El acceso a la información pública se convierte en una condición fundamental para dar paso a la   apertura gubernamental, que es una etapa en el proceso de construcción de un Estado de Derecho y en el camino de los pueblos para fundar una democracia real, donde la participación del soberano esté en el centro de las decisiones de las políticas públicas y de esa manera podamos concretizar el principio de que el poder pertenece al pueblo.

En esa dirección nos permite penetrar  el ocultamiento, la discrecionalidad e iniciar una intensiva y urgente apertura de los datos en dominio del Estado, para lo cual es necesario pensar e impulsar el uso de software libre, datos reutilizables, reducir la brecha digital y  demandar información pública de calidad, oportuna, veraz y adecuada, con un fácil acceso para todos y todas.

Para transitar el camino hacia un Gobierno Abierto debemos superar el poco acceso a la información, la poca implementación de verdaderas políticas de Gobierno Electrónico,  mejorar la gestión pública aprovechando las Tics, incrementando su cobertura, eficiencia, eficacia, garantizando una mayor participación de los ciudadanos/as para mejorar su calidad de vida.

Una condición importante para hablar de Gobierno Abierto es el uso de las tecnologías de la información y comunicación, en el marco de un proceso de apertura del Estado que viabilice el acceso y entrega de servicios gubernamentales, que promueva la participacion y la trasparencia de la gestión pública, para mejorar la acción de la administración del Estado.

Desde esta perspectiva, digitalizar el gobierno no es sinónimo de instalar unos cuantos servidores o nuevas computadoras o diseñar nuevos portales Web, más bien supone la necesidad de transformar las relaciones entre el gobierno y la ciudadanía, contar con información en línea y georeferenciada, firma electrónica y digital, documentos y archivos electrónicos, la protección de datos, medios de pagos electrónicos, mejor usabilidad y accesibilidad, abrir las ventanillas únicas, oficinas virtuales de atención al usuario. Estas acciones conducen a una garantía del derecho de los ciudadanos al Gobierno Electrónico. De no lograr estos primeros resultados, es una ficción, una falacia hablar de Gobierno Abierto en nuestro contexto político e institucional

Por ello, las iniciativas de gobierno digital comprenden innovaciones en el interior de las organizaciones del sector público,  procesos de mejora, relacionados con los servicios públicos, la renovación de estructuras organizativas de tipo burocrático; de manera que permita y de paso a la instalación de un Gobierno Abierto, creando nuevos espacios de participación, dando lugar a procesos gubernamentales más transparentes y provocando un cambio cultural que motive  nuevas mentalidades de los actores y todo esto implica el rediseño de procesos para que el Estado pueda ofrecer servicios de calidad para satisfacer las necesidades de la gente, este es el camino para un gobierno que se abre al escrutinio público, para construir en colectivo desde la oferta de servicios y los diseños de las políticas conduzcan a una mejor la administración pública, participando la población en las tomas de decisiones y resolviendo los problemas con propuestas y acciones surgida al interior de la ciudadanía.

Para impulsar la Iniciativa de Gobierno Abierto, tenemos que tocar de manera medular el funcionamiento de la administración pública y será necesario repensar nuestro sistema democrático, empezando por la apertura de los partidos políticos, instancia con prácticas de control de información, con estructuras cerradas, rígidas y una cultura presidencialista, de manera que puedan erradicar el ocultamiento y la clasificación de las informaciones, una expresión clara que demuestra la opacidad de estas entidades.