El siglo XX se caracterizó por ser el más violento de toda la historia de la humanidad: dos guerras mundiales, guerras civiles y conflictos armados en todos los continentes, según lo destaca el historiador británico Eric Hobsbawm en su libro “Historia del Siglo XX” (1). Se distinguió por el desarrollo del sistema capitalista, gran crecimiento económico, globalización, neoliberalismo, aparición del internet y por el inicio de la inteligencia artificial. También se observó aumento de las desigualdades sociales y de la distribución de riquezas, mayor inequidad y aumento del colonialismo económico. La presencia de guerras, conflictos armados, hambrunas, pandemias, epidemias y endemias fueron características mundiales.
La pandemia de influenza causada por el virus H1N1 de origen aviar (2), mal llamada gripe española, que ocurrió desde el año 1918-1919, se inició en los EUA y rápidamente se extendió a toda Europa y el mundo a través de las tropas americanas que participaron en la primera guerra mundial, fue la pandemia más mortífera de la humanidad, alrededor de 50 millones de personas murieron (3). Europa padeció simultáneamente la guerra y la pandemia y varios millones de personas murieron a consecuencia de hambrunas. El promedio de vida en el 1918 era de 40.5 años, con una tasa de natalidad 28/1,000 y una tasa de mortalidad de 13/1,000, para una población estimada de 1,800 millones de habitantes (4).
No hay acuerdo entre los historiadores de cuantos muertos hubo por las conflagraciones durante el siglo XX, para Leitenberg (5) el genocidio de Armenia (1915) produjo 1 millón, la guerra civil mexicana (1916) 1 millón, la primera guerra mundial (1914-1918) entre 13-15, otros hablan de hasta alrededor de 50 millones (6). La guerra civil rusa (1917-1922) 12.5 millones, la guerra civil española (1936-1939) 1 millón, estas guerras fueron la antesala de la segunda guerra mundial (1939-1945) que tuvo decesos aproximados de 75 millones. La guerra civil China (1945-1949) produjo 6 millones, y en otros conflictos armados en el mundo se estimaron defunciones por 41 millones en la segunda mitad del siglo XX, para todo el siglo XX fue de 148.5 millones de personas (5). Para Hobsbawm el estimado de fallecidos alcanzó 187 millones, el 10% de la población mundial (1). En el gráfico 1 se visualizan la distribución de los óbitos.
David McCandless presentó en una infografía las principales causas de muerte en el siglo XX (7), y las distribuyó de la siguiente manera: enfermedades no transmisibles/no comunicables 2,000 millones (enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y metabólicas-diabetes, ECNM, con 1,246 millones), enfermedades infecto – contagiosas, EIC, con 1,680 millones, muertes mediadas por el hombre “Humanity” 980 millones*, cáncer 530 millones, complicaciones de salud 278 millones**, y las producidas por el mundo natural con 136 millones***.
Las EIC fueron importantes durante la primera mitad del siglo, cuando la gripe española devastó poblaciones europeas, y enfermedades como: neumonía, viruela, diarrea, paludismo, tuberculosis, sarampión, entre otras, fueron muy prevalentes, descendiendo la curva de mortalidad de manera dramática en la segunda mitad del siglo, gráfico 2. Algunas de las enfermedades que fueron epidémicas se erradicaron, como la poliomielitis, tosferina, sarampión y viruela, otras se convirtieron en endémicas como es el caso de la tuberculosis y las mediadas por transmisores del mosquito como el dengue, chikunguña, zika y de la orina del ratón como la leptospirosis, que en países del tercer mundo continúan siendo un problema sanitario. Otras enfermedades reaparecieron, luego de estar erradicadas, como es el caso del cólera que reapareció en las américas por las tropas de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas.
Las curvas de mortalidad del siglo XX en los EUA muestran un predominio de las causas cardiacas. La muerte por cáncer ha aumentado en las últimas décadas por el aumento de la longevidad de las poblaciones. La mortalidad por las ECNM sobrepasa a la suma de todas las otras enfermedades juntas. Por más de un siglo han permanecido como primera causa de muerte, morbilidad, hospitalización, discapacidad y mayor carga económica para los individuos, familias, gobiernos y estados. Para finales del siglo pasado emergió como una pandemia mundial: la obesidad y el sobrepeso, provocando un aumento de la prevalencia de diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias y de la mortalidad. Se revirtió el descenso en la curva de mortalidad en los EUA y se acentuó el incremento en el resto del mundo. El registro “worldometers” recoge 1,7 mil millones de personas en sobrepeso y 757 millones de obesos en el mundo (8). La población mundial estimada para el año 2016 fue de 7,433 mil millones, con una tasa de natalidad de 8.8/1,000, una tasa de mortalidad de 7.7/1,000 y una esperanza de vida de 72.0 años (9).
La pandemia, vocablo de etimología griega que quiere decir “reunión del pueblo”, en medicina se refiere a una enfermedad de tipo epidémica que se propaga en varios países de varios continentes, que puede ser de origen infeccioso y que contagia a las personas de una manera masiva. El virus SAR-COV 2 (COVID-19) ha producido estragos irreparables en todo el mundo, al cerrarse ciudades y países enteros, deteniéndose todas las actividades económicas, generando un pánico colectivo. “Ninguna pandemia ha sido tan fulminante y de tal magnitud. El virus surgió en una lejana ciudad china (Wuhan), ha recorrido todo el planeta obligando a miles de millones de personas a encerrarse en sus hogares. Algo sólo imaginable en las ficciones post- apocalípticas (10). Las crisis financieras permanentes que han producido recortes en las políticas sociales (salud, educación y seguridad social) y degradación salarial han agravado la crisis sanitaria de muchos países. Los sistemas sanitarios de las naciones de mayor nivel económico han fallado a responder a la emergencia, la crisis de los países con ingresos medianos o bajos ha sido significativa. La mayor vulnerabilidad ha sido para las poblaciones excluidas y pobres de la mayoría de los países (afroamericanos y latinos en los EUA) y los ancianos residentes en asilos o casas de acogidas, que por su edad y prexistencia de comorbilidades aumenta el riesgo de contagio y de muerte.
La cuarentena prolongada ha sobrepasado su temporalidad imponiendo cambios significativos de nuestros estilos de vida, costumbres, prácticas religiosas, promoviendo actitudes individualistas frente a la colectividad. Ahora la tragedia es que, para demostrar solidaridad, lo mejor es aislarse y evitar tocar a otras personas (10). Para controlar efectivamente la pandemia, países como China han implementado métodos de vigilancia estrictos, su población cuenta con una educación cívica orientada a la solidaridad y la cooperación, lo que facilita la aplicación de medidas para el control de la pandemia, y no como en otros países capitalistas donde el “emprendedurismo” y la competitividad a toda costa, con ciudadanos cada vez más individualistas y vulnerables a las noticias falsas (10). El COVID-19 se ha convertido en la primera enfermedad global contra la que se lucha digitalmente y con la inteligencia artificial. La ausencia de tratamiento específico contra el virus y la no disponibilidad de vacunas para los próximos 12-18 meses ha creado un clima de incertidumbre y miedo.
El significado literal de la pandemia de coronavirus es el miedo caótico generalizado y la muerte sin fronteras causados por un enemigo invisible (11). El temor a lo que vendrá después, es una interrogante angustiante para la mayoría de las personas. Para el filósofo coreano Byung-Chul Han: “viviremos como en un estado de guerra permanente” (12). Los organismos internacionales como la OMS-OPS, BM y FMI concentrados en la pandemia del COVID-19, tendrán que reinventarse, cambiar su paradigma de salud curativa por el de “Promoción de Salud y Prevención”, recomendando a los países miembros priorizar sus recursos para educar mejor a su población, como la única garantía de que poder hacer frente a las “pandemias más asesinas y generalizadas” de la humanidad que son las ECNM. Ningún país podrá soportar la carga económica que representan estas enfermedades y solo priorizando y racionalizando los gastos de salud, insistiendo en la educación y la promoción de la salud de la población, podremos salir adelante.
Nota
*”Humanity” muertes por accidentes, guerras, asesinatos, drogas, contaminación de aire y por ideología.
** Complicaciones de salud: defectos congénitos, condiciones maternales y perinatales, y deficiencias nutricionales.
***Mundo natural: hambre, desastres naturales y muertes por animales salvajes.
Bibliografía:
______________________________________________________________________________________ 1) Hobsbawm Eric: “Historia del Siglo XX”. Crítica (Grijalbo Mondadori). 1999. Bueno Aires, Argentina.
2) Belser, JA et al. The 1918 flu, 100 years later: Sciencie. 2018, Vol 359, 6373.
3) Pandemia de 1918. CDC Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. 2019.
4) Mata, Santiago (2017). Cómo el Ejército Americano Contagió Al Mundo la Gripe Española. Madrid, Ed Amanecer.
5) Leitenberg, Milton. “Deaths in Wars and Conflicts in the 20th Century”. Cornell University, Peace Studies, 2006.
6) Barnés, Héctor G: “Cómo murieron los 6,000 millones de personas que vivieron durante el siglo XX”. ACV. 18/09/14.
7) McCandless, David: “Death a Self-Portrait” – The Richard Harris Collection. Nov 2012.
8) Registro “Worldometers”, mayo 27, 2020.
9) Bloom, David et al: Estado de la población mundial 2016”.UNFPA. Fondo de Población de los Estados Unidos, 2016
10) Ramonet, Ignacio: “La pandemia y sistema-mundo”. Le Monde Diplomatique (en español). 25-04-2020.
11) Sousa, Boaventura. La Cruel Pedagogía del Virus. CLACSO. Libro digital. Buenos Aires, Argentina. 2020.
12) Byung-Chul Han: “Viviremos como en un estado de guerra permanente”. Entrevista Pensamiento Coronavirus. EFE. Redacción Internacional, 12-05-2020.