El segundo concierto de la temporada sinfónica 2016 será recordado por todos como un gran concierto y una noche inolvidable. Bajo la dirección del joven director Guillermo Mota y el solista invitado, el experimentado violinista Antonio Rincón, la Orquesta Sinfónica Nacional presentó una noche rusa al más alto nivel.
La participación del violinista dominicano radicado en los Estados Unidos, Antonio Rincón, conocido por todos en el ambiente musical y quien inexplicablemente no había sido invitado para tocar de solista en el país, con una trayectoria profesional envidiable – como solista, músico de cámara, profesor, miembro de varios festivales- demostró esa noche el porqué de su exitosa carrera.
La interpretación del concierto para violín y orquesta del compositor ruso Aram Jachaturián, estreno nacional, según el programa, conocido por su dificultad, (ya dos directores habían acariciado la idea de que se ejecutara antes en el país, teniendo que abortar el proyecto por la exigencia técnica de la parte del violín), no fue obstáculo para el maestro Rincón, quien mostró una impresionante limpieza, articulación, afinación y musicalidad al ejecutarlo.
En lo que respecta a la participación del joven maestro Guillermo Mota, quien actualmente funge como director asociado de la OSN y ha sido el responsable de llevar los ensayos de la misma en este año, de la temporada de conciertos didácticos, así como la puesta de “Pedro y el Lobo” del compositor Serguéi Prokófiev, hizo su debut en la temporada con un programa que directores experimentados lo pensarían antes de presentarlo, Mota exhibió claridad, sensibilidad y sobre todo valentía dirigiendo de manera pulcra el concierto.
Sería injusto dejar de mencionar la excelente intervención de algunos de los maestros de la orquesta, en la obertura “La Gran Pascua Rusa” la concertino Zvezdana Radojkovic, quien realizó un solo exquisito, al igual que el primer trombón, el maestro Carlos Eduardo Torres y en el concierto de violín el maestro Jorge Torres Sosa, primer clarinete de la OSN.
Saludamos y celebramos la política implementada en los últimos años por la Orquesta Sinfónica Nacional y su director, el maestro José Antonio Molina, de dar oportunidad al talento joven dominicano, así como invitar a la diáspora dominicana a participar en las temporadas de la OSN.