En un Mensaje al Senado federal y al pueblo brasileño titulado "La democracia tiene que triunfar"[i], dado a conocer el martes 16 de este mes, la Presidenta Dilma Rousseff promete que, en caso de ser absuelta del juicio político que se le sigue ante el Senado, convocará a elecciones.

Expresa Dilma: “Me dirijo a la población brasileña y a las señoras senadoras y a los señores senadores para manifestar una vez más mi compromiso con la democracia y con las medidas que sean necesarias para superar este impasse político que tantos perjuicios está causando al país.

Mi vuelta a la Presidencia, por decisión del Senado federal, significaría la reafirmación del Estado de democrático de derecho y contribuirá decisivamente al surgimiento de una nueva y prometedora realidad política.

Mi responsabilidad es grande. En el camino que llevo andado para defenderme del impeachment me aproximé más al pueblo, tuve la ocasión de escuchar su agradecimiento y de recibir su cariño. Escuché también duras críticas hacia mi gobierno, a errores cometidos y a medidas e políticas que no fueron adoptadas. Recibo esas críticas con humildad y determinación para que podamos construir un nuevo camino”.

Y agrega Necesitamos fortalecer la democracia en nuestro país y, para eso, es necesario que el Senado cierre definitivamente el proceso de impeachment en marcha, reconociendo, ante las pruebas irrefutables, que no cometí ningún delito, que soy inocente.  En el presidencialismo previsto en nuestra Constitución, no es suficiente la desconfianza política para destituir a un Presidente. Se tiene que probar un delito. Y es evidente que no hubo tal delito. No es legítimo, como quieren mis acusadores, separar al jefe de Estado y de gobierno por el “conjunto de la obra”.

Dilma Rousseff
Dilma Rousseff

Declara, por tanto, que “entiendo que la solución para las crisis política y económica a las que nos enfrentamos pasa por un voto popular en elecciones directas… Por eso, la importancia de asumir un claro compromiso con el Plebiscito y la Reforma Política”.

Hay quienes afirman que Dilma “no es gente de eso” de compra y venta de votos y que, en consecuencia, nunca la veríamos negociando su regreso a la presidencia. Sin embargo, me parece que esta declaración surge de algún tipode acuerdo con determinadas fuerzas políticas. Esto así porque menciona la única alternativa que se mencionó antes de iniciar la acusación y el juicioque es la de convocar nuevas elecciones, dando así cierto grado de legitimidad a la continuidad del gobierno sin el Partido de los Trabajadores (PT) en el poder.

Los promotores del golpe se hallan ante un vacío político ya que están prácticamente solos en su empresa de quebrar el orden institucional, aun tomando en cuenta la debilidad política de Dilma y el PT y su clara desconexión con los intereses mayoritarios de la población.

Habla Ricardo Antunes

Ricardo Antunes, uno de los más prominentes sociólogos brasileños, profesor de la Universidad estatal de Campinas, dice que el presidente interino Michel Temer fue abucheado masivamente en la apertura de las Olimpíadas y decidió no asistir ala clausura de los juegos este domingo. ¿Por qué? Porque, “…las Olimpíadas tienen una dimensión deportiva positiva, con victorias y derrotas, pero también es un espacio de divulgación política porque estamos en las últimas semanas de la votación final que debe decidir definitivamente por el SI o NO al impeachment a Dilma en el Senado”. 

A continuación fragmentos de una entrevista del profesor Antunes publicada ayer en la que discurre sobre la actual crisis política en Brasil[ii]:

Lo que ocurrió es una variante de golpe parlamentario. Como la oposición de centro-derecha no logró derrotar al PT en las elecciones generales, aprovechó los fracasos y la crisis profunda de su gobierno, especialmente durante el gobierno de Dilma, pero también durante el gobierno de Lula, para dar el golpe parlamentario. O sea, el Parlamento brasileño, como ya he dicho en otras oportunidades, es un pantano, se mueve hacia donde están los que tienen más dinero y más recursos. Esto combinado con la crisis del gobierno de Dilma.

Muchos de los partidos que eran parte de la base de apoyo del gobierno cambiaron de posición. Era necesario solamente un pretexto constitucional, no hay factibilidad alguna. Era una pésima gestión, sin dudas, y en mi opinión debería ser derrotada en las elecciones de 2018, pero no a través de un golpe.
Lo que sucede es que el Parlamento brasileño intenta hace años instaurar el parlamentarismo para retirar la fuerza y el poder de la Presidencia de la República. Y el pueblo brasileño no es parlamentarista, es predominantemente presidencialista. Hubo durante los últimos 40 años dos grandes plebiscitos y siempre la victoria fue del presidencialismo.

El Parlamento del pantano decidió que era necesario introducir un proceso de impeachment a Dilma y era necesario encontrar un pretexto jurídico, una falsedad. Como Dilma cometió muchos equívocos políticos, pero no criminales, inventaron la utilización de los recursos del Banco público para cubrir gastos del Estado y pagar posteriormente, lo que es una operación contable.

Todos los Presidentes anteriores hicieron esto, Fernando Henrique Cardoso, Lula, etc. Por lo tanto, Dilma es responsable de un gobierno muy malo, pero hay un grupo que no gana las elecciones del PSDB, más los del PMDB, que están intentando iniciar una transición para crear un nuevo bloque burgués e instaurar una ofensiva brutal contra las clases trabajadoras, sus conquistas y sus victorias desde el fin de la dictadura militar.

Este es el proceso que estamos viviendo hoy en Brasil. Es un verdadero golpe parlamentario. Yo no defiendo el gobierno de Dilma, fue pésimo, traicionó a las clases trabajadoras, pero esto no justifica la deposición aparentemente jurídica, pero que es en realidad un golpe parlamentario.

El gobierno de Temer vive una especie de dualidad, por un lado, la gran burguesía exige la destrucción de toda legislación social del trabajo, que fue conquistada durante los últimos 40 años, quieren la precarización, la flexibilización y la tercerización ilimitada de las relaciones del trabajo.

Por otro lado, también exigen la hegemonía financiera que garantice que los recursos públicos, deben ser solo para los capitales y las empresas privadas, y defienden la privatización de todo lo que pueda generar ganancias o intereses.

Pero además, el gobierno interino del golpista Temer, es un gobierno débil que necesita del Parlamento para continuar gobernando. Porque si Dilma usó recursos de la corrupción para las elecciones de 2010 y después de 2014, el candidato a vicepresidente de Dilma era Temer, o sea, los dos estarían involucrados.

De este modo, Temer hace concesiones, una tras otra al Parlamento para no perder el apoyo, como se trata de un pantano, éste solo se mueve cuando hay un intercambio de dar votos y recibir recursos.
Esto hace que Temer defienda, por un lado, los grandes intereses de la burguesía y, por otro lado, los intereses del Parlamento y de su sector más corrupto. Por eso es el peor gobierno que podríamos tener. Nuestra esperanza es que no continúe.

Dilma acaba de lanzar una carta abierta al Senado y a la población brasileña, donde reconoce algunos de sus errores. Es una carta por cierto muy insuficiente, pero defiende la idea de la anticipación de las elecciones a través de una decisión plebiscitaria.

Es impresionante que ella tome esta decisión ahora, cuando prácticamente no tiene más posibilidades de hacer nada. Esta carta debió haber sido publicada tres meses atrás, cuando empezó el juzgamiento de la Cámara, para impedirlo. O sea, la situación brasileña hoy es imprevisible. El impeachment de Dilma va a suceder, es prácticamente seguro pero, por otro lado, Temer no tiene condiciones morales ni políticas para gobernar.

Hay una creciente oposición, su gobierno temporal hasta 2018, será de una crisis atrás de la otra. Por último, muchos de los ministros de Temer, inclusive él mismo, están involucrados en relaciones que están siendo investigadas por la operación Lava Jato, lo que hace creer que la crisis brasileña se va a prolongar durante un largo tiempo. Estamos en un contexto de profunda crisis política y social; la situación económica es gravísima, la semana pasada la cifra de desempleo oficial llegó a 12 millones de personas, una tasa de desempleo del 11.5%.

[i] Original en portugués http://dilma.com.br/mensagem-ao-povo-brasileiro-e-ao-senado-federal-democracia-ha-de-vencer/

[ii]http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215753&titular="en-la-apertura-de-las-olimpíadas-temer-sufrió-una-silbatina-enorme-y-decidió-no-ir-