Gregorio Luperón fue Miembro de la Comisión Instaladora de la Respetable Logia Restauración Número 11 de Puerto Plata, y uno de sus fundadores, el 25 de septiembre de 1867 (que por cierto cumplirá 150 años de su fundación y aún sigue abierta y funcionando), siendo él el primer Orador; y, su mentor y guía lo fue don Pedro Eduardo Dubocq, Venerable Maestro, quien fue amigo de Juan Pablo Duarte, fuera masón y protector de Luperon. Luperón se inició en la Logia Nuevo Mundo No. 5, de Santiago. Alcanzó el Grado 33.

Su figura cada día se agiganta y crece más con el tiempo y, mientras aparecen nuevas investigaciones sobre él, queda mejor situado ante la historia. Es un personaje que ha sido estudiado y analizado también por historiadores extranjeros. Mientras más se hurga en él crece su arraigo, valor y respeto alcanza su figura en el contexto del país, del Caribe y de América Latina, pues conjuga al valiente luchador por nuestra soberanía, por la libertad y al visionario del porvenir dominicano.

Gregorio Luperón de cuna humilde, nació en la ciudad de Puerto Plata, el 8 de septiembre de 1839. Hijo de la pareja de Nicolasa Duperón y de Pedro Castellanos. Dicha pareja, además procrearon los hijos: José Gabriel, Bernardo, Manuela, Dolores y Ramona Luperón. El apellido Duperón era francés se convirtió posteriormente en Luperón.

Hizo sus estudios primarios en una modesta escuela inglesa de su ciudad natal de Puerto Plata, dirigida por el Reverendo  William Towler, donde dio demostración  de inteligencia y don de mando.

Cuando apenas tenía 14 años de edad dejó el hogar materno para irse a vivir a Jamao, donde se radicó para dirigir los cortes de caoba de don Pedro Eduardo Dubocq, quien se convirtió en su protector. En su casa lee a Plutarco y  otros libros de la biblioteca del Señor Dubocq.

Ocupó en 1857 su primer cargo público como Comandante Auxiliar del Puerto Cantonal de Rincón de Yásica, siendo nombrado por el Gobierno del General José Dsiderio Valverde, en donde se destacó y demostró habilidades en las armas.

Se retiró al año de dicho cargo y se dedicó al comercio en Sabaneta de Yásica.

Cuando se produce la anexión del país a España, proclamada por Pedro Santana el 18 de marzo de 1861, Luperón se declaró contraria a la misma. A partir de ahí inicia sus actividades revolucionarias, sufriendo por las mismas persecuciones y cárceles.

Viajó por diferentes países, como fueron: Cabo Haitiano, Estados Unidos, México y Jamaica. Posteriormente regresó al país para continuar sus actividades conspirativas y tras la ocupación de Guayubín por los dominicanos, es proclamado General de Brigada. Se anuncia una recompensa de quién pudiera dar información de su paradero. Es sometido a nuevas persecuciones y es hecho preso otra vez y logró escaparse, para seguir con sus ideas revolucionarias, hasta el inicio y al fin de la guerra Restauradora en Capotillo, el 16 de Agosto de 1863.

El 3 de septiembre de 1863 asume el mando de Santiago y atacó a la misma. Siendo nombrado Jefe del Cantón de Mari López junto a los coroneles Teodoro Gómez y Andrés Tolentino.

Se instaló en Santiago el 14 de septiembre de 1863, el Gobierno  Provisional de la Restauración, presidido por José Antonio Salcedo, siendo nombrado Gregorio Luperón como Jefe de Operaciones sobre el Este y el Sur del país, enfrentándose  éste al poderoso Ejército Español que comandaba el General Santana. Participó Luperón  en las acciones de los días 30 de septiembre y 1 de octubre de 1863, derrotando a los mismos. Así como también en las de Bermejo, Mojarra, Yerba Buena, Maluco y otras.

Regresó a Baní y producto de las intrigas políticas su vida corre peligro y fue puesto en arresto por el General Pedro Florentino y le dice éste que tiene órdenes de fusilarlo, pero lo deja en libertad y lo remite al Cibao.

El 20 de enero de 1864, el presidente de la República, Salcedo lo nombró en San Pedro de Macorís, como Segundo Jefe del Ejército Dominicano. En los distintos puestos que estuvo dio demostración de mandó y autoridad. El 16 de octubre de 1864 es nombrado como Jefe de Operaciones de la Línea Noroeste. Al final del año 1864 ocupó la Gobernación Civil y militar de La Vega.

Proclaman a Luperón como Presidente de la República, el 24 de enero de 1865, pero rechazó  ésta, designándose a Benigno Filomeno de Rojas. Siendo elegido Luperón como Vice—presidente de la República, permaneciendo en dichas funciones hasta el  24 de marzo de  ese año.

El 24 de enero de 1865 contrajo matrimonio en La Vega, con Ana Luisa Taváres (nació en San José de los Llanos, el 4 de julio de 1850, hija de Eneria Frías viuda Taváres y murió en Puerto Plata, el 2 de enero de 1920) y procrearon dos hijos: Ana Luisa Adelaida (nacida en Turks Islands, el 17 de noviembre de 1867 y murió en Puerto Plata en 1958) y Jacobo Leoncio (nació en Saint Thomás, el 21 de septiembre de 1871 y murió en Puerto Plata, el 21 de mayo de 1896). Luperón tuvo otros hijos con diferentes mujeres.

La hija del general Gregorio Luperón, Luisa Luperón Tavárez casó con Francisco Bordas y procreó dos hijos: Marina Bordas Luperón (se matrimonió con Carlos Juan Landrau del Toro y procrearon los hijos: Carlos José (a) Papín (muerto), Semírame (fallecida), Luís, Gloria, Olga (a) Cuca y Cástulo Landrau Bordas (a) Bomba (éste fue un antitrujillista). De padre, existen dos: Mirka y Renato (fallecida)  y José Bordas Luperón (casó con Flora Mercedes Castellanos Borrel y tuvieron los hijos: Leonor (a) Noné (fallecida), Luisa Catalina (muerta), Flora, José Rafael (fallecido) y Altagracia Bordas Castellanos (muerta).

Fundó y dirigió el Partido Azul. Llevó a varios dominicanos a la presidencia de la República, a través de dicho partido y el liderazgo que ejerció en el pueblo dominicano.

A partir de  ahí Luperón se convirtió en el principal arbitrio de la política dominicana y ocupó los cargos más importantes, como fueron: Miembro del primer Triunvirato que gobernó el país en 1866, junto a los generales Pedro A. Pimentel y Federico de Jesús García; en designado el 2 de septiembre de 1866; Delegado del Gobierno en las provincias de Santiago, La Vega y en el Distrito Marítimo de Puerto Plata, con sueldo de RD$250.00 mensuales. En 1874 fue Diputado por Santiago; Ministro de Guerra y Marina en el Gobierno de Espaillat en 1876.

El 23 de enero de 1876 fue objeto de un atentado criminal en Puerto Plata, del cual salvó la vida.

Fue Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario de la República en diversos países, en 1882 y visitó varios países; siendo recibido por importantes dignatarios de esos países visitados. Algunos de ellos le concedieron condecoraciones.

Luperón visitó a Francia en 1879, asistiendo allí a un banquete al que concurrió el escritor Víctor Hugo. En París, Francia fue proclamado Presidente de Honor de las Sociedades Salvadores de Sena y Salvadores de Francia.

Estando ya en el país Luperón en 1879, el 7 de octubre, constituye bajo su presidencia un Gobierno Provisional en Puerto Plata, siendo ésta Capital de la República, durante casi un año. Su liderazgo aumenta y se convierte el caudillo del Partido Azul.

Mantuvo Luperón lazos de amistad con Eugenio María de Hostos, Dr. Ramón  Betances, Antonio Maceo y otros.

Combatió las distintas dictaduras dominicanas, incluyendo la de su ex discípulo Ulises Heureaux y se vio en la incómoda necesidad de tener que refugiarse en el exilio como forma de evitar morir a manos del tirano Lilís.

Se dedicó a la carrera de las armas, el comercio y las actividades políticas. Fue un amante de la cultura y un ferviente propulsor de la cultura y la educación.

Fruto de su lectura llegó a adquirir una vasta cultura. Escribió los libros: “Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos”, en tres tomos; “Un recuerdo a los dominicanos”; “El Destierro”, y otros. Publicó artículos en los periódicos puertoplateños El Porvenir, Las Dos Antillas, así como en el periódico de Santo domingo: El Nacional. Muchos de estos artículos fueron recogidos en el libro intitulado: “Escritos de Luperón, del licenciado Emilio Rodríguez Demorizi.

Fue un amante de la cultura y un ferviente propulsor de ésta y la educación. Ayudó a fundar instituciones culturales educativas. Logias, etc.

Combatió a su ex — discípulo el dictador Ulises Heureaux y se marchó al exilio; poco antes de morir regresó a Puerto Plata traído por éste.

El General Gregorio Luperón murió en su amada ciudad de Puerto Plata, el 21 de mayo de 1897.

Ahí tenemos, en una breve pincelada al héroe y a la figura preponderante en la historia local, regional y nacional, que por sus  actuaciones y méritos acumulados en la Gesta Restauradora se ganó el primer lugar en la misma.