Hacia 1991, en la revista Forbes Asap, existió la gran crónica de los eventos tecnológicos en la pertinente pluma de George Gilder. El escritor narró con precisión cómo evolucionó el Internet, esta “maquinaria de información” que todos usamos en el mundo de hoy. Hizo énfasis en todo lo que implicó el nacimiento de Sillicon Valley, hacia los orígenes de este pasado siglo. Fue una larga historia. Entre sus libros, The Sillicon Eye, Microcosmos, Life after Television, Life after Google, Telecosm, The Scandal of Money, entre otros.

El ser contemporáneo está atiborrado de noticias. Y para entenderlo bien, así ha debido ser: un viejo argumento dice que en la medida en que tengamos más conocimiento, mejores decisiones podemos tomar, por ejemplo. Sin embargo, hay que diferenciar entre conocimiento e información (que es lo que hay en Google). Knowledge is power, “conocimiento es poder” dice un viejo argumento atribuido a Sir Francis Bacon con la frase latina Scientia potentia est que apareció en su libro Meditaciones sacras tan temprano como en 1597.

No deja de ser interesante la manera en que nuestras decisiones son tomadas: ante la denuncia de una huelga en Haití, uno deja el viaje y avanza por otros lugares. En caso contrario: se accede a un artilugio como en efecto hacen los compradores. Allí existe un mercado binacional que no sabemos qué tan protegido está contra las revueltas haitianas de los últimos días. Fíjese que los desórdenes no son cronometrados en este lado de la isla y si en las incendiadas calles de Puerto Príncipe donde hay muertos, violencia y un gran dramatismo. El lío de ese país es enorme. Y el asunto es que está próximo a nosotros. Allí está el USAID y el exjefe de la MINUSTAH, dice en el país que prevé hordas hacia República Dominicana en busca de alimento y refugio. Saludamos la intervención de Kelly Craft en esta situación de Haití. Su trabajo ha sido espléndido en un escenario donde los manifestantes quieren –con violencia– a Jovenel fuera del país.

En toda época existen sus personajes adecuados a todo tipo de crónica –como en las crónicas de Gilder que podemos encontrar en sus libros en Amazon–, y la referencia a Graham Bell es necesaria: fue un gran inventor en este mundo tecnológico.

La invención del teléfono –para no decir de la tecnología celular–, fue trascendental y cuando lo usamos no damos las gracias. Fue un inventor que, con unos alambres y la certeza de lo que hacía –o metódicamente experimental–, logró darnos la voz a distancia, incluyendo la voz de un ucraniano amigo de un político llamado Joe Biden que, listo y cómodo, quiere ganar en las próximas elecciones norteamericanas.

Todos saben las complicaciones que le ha proporcionado el teléfono a Trump, su uso. Ha llamado a Zelensky y eso lo tiene sometido a un juicio político que la gente espía como si se tratara como el sueño de una noche de verano. Un teléfono, un artefacto que sirve para comunicarnos a grandes distancias, es motivo –como en el caso Watergate– para poner a un presidente en jaque o hacerlo renunciar como en el caso Nixon.

Lindsay Graham, el actual senador republicano, es familia del gran Alexander, el inventor del teléfono, uno de los fundadores de la National Geographic Society, revista que coleccionábamos en la infancia? La respuesta que tendríamos que darle cuando lo veamos, es: gracias por el teléfono, Mr. Graham!

De nada!, nos diría el senador con una sonrisa.

Mientras tanto, hace una semana el viejo Donald tuiteaba que el Dow Jones había subido a 28,004.8 puntos a cierre, (subió un 80%), y que el Nasdaq se situaba en 8540, y esos son récords. Con esa información se toman mejores decisiones en el mercado bursátil, por ejemplo. En el caso de Haití, la información lo constituye esa inestabilidad convertida en huida y fuego en calles convulsionadas.