La administración del presidente Danilo Medina, logró ganar las elecciones del 2012, entre otras cosas, pactando con la corriente interna de su propio Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que le adversaba y que fue necesario asegurarle impunidad hasta lo insospechable. Basados en dichos acuerdos de impunidad, se archivó sin valorar el sometimiento del expresidente Dr. Leonel Fernández; se archivó el expediente del exministro de Obras Públicas Ing. Díaz Rúa; se premió al Senador Félix Bautista, con un NO A LUGAR -intencionalmente no fue recurrido-; se olvidó el robo de los 130 millones de dólares de Sund Land -con la Suprema Corte de cómplice- y otras barbaridades de corrupción. Para dicho pacto de impunidad, se usó la expresión presidencial: “No tirar piedras para atrás”.
Siempre se ha escuchado dentro del PLD, que Medina es su estratega. Haciendo honor a dicho calificativo y de forma maquiavélica, disipó los vientos de las aspiraciones presidenciales del Dr. Leonel Fernández -al cual visitó fingiendo solidaridad-, trayendo desde Los Estados Unidos a un confeso narcotraficante -Quirino Ernesto Paulino Castillo-. El poder acumulado por el ex-presidente Fernández -en el Sistema de Justicia, Junta Central Electoral, Tribunal Superior Electoral, Senado, Cámara de Diputados, Cámara de Cuentas, FFAA y Policía Nacional, más los recursos económicos acumulados, etc.-, era necesario conquistar y sumar para sus propósitos ulteriores, ya sea por aparente solidaridad partidaria, engaño, ofrecimientos de cargos, prebendas, amenazas de sometimientos judiciales o compra vulgar, un híbrido de lo anterior, ocurrió.
El señor presidente Medina, no confío en las estructuras de corrupción establecidas y/o permitidas por Leonel, por lo que prefirió establecer su propio sistema de corrupción e impunidad, para balancear y/o superar el anterior y sobre todo, bajo su control. Con los insumos del poder -presupuesto de la nación y todas sus instituciones, servicios de información privilegiados, mecanismos para fomentar el clientelismo, etc, -, se agenció su propio congreso, ayuntamientos, Sistema de Justicia y demás árbitros necesarios para decidir a su favor.
Como parte de la estrategia, comenzó a mentir, se despojó de los escrúpulos requeridos a la altura de un jefe de Estado, en representación digna de su pueblo y hasta expresó que había que “…comerse un tiburón podrido para reelegirse…”, y se lo comió!!! Esta realidad, implica que no importan los fines sino los medios, incluyendo robar, dejar hacer y hasta matar, como dice un miembro del Comité Político que no pagaba la luz, que según Nuria Prieta, es un ladrón.
Como estamos en la época de la comunicación, todas sus mentiras y engaños, han quedado grabados y para su vergüenza, le son recordados en las redes sociales y otros medios de comunicación masiva.
Hoy dia, en la población existe una percepción de no credibilidad, creada por el propio presidente Medina y sus autoridades. Dicha percepción de incredibilidad, se afianza en varias expresiones que han probado ser burdas mentiras y frases aparentemente cautivantes, pero que han sido solo para engañar a los ignorantes, que son muchos.
Precisamente, una de sus expresiones justificadoras para no reelegirse fue: “Los funcionarios con la reelección, no distinguen la línea entre los bienes partidarios y los bienes públicos” y que para reelegirse “hay que echar los escrúpulos al zafacón”. En estas dos aseveraciones, caben todos los ilícitos posibles -los casos de corrupción e impunidad, sobran-, Entonces, no preguntes ¿Qué cuál corrupción?
También, Ud. señor presidente Medina dijo: “…si el PLD transita la reelección, pagará un precio muy caro…”. Precisamente, a pesar de conocer, saber y comprender el significado de esa frase, no le ha importado estar llevando no solamente al PLD, sino al país, a pagar un alto precio. Ese alto precio se refleja en la intensificación de la corrupción desde el propio Palacio Nacional hacia abajo, incluyendo los congresistas: OISOE, Los Tucanos, Los Tres Brazos, el CEA, Odebrecht, Obras Públicas, etc, etc.
Entonces, con esta breve radiografía, la población no le queda otra alternativa que no sea asediar al gobierno para reclamar sus derechos y en procura de transparencia y decencia en la gestión pública. Obviamente, es algo que el presidente ya no puede ofrecer y mucho menos sus funcionarios designados y electos al tiempo que su prensa alquilada, no puede tapar.
La “magia temporal” de las visitas sorpresa, ha pasado. Ya Felucho, se sinceró con relación al mega-escándalo de Odebrecht – los del CP son todos culpables o cómplices-.
Por tanto, su gobierno está siendo asediado por la comunidad nacional e internacional, en reclamo de la cero corrupción e impunidad, que sólo será creíble con fiscales y jueces independientes, no seleccionado por Ud. y su Comité Político.
Entonces, en honor a sus palabras de que ”…el PLD pagará muy caro transitar el camino de su reelección…” y el precio es que Ud. ha puesto el gobierno al garete!!!