Los incendios forestales son una amenaza permanente para nuestros bosques, especialmente, en nuestras cuencas hidrográficas con vegetación predominante de pino nativo o pino cuaba. Estos pueden ocurrir por razones naturales y por conductas inapropiadas del hombre, que es la causa más frecuente y dañina -verbigracia los incendios de origen antrópico del Pico Duarte en 2005 y recientemente, en Valle Nuevo 2015-.

Los incendios sean de tipo natural o causados por el hombre, tienen épocas de ocurrencias por lo cual debe tenerse una estrategia preventiva. Si no se establece una adecuada y oportuna estrategia de prevención, éstos no sólo se presentan sino que una vez se inician, pueden expandirse de manera descontrolada, causando daños al bosque, la diversidad biológica, la cobertura del suelo, propicia la erosión del suelo, se afectan propiedades y recursos intangibles. El tiempo y la participación favorable del hombre, permite la recuperación. Los fuegos forestales, se incrementan con la sequía, los vientos, la abundancia de masa biológica, inadecuado manejo del bosque y son una amenaza permanente, por lo que representan un desafío para su control, manejo y fácilmente, se pierde el control.

Tal como ocurre en los incendios forestales descontrolados, un gobierno que no toma las acciones apropiadas, pertinentes y oportunas, pueden generar un descontento en la población, que propicie una convulsión social, que puede y debe ser evitada. Mientras los incendios forestales se propagan por la intervención tardía, negligencia, falta de equipos y personal poco entrenado para su manejo, la convulsión social, se alimenta de la pobreza, las insatisfacciones colectivas, alta tasa de desempleo, deficientes servicios de salud, educación, transporte, energía eléctrica, agua potable, alto costo de la vida, escasez de circulación del dinero, etc.

Estos factores y deficiencias generalizadas, propician e incentivan la delincuencia, el crimen, el robo agravado, tráfico y consumo de drogas, irrespeto a las leyes, creando un cóctel de inestabilidad social e ingobernabilidad, con el agravante de que el robo de cuello blanco, es cada vez más notorio.

El gobierno del presidente Danilo Medina, tiene acumulados suficientes ingredientes negativos, para que los factores que pueden crear una convulsión social, se desencadenen, sino se produce un cambio valiente, certero y justo, para combatir la corrupción al tiempo de enfrentar y reducir la impunidad. Ver link

http://acento.com.do/2017/opinion/8459313-peligro-verde-rojo/

Señor presidente Danilo Medina, no nos coloques en riesgo de perder lo mucho por proteger lo poco. Aunque Ud. está en desventaja frente a su pueblo, porque carece de credibilidad, porque nos ha mentido de forma reiterada -sus mentiras están frescas en nuestras mentes-, porque no ha cumplido con su deber constitucional de combatir la corrupción y mucho menos por el rumor público, como prometió.

Entonces, conviértase en bombero de su propia causa, para combatir “el incendio” que está casi fuera de control, creado por sus actuaciones en defensa de los errores propios y ajenos. Mirese en el espejo de las actuaciones de otros países, donde la materia prima del disgusto colectivo, conduce a un retroceso innecesario.

¿Y como apagar el fuego, que amenaza con convertir en cenizas su administración? La historia ha puesto en sus manos, esa GRAN OPORTUNIDAD!!!  ¿Como?

1- Designar un fiscal independiente y creíble de común acuerdo con la Sociedad Civil, para lidiar con la corrupción, comenzando por el caso ODEBRECHT y Ud. dar una muestra de coraje, poniéndose a la disposición de dicho fiscal;

2- Apliques una re-ingeniería que provea independencia, honestidad, decencia, capacidad ética para impartir justicia en las Altas Cortes, designando jueces no comprometidos con mantener el sistema de impunidad, construido por su antecesor y afianzado por su administración.;

3- Renueve su gabinete, no solo está momificado, la nueva sangre llegó con tanta ambición…que han intensificado la corrupción!!!

Creemos que con esas tres acciones Señor presidente, el Movimiento Verde, saldrá de las calles y tal vez no sea necesario, meterse a los barrios y sectores fáciles de ser enardecidos y romper su tranquilidad, porque Ud. debe saber que en las masas, conviven tanto los “sabios como los imbéciles” según el tratado Psicología de Las Masas (Gustave Le Bon, 1885).

Recuerdes, que el Poder es temporal, cosa que se le olvidó a expresidente Leonel Fernández. Evitemos, un fuego social convulsivo al estilo de un fuego forestal descontrolado…