(Re-edición de un artículo escrito hace dos años atrás)
Dice un refrán que a la distancia todo se magnifica. Especialmente los sentimientos. Esto lo digo ya que me paso horas leyendo las noticias, viendo videoclips en YouTube, Twitter y siguiendo en vivo los todo lo relacionado con mi país (ahora con el DICAN, Quirino, etc.). A veces de aeropuerto en aeropuerto y con muchas horas de diferencia con Republica Dominicana.
Ver (¡y oír!) como ha sido sancochada por nuestros representantes en el congreso la Ley de Partidos ha sido un espectáculo deprimente y triste pero que su vez provoca enojo, ira, desesperación, frustración. El camino ancho hacia una narco-economía y un narco-estado, ha sido servido en bandeja de plata. Por un instante ya no los veía como racionales seres humanos, como los supuestos servidores públicos que son, educados y académicos. No. Por un momento solo percibí un sucio y barato circo y quienes estaban sentados en los bancos ya no eran personas. Eran lobos, monos y serpientes pero con saco y corbata.
Y es obvio que si seguimos así, gobernados por mercaderes de pasiones y corrupción, nuestro país no tiene ya futuro. Esto debe y tiene que cambiar. Y claro, mientras se pueda, por la vía democrática… si es que todavía se puede. El futuro es funesto, oscuro, siendo manejado por un laberinto de hombres sin escrúpulos.
Cuando el hoy líder supremo de nuestro país era candidato a la presidencia tuve el placer, por insistencia de algunos allegados, de reunirme con el por un buen rato. Con sensible interés me preguntó sobre mi experiencia en el Medio Oriente y sobre los modelos económicos de la región. Especialmente Dubái donde resido por motivo de mi trabajo. Quedé en prepararle un “paper” el cual nunca llegué a desarrollar. Me parecía que no era el momento lógico de hacerlo. Le interesaba saber detalles sobre los pilares donde este modelo de crecimiento se sustentaba.
Obvio que este medio tampoco es el espacio para hacerlo pero algunas apreciaciones son interesantes, guardando claro la distancia ya que Dubái, como parte de los Emiratos Árabes Unidos, así como otros países del Golfo, es una monarquía, su sistema de gobierno es tribal y muchas decisiones se toman luego de escuchar el formal consejo de los ministros del gobierno. Son simples puntos de vista, muy personales, y sin alto rigor académico, pero aquí van:
- La visión de desarrollo ha sido a largo plazo. Cuando encontraron petróleo, de inmediato y siguiendo el modelo de Suecia, crearon un fondo permanente de reservas para el desarrollo. No lanzaron el dinero por la ventana. Si esta estrategia la comparamos con la de Nigeria (con US$30 billones al año por ingresos petroleros) o Venezuela entenderán lo que expreso. Pensaron en los próximos 50 años.
- La prioridad ha sido desarrollar una infraestructura que le permitiera un desarrollo sostenible. Sabían desde el primer día que el petróleo no era para siempre. Por lo tanto, infraestructuras como la turística, telecomunicaciones, medicina, entre otras por igual, fueron desarrolladas como máxima propiedad. Dubái es el sueño de muchos turistas del siglo XXI. El metro, uno de los más modernos del mundo, fue construido 30 años después de la decisión de construir el Dubái que hoy existe. Por igual han desarrollado una de las líneas aéreas más grande del planeta. 70 millones de personas cruzan por el aeropuerto de Dubái cada año.
- Han protegido la inversión extranjera y le dieron le bienvenida a empresas de capital mixto. Hoy por hoy Dubái esta considerado como uno de los 5 centros financieros mundiales mejores estructurados del mundo. Es también un modelo bastante avanzado de Zonas Francas. Sus puertos, extraordinarios. Microsoft, Oracle, CNN, Google, Facebook, etc. tienen operaciones en Dubái.
- Sus habitantes están primero. El desarrollo de hospitales, carreteras y la vivienda es espectacular. El 20% del PIB está destinado a la educación. Alrededor del 50% del PIB al gasto social. Sus nacionales podrían ser subvencionados por el gobierno para estudiar hasta el límite académico que aspiren. Las mejores universidades del mundo tienen campus en la región. Su principal problema es el agua pero con sus plantas de desalinización del agua del mar resolvieron el problema. En una región donde no hay ríos ni lagos sino arena y vientos a sus ciudadanos no les falta la luz y el agua. Teniendo petróleo, hace ya mas 10 años que buscan y prueban diversos modelos de energía alternativa. Sin contaminación.
- La Seguridad Judicial y Social es Extraordinaria. Los contratos se respetan. La corrupción se castiga muy duro, a los ladrones se les imponen duras penas, los violadores de menores son ejecutados, no pagar deudas lleva cárcel y un poco de marihuana en la mochila de un joven puede llevar la pena de muerte. No necesariamente estoy de acuerdo con todo, pero es una sociedad sin drogas, sin armas ni violencia y sin una corrupción abierta y desafiante como la nuestra. Los ministros de gobierno que han incurrido en prácticas dolosas (mínimas en proporción a RD) les pasan juicio, les condenan a grandes suma de dinero y son encarcelados. En silencio, sin espavientos. Nada peor que la vergüenza publica a lo que son expuestos.
- La tasa impositiva es minina. Claro tienen recursos para hacerlo pero el principio es interesante. No existe el impuesto sobre la renta a los salarios, no existe el ITBIS o IVA, las excepciones de impuestas corporativos son casi de un 100% por lo tanto nadie evade el fisco. Nadie es loco para hacerlo. Los impuestos son tangenciales y derivados y más bien son los pagos directos por el uso de los servicios, etc.
- El Comercio y la Banca tienen regulaciones justas. No puedes abrir un negocio sin la licencia correspondiente. Las reglas del juego están bien claras. No hay a quien sobornar por la izquierda. Para vivir y trabajar en Dubái necesitas un contrato antes de venir. Alguien es responsable por ti. No se vende alcohol en cada esquina, ni en colmadones. Si manejas con dos tragos en la cabeza y los oficiales de transito te atrapan te tocarán de 60 a 90 días de cárcel. Sin excepciones. Los bancos, la banca de inversión, el uso de tarjetas, etc. está bien regulado. El usuario siempre es el beneficiario de estas regulaciones. Es una sociedad civilizada. Para millones de extranjeros que aquí vivimos es casi un paraíso.
Y así, la lista podría ser interminable. Como toda sociedad tiene sus defectos. Pero, la clave del éxito de Dubái no ha estado en el petróleo: Ha estado en sus gobernantes principales, en su consejo de gobierno y en la gente común, en los que nacieron en este suelo y los que extranjeros que residimos en el mismo. La clave está en la gente. En la gente que gobierna. En la gente del pueblo. En su calidad humana. En su calidad ética y profesional. En su orgullo y visión nacional. Si hoy los dominicanos nos viéramos como estos países, con petróleo abundante, viendo la calidad moral y ética de los que hoy nos gobiernan, ¿haríamos una sociedad similar? ¿Sería el petróleo una bendición o una maldición? Creo que Dubái no sería nuestro espejo. Quizás, lo seria Venezuela.
Nuestro país necesita con urgencia una nueva generación de líderes. Las caras que hoy vemos en los partidos ya están gastadas. Secas, sin vida propia. Corruptas en la mayoría de los casos. A esos ya debemos mandarlos para su casa. Necesitamos un nuevo país, de forma espontanea y hay que construirlo desde ya. En el 2016, si es que llegamos en una sola pieza como nación, los actuales partidos políticos deberían ser ya historia patria.
Hace solo treinta años desde Dubái a Abu Dhabi, la capital, se llegaba en dos días y solo era posible hacerlo en camellos. Hoy en Abu Dhabi se corre la Formula I.
Si nosotros seguimos como vamos llegaremos… a un infierno sin precedentes!