El río Yuna cuyo nacimiento se encuentra en el vientre norte de la cordillera central drenando hacia la bahía de Samaná, teniendo como sus principales afluentes los ríos Tireo, Camú, Masipedro, Maguaca, Chacuey, Licey, Jaya, Yuboa, Maimón, Jima, La Cuaba y Payabo, con una área de cuenca de 5,268.47 km2, desde muchas décadas ha tenido el grave problema que solamente 1,382.44km2 equivalente al 26.24% de su cuenca está regulada por medio de las presas de Hatillo y Rincón.

Esta desproporción en la regulación, unido a la convergencia de fenómenos meteorológicos, hace que cíclicamente se presenten eventos de desbordamientos, los cuales han afectado principalmente a la cuenca baja.

Con el objetivo de mitigar parte de los daños provocados por los desbordamientos, el Estado Dominicano ha procedido a realizar intervenciones en el Yuna y en su entorno que datan desde los años 70, entre las cuales resaltan: a.-Construcción del Dique Barracote para desviar parte del caudal del Yuna hacia el Río Barracote; b.- Construcción de un muro longitudinal a lo largo del Yuna para aumentar la sección del río y por ende la capacidad de conducción y, c.- Construcción de una red de canales de drenaje en la zona pantanosa situada al suroeste del Municipio de Sánchez comprendida entre la antigua línea férrea del ferrocarril Sánchez-La Vega, al norte, los ríos Yuna y Guayabo, Al Sur y al Este, la Bahía de Samaná.

Dichas intervenciones han resultado insuficientes para enfrentar sus problemas, dado que, en lo que se refiere al Dique Barracote, se ha producido la situación de que los arrastres del río han sedimentado las secciones del Yuna y el Barracote aguas abajo del Dique Barracote, provocando disminución de la capacidad de conducción.

En lo que respecta al muro longitudinal a lo largo del Yuna desde la toma del proyecto Aglipo II, se sabe de la existencia de puntos vulnerables, siendo los mismos clasificados en dos grupos. Uno de ellos tiene que ver con la acción de los lugareños luego de su construcción que han reducido su altura, así como también la rotura del mismo para acceso al río y así extraer arena. El otro grupo se refiere a discontinuidades durante el proceso mismo de construcción, debido a un problema típico de derecho de vía, pues hay viviendas sobre la margen del río en el mismo eje y en el entorno del muro.

Antes eventos meteorológicos de importancia, el río penetra por los puntos vulnerables inundando los predios y afectando las estructuras de riego construidas, que como el Canal Principal de Riego Guayabo del Proyecto Aglipo II, corre paralelo al referido muro.

En la red de canales y drenaje al suroeste del Municipio de Sánchez se conjugan varios factores que dificultan el drenaje, las grandes aportaciones de agua provenientes de las montañas al norte de la carretera Nagua-Sánchez y las frecuentes crecidas del río Yuna que en su camino hacia la Bahía no tiene la sección suficiente y desborda inundando los terrenos. La existencia de una pendiente casi nula y las fluctuaciones de la marea hacen que la zona permanezca inundada por largos periodos de tiempo.

En resumen, la poca regulación de una vasta cuenca como la del Yuna es la principal causa de las cíclicas inundaciones en el Bajo Yuna, lo cual ha generado que los eventos meteorológicos que han impactados el país después de la inauguración en el año 2004 de Aglipo II, hayan tenidos graves efectos negativos antes las avenidas que se han producido en la cuenca baja del Yuna superando los 700m3/seg, con un desborde hacia los predios agrícolas contiguos, afectando sensiblemente a los mismos y a las estructuras hidráulicas construidas por el INDRHI.

Dados los gravísimos problemas enunciados, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), por medio de su dirección técnica, con el propósito de contribuir a su solución, ha propuesto el Gobierno Central tomar varias iniciativas a largo y corto plazo.

Una de las principales soluciones a largo plazo para mitigar las inundaciones en el Bajo Yuna debe ser incrementar la capacidad de regulación de su cuenca por medio de la construcción de nuevas presas, haciéndose saludable la construcción de una presa en el Alto Yuna, con el propósito de mejorar significativamente el desempeño de la Presa de Hatillo, en razón de que las presas existentes controlan, tal y como se dijo al principio solo un 26.24% de la cuenca, con la entrada en operación de la presa de Guagui, el área regulada se incrementará a 27.71%.

Como iniciativas y soluciones a mediano y corto plazo, se requiere adecuar las secciones de los ríos Yuna y Barracote en su tramo final, para aumentar su capacidad de conducción. Mejorar el muro longitudinal construido en el Yuna, de manera que se eliminen los puntos vulnerables y se le dé continuidad en aquellos lugares ocupados por viviendas. Se requiere de acciones coercitivas para que los lugareños no lo destruyan con el propósito de acceso para extracción de arena. De igual manera se requiere reubicar las viviendas asentadas sobre el eje del muro, mejorar la capacidad de conducción de la red de drenaje en los terrenos al sureste del Municipio de Sánchez. Este mejoramiento implica aumento de la sección de algunos canales de drenaje y/o limpieza de otros.

Respecto a AGLIPO I, se necesita limpieza de la red de canales y drenaje. Reparación de las bermas de los canales que sirven como camino dentro del proyecto. Reparación de puntos vulnerables en los muros longitudinales de los ríos Helechal y Nagua.

Asimismo se requiere con relación a Aglipo II, proceder a la reparación de ambas márgenes del río Yuna, aguas debajo de la Obra de Toma donde hay un marcado nivel de erosión. Reparación y mantenimiento de la red de caminos del proyecto (125km).- Construcción cinco diques en el canal.-Terminación canal caño Obdulio.- Limpieza parte alta canal drenaje Guayabo y Construcción de 5 kms. de canal de drenaje desde la alcantarilla de Beauchamp a la Lometa.

Finalmente, se hace imprescindible la plena ejecución de AGLIPO III, el cual estaría ubicado en el asentamiento del Limón del Yuna, en la margen derecha del río El Yuna, cuyo estudio de factibilidad ya fue realizado siendo su costo de US $ 48,990.000.00, para lo cual el país cuenta con el apoyo del Gobierno del Japón, solo estando a espera que sea motorizada su implementación por el Gobierno Dominicano. El mismo tendría los siguientes beneficios para nuestra nación: Beneficiará de manera directa 2,220 agricultores y 476 de manera indirecta.- Incorporará 34,240 tareas de tierra a la producción de arroz. Mejorará la producción en las 106,880 tareas existentes, teniendo por soporte una red de riego y drenaje que contribuirá a la solución de los problemas del desbordamiento del Yuna.