Estamos a las puertas del 2017, dentro de una semana estaremos celebrando el año nuevo tal como lo hacemos los occidentales y nos situaremos a solo 3 años para el 2020. Precisamente el 2020 es el año que en su día planteó la UE (Unión Europea), para alcanzar los objetivos de implementación de renovables en la edificación y reducción de emisiones con respecto a 1990 (https://ec.europa.eu/clima/policies/strategies/2020_es).
Definitivamente estos objetivos no serán completados tal y como se deseaba; de hecho estos objetivos incluían a todos los edificios habitables de cara al 2020 pero para el 2018 se planteaban estos objetivos para los edificios de la administración pública… Hoy por hoy, si llegamos al 18% real será una gran cosa.
Estos datos se pueden ver en el informe “Tendencias y proyecciones en Europa. Seguimiento del progreso hacia los objetivos climáticos y energéticos europeos de aquí a 2020”, publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente.
(http://www.eea.europa.eu/publications/trends-and-projections-2013). Leer este informe, como ejercicio de observación está bien para estudiar globalmente el tema, aunque las previsiones se han seguido revisando con más optimismo que realidad; por lo menos desde nuestro punto de vista.
¿Y qué ha pasado para no llegar?
Bueno básicamente la respuesta a esta pregunta queda dentro de la amplitud multifactorial. Nosotros creemos que no existe una fuerza única que tire de la carreta en esa dirección y que no es posible vencer, de golpe y plumazo, los intereses políticos y económicos envueltos en el tema energético.
De acuerdo a la Agencia Europea del Medio Ambiente la reducción de un 20% en el consumo energético ha sido el mayor desafío para los países miembros de la UE; desafío que solo han podido conquistar, más o menos, Francia, Alemania, Bulgaria y Dinamarca. Estos países han podido conseguir, parcialmente, abordar con éxito esta cuestión, implementando políticas fiscales e industriales que de alguna manera han fomentado dicha reducción en el consumo energético.
Sin embargo no todo ha sido negativo para la vieja Europa, punta de lanza de este tipo de objetivos a nivel mundial. Del 20% planteado en cuanto a reducción de emisiones de Co2, de acuerdo a informes oficiales, la proyección indica una reducción del 18% a pesar de la mala gestión que en este sentido han desarrollado países como Irlanda, España, Estonia, Bélgica, Luxemburgo, Austria, e incluso Italia.
Con relación al uso de renovables no se sigue un plan conjunto a nivel europeo, siendo cada estado miembro y de acuerdo a sus condicionantes y legislación los que deciden qué y cómo hacerlo. Se hablaba de entre un 12% y un 15% de implementación de renovables para mediados de década. El caso de España es muy particular, dado que en dicho país – y para proteger a las grandes generadoras y comercializadoras de energía convencional – se han puesto más trabas que soluciones a todo lo relacionado con la generación mediante renovables por parte del consumidor….¿Raro no?
Ahora el 30%
Aunque se habla de que para el 2020 se conseguirán porcentajes sobre el 17% en los renglones establecidos en los objetivos 20 20 20, nos llama la atención, por un lado, y nos llena de optimismo, por otro lado, el nuevo planteamiento de ahorro de un 30% de cara al 2030.
Creemos que estos nuevos objetivos son posibles; creemos que a pesar de todos los factores adversos tenemos, los habitantes de este planeta, buenas razones para ser optimistas y demandar acciones continuas en pos de salvaguardar nuestra aldea global…Feliz Navidad.