Pasé el Martes Santo a ver cómo van las obras de Fray José en este sector de Villa Duarte. En el último mes y medio se han introducido cambios en coordinación con la comunidad, que revelan la flexibilidad de estos planes de solidaridad con voluntarios privados o Asociaciones Sin Fines de Lucro. El proyecto para distribuir dos botellones de agua al mes, que se describe en la entrega anterior, se eliminó para usar el local en impartir cursos y talleres a los residentes. Es una necesidad más urgente que éstos sugieren porque ha dado resultados rápidos en conseguir empleos o iniciar pequeños negocios.
Unos pocos talleres de costura, electricidad básica y habilidades para trabajar salón de belleza, como uñas acrílicas y poner extensiones de pelo, han sido maná para ingresar a la fuerza laboral. Se corrió la buena nueva y Fray José con su equipo le buscó la vuelta. Sin fecha cierta para recibir del ayuntamiento el traspaso del local tan apropiado para esta iniciativa, que está sin uso municipal y cercano al sector se hizo una promesa, lo único a mano era la vivienda donde operaba la distribución de agua potable en botellones.
Fray José llamó a los religiosos americanos que aportan los recursos para este proyecto y les explicó las necesidades más apremiantes por educación técnica de la comunidad. Estos comprendieron y aprobaron que el destino de los fondos se usara en readecuar el local y cubrir parte de los costos operativos para los talleres. Aunque la demanda supera la oferta posible por la limitación del local, algo es algo. Se van capacitando más personas y demostrando a las autoridades municipales que hay genuino compromiso y calidad de gestión para convertir el local que tienen abandonado al cuidado de un guardián municipal, en un exitoso taller técnico comunitario. Las gestiones para este traspaso estaban en su etapa final cuando ocurrió la trágica muerte del Alcalde Juan de Los Santos y la comunidad no pierde la esperanza que sucesores cumplan con promesa creó tantas expectativas.
Instituciones públicas también están apoyando las tareas de formación. INFOTEP ha impartido cursos y está listo ampliar la cooperación tan pronto se mejore la infraestructura. El Despacho de la Primera Dama donó cinco máquinas de coser, demasiado modernas para instrucción básica pero ideales para permuta permita arrancar con el ansiado curso de costura. Así que aquella máxima de “enseñar a pescar en vez de…” aquí es un buen ejemplo.
Al terminar de entregar y asesorar sobre la leche en polvo a la madre de una pequeña criatura, Vanessa me explicó que el programa de los medicamentos sigue recibiendo donaciones de doctores amigos. No siempre se pueden atender todas las necesidades de inmediato, pero de lo que no hay se hacen diligencias para encontrar. Está concebido sólo para entrega de medicamentos con recetas, no para colaborar con costo de estudios, porque para eso no hay recursos y, de existir, un reto su administración eficaz al ser tema delicado. Niña Guerrero, hermana de Fray José, es quien con amor organiza las donaciones en los anaqueles, lleva inventario y alerta de lo que se está acabando con tiempo.
De ahí pasamos a probar la habichuela con dulce que es la última comida preparada esta semana, ya que los voluntarios de los tres programas merecen su asueto para participar en las actividades de Semana Santa. Quica, Santa y María estaban en plena faena llenando los envases de plásticos codificados con el tradicional dulce con su batata, galleticas con la Cruz de Cristo y pasitas. Los niños esperaban contentos en la puerta que dieran las once y empezaran la repartición en recipientes que ahora van del A-0 al D-15, porque 15 nuevas raciones se añaden a las 300 que reportamos en el artículo pasado. Se trata de aumentar el número poco a poco, en la medida que lo permiten las donaciones y la capacidad, ya casi en el máximo, que permite la pequeña vivienda transformada en cocina y almacén.
Vanessa me contó de los héroes anónimos que permiten la despensa se mantenga replicando el milagro de los panes y los peces. Personas de bondadoso corazón, tanto de aquí como del extranjero, hacen donaciones de arroz, habichuelas, aceites, condimentos, carnes y embutidos que permiten entregar un plato de comida a niños entre 3 y 11 años. Aportes en efectivo se pueden recibir por transferencias vía el Banco Popular, donde este programa tiene su cuenta particular para facilitar la administración. Es la Cuenta Corriente 776386765, a nombre del Fray y Vanessa, y para mayor información sobre cómo colaborar de esta u otra forma llamar al 809-594-1142.
En cuanto a Futuro Cierto, el ambicioso proyecto a favor de la vivienda que ha lanzado Fray José, estoy colaborando para reunir la documentación necesaria para que esta ASFL reciba los fondos consignados para este año en el Presupuesto de la Nación. A través del Ministerio Administrativo de la Presidencia se presupuestó un aporte de RD$240 mil pesos para el 2016. La del Fray José es una de las más de seis mil ASFL que reciben fondos públicos para actividades coordinadas por el sector privado a favor de las comunidades. Tanto en ese Ministerio, como en el MEPyD, DIGEPRES, DGII y Tesorería Nacional he recibido orientaciones sobre los documentos y pasos necesarios para cumplir con este requisito. En todos encontré personas amigas o que conocen de las actividades del Fray y deseosas que la Fundación se apure en completar el trámite. El lunes sigo mi persecución a él y sus colaboradores para la fase relativa a la declaración impuestos del año pasado, y solicitar a principios de abril la asignación.
Fray José anunció en “La Biblia Ilumina tu Vida”, por el Canal Televida, un telemaratón para recaudar fondos para Futuro Cierto a principios de mayo. Estén atentos todos los que quieran colaborar en esta obra que apoyará a los más necesitados tanto en El Caliche como en otras comunidades necesitadas del país.