“La desinformación probablemente es el daño más grande que los medios pueden hacer…” Papa Francisco.
La semana cierra con el revuelo político causado por una “información” desplegada por medios con los siguientes titulares: “Comisión Ejecutiva del PRSC suspende por un año a Quique Antún del PRSC”; “Suspenden a Quique Antún como presidente del PRSC”; “PRSC suspende por un año a Quique Antún de la presidencia”, entre otros de similar jaez.
Revuelo, porque los titulares, que se dice es lo único en que se detiene un alto porcentaje de los lectores de noticias, daba la “suspensión” como un hecho consumado.
Al entrar al cuerpo de la “noticia” se advertía de inmediato que sólo era un anuncio de algunos dirigentes que adversan a la dirección institucional del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Pese a la sensacional despliegue, todo no pasó de un golpe mediático, de una “falsa noticia”, de “una opinión dirigida, desatendiendo la otra parte de la verdad”, como las que denuncia el papa Francisco en una entrevista difundida anteayer advirtiendo que “los medios de comunicación pueden ser presa de la propagación de calumnias, escándalos, difamación y desinformación”.
Acentuó su indignación comparando “a los medios que difunden rumores sin fundamento y escándalos falsos con las personas que tienen una fijación sexual con el excremento”, reseñó El País la declaración del santo Padre.
Resultó sorprendente la falsa noticia porque todos sabemos que Quique Antún y el Comité Político fueron los directivos que ostentaron la personería jurídica del PRSC en las pasadas elecciones, representando a ese partido en el recuadro número 3 de las boletas congresual, municipal y presidencial.
Es consabido al menos en el mundillo político y entre quienes lo siguen, que esa legitimación electoral y política provino de las asambleas ordinaria y extraordinaria, celebrada en enero en Santiago, máximos organismos de ese partido que modificaron los Estatutos, legalizaron la alianza PRM-PRSC- y proclamaron a Luis Abinader como candidato presidencial, creando un nuevo organismo de dirección.
Sabíamos todos, sobre todo quienes “construyen” las matrices de la opinión pública, que desde esas asambleas ordinaria y extraordinaria de enero no se ha producido ninguna otra reunión que modificara la estructura legal y de dirección del reformismo.
Fallido el golpe mediático y político a la institucionalidad del PRSC, se habla ahora de llevar la insubordinación al Tribunal Superior Electoral (TSE), una iniciativa que de ser materializa también resultará fallida, pues esa instancia ha establecido ya varias jurisprudencias sobre casos similares.
La más notoria y parecida jurisprudencia con relación a este caso fue la suspensión del presidente y otros directivos del PRD por una parte de los miembros de la Comisión Política de ese partido, suspensión que fue rechazada de entrada por el TSE debido a que reñía con el debido proceso, incluyendo la prohibición de los juicios sumarios.
No se sabe si Quique fue estatutariamente convocado al “juicio” en que conforme mandan la ley y el buen sentido , sobre todo en momentos en que todos sabemos que guardaba convalecencia por una intervención quirúrgica que le habría impedido estar participando en reuniones.
Es importante dilucidar este tema porque la institucionalidad del PRSC y de cualquier otro partido del sistema nos concierne a todos.