Pareciera una contradicción la pregunta que aduce el titulo de la presente contribución, mas no lo es.  La situación actual nos obliga irreductiblemente a tomar una posición frente a la gravedad de los hechos que afectan las gloriosas tierras del Libertador Simón Bolívar, en vista de que nos encontramos en una fase terminal del perverso plan maléficamente elaborado para ponerle fin a uno de los procesos emancipadores de mayor trascendencia surgidos en el hemisferio, al extremo de constituirse en una referencia para otros pueblos de la región hambrientos de cambios verdaderos que dieran al traste con un sistema infrahumano de acumulación de las riquezas de los países en detrimento de las mayorías empobrecidas.

Desde siempre he sostenido el magnicidio cometido contra Hugo Chávez, como una de las más grandes conspiraciones fraguadas por las Elites del Poder Financiero Internacional en complicidad con líderes altamente conocidos de la región. Solo por mencionar a los de más relevancia, no siendo menos importante cercanos colaboradores del Comandante Chávez fungiendo como troyanos en el núcleo intimo del extinto Presidente Bolivariano.

Chávez alcanzó una estatura ante la historia de dimensiones inimaginables, por la grandeza de su corazón y su capacidad para colocar el interés de la Patria por sobre las contradicciones propias de un proceso que a la luz de la razón era más que normal que se suscitaran. Y digo esto,  porque está más que claro que la aplicación  del principal legado de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana de Venezuela, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 1999, resulta la más contundente amenaza para la continuidad del grupo que hoy ostenta el poder del gobierno.

Nunca antes hubiésemos podido pensar que el gobierno de la Revolución le correría a su principal arquetipo, mas sin embargo así son las cosas, el poder se alcanza con el apoyo de las mayorías, las mismas que se encuentran militando en los frentes políticos y sociales que anhelan cambios en la conducción del Estado, incluyendo por muchos a quienes le confiaron la suerte de su amada Venezuela al Comandante Hugo Chávez, y que ahora se sienten derrotados, decepcionados y bastante confundidos por la secuela de hechos cometidos desde el poder gobernante en manos de los sucesores del chavismo.

Estos sucesores del Comandante Chávez han sido incapaces de aplicar una verdadera rectificación, se han perdido en sus propios egos y han reducido el chavismo únicamente a homenajes, bustos y discursos de bambalinas. Nunca pensaron con seriedad en investigar el asesinato de Hugo Chávez, pensaron en la Revolución como un botín sectorial rayando en lo personal, es por ello que el nepotismo sustituyó a los verdaderos cuadros comprometidos con la transformación de las estructuras obsoletas de ese Estado caduco y burócrata.

La Revolución no pudo revertir viejos vicios, la acumulación de riquezas paso de unas manos a  otras, mientras los nuevos beneficiarios la defendían diciendo que Revolución no es escases ni pobreza, claro que no, pero la riqueza para todos y la abundancia al servicio de los menos privilegiados. Se les vinieron encima sus propias palabras, el buen vestir, las joyas de la corona, las lujosas camionetas y el despilfarro pasaron a convertirse en el símbolo de los nuevos beneficiarios dándole la espalda al martirio de tantos hombres y mujeres de bien que consagraron sus vidas para una Venezuela digna, justa  e independiente.

Y como para ponerle la tapa al pomo, surge el criminal, ecocida, insostenible e injerencista Arco Minero, una verdadera sacada de lengua a los valores y principios que defendía con vehemencia el Comandante Chávez, y por si esto fuera poco encabezando estas empresas infernales mineras al mismo Gustavo Cisneros, un liquido no miscible con el espíritu humanista del Comandante Chávez, a quien vimos caminar los pasillos del Palacio de Miraflores para reunirse con Maduro con tan solo un mes de anunciado muerto el Comandante Chávez.

El Bravo Pueblo ha sido más que paciente, siempre apostando a los actos de buena Fe de sus gobernantes, pero que a todas luces han caído en el descredito ganándose la desconfianza del Pueblo que les pasó factura en los últimos comicios electorales arrancándoles de las manos el poder de la Asamblea Nacional. Su política de enroque y su piel sensible a las críticas desde el seno mismo de las estructuras chavistas, causando una migración constante de sus bases a otras esferas de la participación política y del movimiento social.

Lo peor de este drama es con la cara dura que estos señores al frente del gobierno de la Revolución Bolivariana intentan minimizar la actual situación de crisis que se está viviendo, negar democracia es negar a Hugo Chávez, negar Referendo Revocatorio es negar la esencia más pura en la que por tanto tiempo legitimo el proceso liderado por el Comandante Chávez, con el apoyo de las mayorías. Los lideres no están para imponerse a los Pueblos, menos justificarse, para esos existen las leyes, para garantizar la convivencia pacífica entre sus actores. No existe razón ni fuerza moral alguna que justifique la suspensión de un instrumento de lucha pacifico como lo es el Referendo. Si la oposición se esta encarrilando por el mismo, eso ya es un triunfo del chavismo ya que ellos nunca le tuvieron Fe a la nueva Constitución nacida en el año 1999, lo que significa que el legado de Chávez trasciende la polarización política actual y se coloca como el único camino viable para garantizar la paz de todos los venezolanos.

Sin el Referendo no existe un camino a la paz, aunque esto signifique la pérdida del poder del gobierno de la Revolución, la vida no se acaba con la derrota electoral, es necesaria la democracia para que de una vez y por todas los gobernantes de turnos entiendan que su poder no es sempiterno ni su presencia imprescindible, los pueblos en su dinámica se mueven en las contradicciones del ejercicio pleno de sus acciones, gobernantes a la oposición un golpe duro pero necesario para la rectificación que no han sido capaces de realizar desde el poder, opositores en el gobierno una medicina amarga que le devolverá la memoria a los que la han perdido por ser incapaces de ver mas allá de sus narices. Todos ganamos, pero como siempre, el Pueblo paga los platos rotos y sufre.