La principal responsabilidad de un dirigente -sea este un rey, presidente, jefe de un partido o cabeza de grupo- es saber hacia dónde conduce su rebaño. Cuando visitamos un lugar desconocido, se busca una persona que nos guíe, que de forma ordenada, nos conduzca por el entorno o sistema que deseamos conocer, para así prevenir potenciales o indeseables contratiempos.  Eso mismo es que hacemos los electores cuando elegimos un presidente, escogemos un guía que nos defina y marque el camino a seguir.

Cuando se trata de dirigir un país, la persona elegida o responsable según sus propias leyes, debe saber hacia dónde conduce a su pueblo.  Es muy conocido y reconocido que en Los Estados Unidos de Norteamérica, sus dirigentes se comprometen a perseguir, obtener y contribuir a lograr “El Sueño de Nuestros Hijos” “Our Children Dreams”.

En nuestro país, la gestión de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que ejecutó el Dr. Leonel Fernández, se aleja diametralmente de tan noble y sublime objetivo.  Ahora, el Presidente Danilo Medina ha humanizado la gestión administrativa pero definitivamente continúa su labor artesanal, que dista mucho de lo que realmente espera la sociedad dominicana de su presidente. Al mismo tiempo éste parece de alejarse de sus promesas electorales, como combatir la corrupción, permitiendo el fortalecimiento de la Impunidad.

Es triste, deprimente y desconcertante, que solo enfoque su gobierno devolviéndole la esperanza a algunos segmentos sociales- asociaciones campesinas, en parte la educación y ahora revirtiendo algunos de los efectos negativos de la Sentencia 168/13-, que a pesar de ser aspectos muy positivos, tanto la atención a la educación como al tema de la desnacionalización, sólo respondió a las grandes presiones ejercidas por el pueblo y la comunidad internacional.

En sus esfuerzos, el Señor Presidente obvia el eslabón más fuerte e indispensable de un Estado, para saber hacia dónde conduce a su pueblo y “lograr” el Sueño de Nuestro Hijos, como es combatir, frenar o eliminar la IMPUNIDAD.  Usted no tendrá excusa frente las presentes y futuras generaciones, porque dispone de todo El Poder del Estado -Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Las Altas Cortes y La Prensa-.  Las voces sensatas de la población, requieren que la debilidad y compromiso de su gobierno, con la IMPUNIDAD, cesen de una vez y por todas, Porque…, si seguimos así ¿hacia dónde nos dirigimos?!