuevo escenario de reducción de GEI (gases de efecto invernadero) relacionado con el parque edificatorio y de cara al 2030. El 30 de mayo de 2018 se aprobó, por el Parlamento Europeo,  la Directiva (UE) 2018/844  por la que se modifica la Directiva 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética de los edificios y la Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética.

En esta nueva normativa comunitaria, que a su vez se extrapola a las normativas de los países miembros de la UE, se establecen unos supuestos de reducción de emisiones que,  a la velocidad que vamos avanzando como gaseadores colectivos en esta parte del mundo (el autor escribe desde Madrid), se presentan como un verdadero desafío que linda la frontera entre lo realista y lo fantástico. Para el 2030 el nivel de emisiones de GEI debe suponer un 40% menos que en 1990.

Entre los considerando de la Directiva 2018/844  se establece un compromiso por parte de los estados miembros de la UE, en el que se debe plantear desde ya un sistema energético que a la vez que competitivo debe ser sostenible y por demás descarbonizado de aquí a 2050. Para ello el tema del parque edificatorio, responsable del 36% de todas las  emisiones de CO 2 de la Unión debe ir más allá de una eficiencia energética a cuenta y cargo de la piel del edificio.

De la lectura del siguiente fragmento del considerando 7 de la referida Directiva, que transcribimos a continuación, se puede entender que si más de la mitad del consumo de energía depende del nivel de confort de los usuarios ¿cabría cuestionar los usos y costumbres de los mismos a la hora de proyectar las soluciones que en cuanto a eficiencia energética se deben tomar?

7) “…Teniendo en cuenta que casi el 50 % del consumo de energía final de la Unión se destina a calefacción y refrigeración, de la cual el 80 % se consume en edificios, la consecución de los objetivos de la Unión en materia de energía y cambio climático está relacionada con los esfuerzos de la Unión para renovar su parque inmobiliario priorizando la eficiencia energética, aplicando el principio «primero, la eficiencia energética» y estudiando el despliegue de las energías renovables.”

Pensamos que la respuesta a nuestra pregunta es un rotundo sí, pero también diríamos que tanto como lo es de rotundo lo sería de condicionado; y lo condicionaríamos a los factores constructivos, a los que la Directiva da un protagonismo pero repartido con los sistemas activos y estudiando el despliegue de las renovables. Esto nos lleva nuevamente a otro sí, del que hemos venido escribiendo en las semanas anteriores, el “¡…Sí a las renovables en la arquitectura!”

Sin salirnos aún de estos oportunos considerandos, en una parte del número 9,  nos encontramos con una declaración de intenciones, como muchas de las que contienen las normativas, en la que se plantea un claro modelo de negocio, para aquel que quiera y se atreva; evidentemente con el apoyo o visto bueno de los administraciones nacionales:

9) “…definir acciones específicas y mensurables y promover un acceso igualitario a la financiación, en particular para los segmentos del parque inmobiliario nacional con peor rendimiento, para los consumidores que sufren pobreza energética, para las viviendas sociales y para las familias que se enfrentan a dilemas causados por la contraposición de incentivos, teniendo en cuenta al mismo tiempo la asequibilidad…”

Nosotros, aunque no nos mueve el dinero como primera motivación, si somos conscientes que en estas cosas, como en todo en la vida,  el tema económico es disuasorio de manera positiva y negativa, por eso vemos o proponemos cuando menos tres posibles modelos de negocio y sus posibles promotores u ofertantes:

  • La financiación de las mejoras energéticas (Entidades financieras, administraciones locales)
  • El desarrollo e implementación de sistemas renovables de bajo coste ( empresas con base I+D+i , administraciones nacionales y/o locales)
  • La ejecución de trabajos de rehabilitación energética y/o reformas que optimicen rendimientos ( Empresas de construcción y administraciones nacionales y/o locales)

Hasta la próxima…