Te sientes particularmente real? Quieres una verdadera ciudad grande mas sin embargo inducida con un ambiente histórico y cultural? Deseas practicar tu inglés como se le diseñó originalmente? Una cita para tomar el té con la Reina? Ve a Londres!

Pero para ello, primero que nada, renuncia a tu trabajo, deja la universidad y desátate de cualquier obligaciones que ocupen tu tiempo (y estilo) – Londres es gigante y, créeme, vas a necesitar todo el tiempo que puedas arañar para si quieras lograr echar aun un vistazo a esta ciudad.

Ni voy a mencionar los precios londoneses. Son fuera del universo. Pero bueno, tienen sentido, pavonearse debe costar buenas libras .

Armate de una gran tolerancia. Primero que nada, Londres es una ciudad de inmigrantes, llena de colores, culturas, cocinas y básicamente llena de todo y todos. Si tienes una inclinación a los crimenes del odio quizás debas considerar quedarte en casa. Segundo, la moda. Londres posee una muy particular y que todo acepta, sentido de la moda y el estilo. No los mires fijamente, no te rías de ellos. Queremos que te mantengas con clase. Además, no queremos revelarte como un turista, todavía no.

Incidentalmente, cuándo es el momento apropiado para dejar ver que eres un turista? Diría que cuando te sirvan té con leche (yuk) o cuando todo el mundo note que tu ticket del “tube” (metro) no es válido. Los ingleses resultaron ser exquisitamente agradables hacia los turistas (parecen estar cuidando la muy apropiada etiqueta que se han ganado de ser “correctos”)

Cuando se trata de los tickets, recuerda que el transporte en Londres es carísimo (así como la renta – he leído que es más económico vivir en Barcelona y volar a Londres para trabajar que rentar y vivir allá…). Cuando gastes todos tus fondos y estes felizmente equipado con un ticket sugiero que uses el bus como medio de transporte. Son lo suficientemente limpios, van bastante vacíos y ey, puedes sentarte en el segundo piso del bus y poder VER la ciudad que estás visitando. A diferencia del metro donde usualmente solo sudas y miras fijamente a todos las personas que van incómodamente pegados (apachurrados como sardinas).

Oh dios, the tube. El subway, el underground, el metro. El carnaval sin fin de los antes mencionados locos de la moda y mayor aun el festival de lineas del metro. Lo que convierte el súper abarrotado metro de Londres aún más abarrotado es la rara necesidad de validar tu ticket tambien cuando vas a salir de la estación. Quizás no comprendo la obviamente inglesa lógica en esta curiosidad, pero diría que hace del proceso de vaciar el metro más largo y por consiguiente el metro más lleno. Pero bueno, quien soy yo para aleccionar al pueblo bajo una realeza?

La Realeza. En mi sorprendentemente exhaustivo, dada la corta duración, viaje a la capital inglesa tuve la suficiente suerte de vislumbrar sangre real en persona (piel de gallina!). Paseábamos al rededor del palacio de Buckingham solo 10 minutos después de que la reina acabara de entrar (casi casi!). Nos perdimos el verla, pero nos quedamos al rededor de las puertas como los acosadores espeluznantes que somos y logramos ver al siempre sedicioso príncipe Felipe, y unos minutos después (todavía con esperanzas de ver a la reina) a Camila (la esposa del Principe Carlos, es ex esposo de la fallecida Princesa Diana y el primero en linea para el trono). Rastreo con celebridades – nivel Majestad.

La comida. La gente suele acabar con la comida británica de manera continua, y debo admitir que también he sido culpable de esta ofensa. Nunca más amigos mios. Pasteles excelentes (los salados), sabroso el puré de papas con crema y además de esto, yo personalmente encontré el desayuno británico no solo delicioso pero también sustancioso, puedes irte a hacer turismo loco el día entero luego de comerlo. Pero si no te impresionan los menús locales, Londres es un lugar excelente para hacer un mini tour de la cocina mundial. No sin razón han estado los platos con curry y el pollo tikka masala (la versión británica del tikka masala de la India) han sido recientemente listados dentro de los platos “británicos” favoritos. Y no mencionar una rama culinaria británica que no necesita aportación extranjera (mas sin embargo si estás interesado en la variedad puede elegir alguna de las importadas). Cerveza normal, cerveza agria, cerveza moderada, cerveza oscura, cerveza vieja, cerveza negra, cerveza rubia. La cerveza ha sido fermentada continuamente en Gran Bretaña desde los tiempos prehistóricos. Salud!

Pero si te aventuras a probar cualquier cocina musulmana recuerda, ellos no venden alcohol en sus establecimientos. La mayoría de estos restaurantes (gratis o por un costo muy bajo) permiten que traigas tu bebida, así que si te gusta lagvar la (inaguantablemente) picante “masala” con tu cerveza británica, visita una tienda antes y llega preparado.

Esto es todo, parece que estas relativamente listo/a para enfrentar a los ingleses. ¡Oh, y no olvides tu paraguas! Sólo para encajar, en realidad no llueve tanto  (¡los británicos parecen ser demasiado dramáticos con estos cuentos de lluvia!)