La tarea que tienen por delante los estrategas criollos de la campaña política Danilo Presidente, si manejan correctamente el concepto “damage control” podrían demostrar que el “complejo Guacanagarix” no siempre da resultados positivos.
Igual que ahora, hace más de 500 años al cacique de Marien le fue mal su estrategia de preferir al extranjero por sobre sus coterráneos. Una lección que parece no hemos aprendido después de tanto tiempo.
La campaña en cuestión ya cuenta con algunos gazapos en su haber, como el de iniciar un mensaje con la palabra "no", prohibida por los más conspicuos expertos de la comunicación tanto del ámbito político como el comercial.
Si bien es cierto que el caso Joao Santana involucrado en la investigación por corrupción en el "affaire" que envuelve a la poderosa Petrobras es un asunto de la competencia de la justicia brasileña, no es menos cierto que su condición de principal asesor de campaña del Presidente Dominicano imprime un sello de negatividad en todo el proceso de esa campaña.
De ahora en adelante el equipo de estrategas criollo deberá estar permanentemente ocupado tratando de manejar de la mejor manera el daño ya producido, en procura de contrarrestar los efectos desfavorables que normalmente produce la mala publicidad a los aspirantes a puestos electivos.
Ya lo habíamos dicho en ocasiones anteriores. Los partidos, principalmente los llamados mayoritarios tienden a contratar expertos asesores extranjeros, corriendo el riesgo de perder de vita el enfoque "conceptual vernáculo" que debe darse a la disciplina del marketing, cuando se aplica al campo de la política y a la figura de un candidato en el escenario de la política criolla.
Ahora que guacanagarix está de luto, esperamos que en el futuro no haya más dolientes por esta u otra causa parecida.