Gonzo (El último hombre que queda en pie luego de un "maratón de alcohol")

Ver a Rango (2011 dirigida por Gore Verbinski) reinventar el narrador deficiente, nos recuerda que en el cine el narrador, al menos como lo acostumbramos en la literatura, es innecesario, pero puede llegar a ser un elemento agradable y estéticamente aceptable. En este específico caso tenemos un narrador mentiroso y obstinado con la muerte del protagonista, muerte que al final nunca llega, lo que crea un sentimiento parcial de angustia y ansiedad que dinamiza la trama.

La adición de elementos literarios no es un fenómeno exclusivo de esta película. La intromisión de la literatura en el cine es un fenómeno muy común, pero el que haya llegado ya de tal forma al cine netamente comercial es un indicador de que el público masificado empieza a cambiar sus gustos y estándares.

Otro ejemplo de la hibridación del cine lo encontramos en la enormidad de de cine-documental o el desarrollo de el estilo “cámara en mano”. En una búsqueda por retomar la clientela, que el auge y facilidad para grabaciones amateur, la industria porno recurrió a una técnica periodística “el Gonzo”. El Gonzo permite la ilusión de la fusión espectador-camarógrafo, que por demás está decir que crea el sentimiento de cercanía y fuerza un sentido de verosimilitud. Esta técnica es tan efectiva que no tardo en expandirse del porno profesional al cine independiente y de ahí al cine comercial.

Algo muy parecido al fenómeno Gonzo sucedió en la literatura en el siglo XVIII con el uso de la epístola y del diario como recurso de verosimilitud. La necesidad de la audiencia de creer lo que se les cuenta, supera la capacidad de supresión de la conciencia por parte del espectador-lector por lo que “hubieron” de desarrollar nuevas técnicas y recursos los hacedores de historias; crear nuevos narradores, menos perfectos, menos todopoderosos, más humanos, crear nuevas estructuras de tramas menos estereotipadas, en resumen recursos de verosimilitud.

Las tres entidades responsables del relato de historias de cualquier tipo son el narrador, el autor y la audiencia. La verosimilitud es una necesidad única, y excluyente, de la audiencia. En el caso del cine comercial la audiencia es el grueso de la sociedad actual, una sociedad que parece empezar a despertar ante necesidades más complejas.