El Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), establecido mediante la Ley #87-01del9 de mayo del año 2001, debiera ser visto como la piedra angular delnuevo país queavizoramos en la ruta hacia el bicentenario de la República. Se trata de que podamos proyectarnos hacia una sociedad en que todos los ciudadanos, sin excepción alguna, tengan asegurado el acceso a los servicios de salud y protección ante contingencias de accidente laboral, desempleo, cesantía por edad avanzada, discapacidad,vejez y sobrevivencia.

Mirándonos desde donde estamos, parecería que estuviésemos aspirando a demasiado. Sin embargo no es así. La evaluación de los primeros diez años de implementación del Sistema nos presenta un cuadro con más luces que sombras. Las metas alcanzadas hasta el momento nos permiten mirar con optimismo hacia el futuro.La seguridad social en la República Dominicana es una apuesta para ganar en el orden de la inclusión social y la lucha contra la pobreza, pero también en el orden del crecimiento económico sostenible y duradero, con base en el ahorro nacional y el desarrollo de las potencialidades productivas de nuestra población.

Tal como nos lo ha reafirmado el reputado consultor internacional Carmelo Mesa-Lago, en su conferencia inaugural del Foro sobre Seguridad Social recién concluido,en materia dede salud y riesgos laborales el país ha dado pasos agigantados durante los últimos cinco años. La casi totalidad de la población asalariada en el sector formal está protegida bajo la sombrilla del régimen contributivo de la seguridad social,con casi dos millones y medio de afiliados. Igual ocurre con la población no incorporada a la economía formal y con ingresos por debajo del salario mínimo. Esta masa de la sociedad está actualmente protegida por el Seguro Nacional de Salud (SENASA), que garantiza el acceso a los servicios de atención médica a mas de dos millones de afiliados, bajo la sombrilla del régimen subsidiado del Estado. En esta materiaal sistema solo le faltaría incorporar a los beneficios de la seguridad social a la población que, devengando ingresos por encima del salario mínimo, permanece aún dentro de la economía informal por fuera de los controles fiscales y, por lo mismo, sin acceso a los beneficios de la protección social bajo el tercer pilar del sistema que es el régimen contributivo subsidiado.

He aquí uno de los grandes desafíos inmediatos del sistema. El peso que significa para el Estado el costofiscal del régimen subsidiado es muy grande. Esto haría casi imposible, y en cierto modo innecesario, que el régimen contributivo subsidiado pudiese arrancar y sostenerse contando con los aportes que debería realizar el Estado en beneficio de la población que aún permanece fuera de la seguridad social. Lo lógico pareciera ser, y así lo sugirió el profesor Mesa-Lago, que solo existiesen dos regímenes, el subsidiado para los pobres que necesitan la ayudad del Estado, y el contributivo para la población incorporada al mercado productivo formal. El cómo incorporar al sistema el resto de la población sería tema de debate para las autoridades del Consejo Nacional de Seguridad Social y la sociedad en su conjunto.

Ahora nos faltaría hablar del Sub-sistema de Pensiones. Lo atinente al seguro de vejez, discapacidad y sobrevivencia que completa el cuadro del Sistema Dominicano de Seguridad social.

La República Dominicana forma parte de la última generación de países quehan realizado una reforma a sus sistemas de pensiones para sustituir el fondo común de reparto bajo administración estatal, por uno de capitalización individual y administración privada.

Sobre este tema hay mucho de loque hablar, sobre todo mirando el comportamiento a futuro de lapirámide de edades de la población dominicana y el desarrollo de la estructura productiva nacional.Pero eso tendrá que ser en una próxima entrega en la ruta hacia el BICENTENARIO.