Mi primer encuentro con la problemática dominicana del GLBT ocurrió como suele pasar al explorar un nuevo país, vía la pop-cultura. Escuché una canción de Vakeró lo cual me horrorizó bastante, con la obvia homofobia enmascarada en su melodía bien pegajosa y el ritmo tan bailable. Pero reflexioné – En el universo del RAP ni siquiera se tratan estos temas (aunque Vakeró es cantante, es el de los raperos). La canción un tanto torpe pero apoya, alienta y afirma las minorías GLBT, respaldando su derecho a ser quienes son. Bueno, es más que nada…
Ya que más que nada usualmente no basta. Hoy en día mi continente de origen se encuentra en un debate y en un proceso de introducir cambios legislativos acerca de las minorías sexuales y sus derechos (Polonia, en este caso no es por desgracia un ejemplo digno de alabar…). Este es un paso imprescindible para garantizar la real igualdad social, así como para incorporar a la vida cotidiana los ideales de democracia. Sin igualdad legislativa de derechos matrimoniales, fiscales, hereditarios, entre otros, y más, ante la criminalización, discriminación e incluso frente al hecho de "barrer abajo de la alfombra" las cuestiones de GLBT pretendiendo que no existen tendrá y ya tiene consecuencias perjudiciales. Hablo de los asuntos a nivel social como de las numerosas tragedias personales, ya que las estadísticas a nivel mundial son claras: los suicidios en adolescentes prevalecen entre los homosexuales, se destacan también altos niveles de depresión en toda la minoría y regularmente se reportan casos de crímenes de odio. Por otro lado el miedo a estos escenarios lleva a una vida falsa y, por tanto, sentirse obligados a casarse en el tradicional sentido de la palabra, engañándose a sí mismos y a sus cónyuges, lo que puede en consecuencia provocar infidelidad, divorcio y/o familias rotas.
Había una vez…
Cuando las culturas indígenas de tierras latinas representaban un nivel notablemente avanzado, respetuoso y tolerante hacía las cuestiones de orientación así como hacía la mujer y sus derechos. En los tiempos precolombinos en toda la región los homosexuales solían ser considerados "especiales, mágicos, dotados de poderes sobrenaturales cuya cercanía era augurio de buena suerte". Según estudios antropológicos las culturas precolombinas exponían: "una visible tolerancia o aprecio a las prácticas homosexuales similares a las del mundo mediterráneo pre-cristiano o las de la India clásica, omnipresente respeto a la bisexualidad, homosexualidad como implicación de la sabiduría siendo la representación de lo masculino y femenino en un solo ser". La llegada de los colonizadores europeos además de la erradicación casi completa de las culturas indígenas en estas tierras estableció también la habitual homofobia europea, además de la ubicua discriminación y el nuevo orden social basado en clasismo y racismo.
¿Y en el día de hoy?
"La legislación sobre asuntos GLTB es muy dispar en la región latina, y todavía imperado por el machismo y la homofobia en un gran sector de la población. En general existe una gran diferencia entre los códigos penales de América Latina y los países de la región del Caribe. Mientras que en toda Latinoamérica la homosexualidad está despenalizada, en varios de los pequeños estados caribeños todavía es ilegal y se condena con diversas penas de prisión. Sin embargo, fuertemente destaca el ejemplo horrífico de Ecuador donde, todavía en 2011 funcionaban 207 "clínicas" en las cuales se cautivaban mujeres homosexuales y las violaban, torturaban y golpeaban en un intento de "sanarlas" de la homosexualidad, hasta que muchas de ellas morían de hambre o daños recibidos. Lejos de ser clandestina, esta brutalidad sistemática a las mujeres pasaba a la vista y con la aprobación tácita del gobierno del país. Además, en algunos países, como en las Bahamas, Bermudas, Chile y Surinam, existe una discriminación consistente en que la edad de consentimiento sexual es diferente para los homosexuales que para el resto de la población. Once naciones, todas ellas en las antiguas Indias Occidentales Británicas, todavía penalizan "sodomía" en su legislación, incluyendo Jamaica, Dominica, Barbados, Guyana y Trinidad y Tobago. Junto con esto, varios países han adoptado legislaciones para condenar específicamente las discriminaciones y agresiones sufridas por motivos de orientación sexual o de género."
¿Y en nuestro propio vecindario?
"Tanto la actividad homosexual masculina y femenina es legal en la República Dominicana. Parejas del mismo sexo no tienen derecho a las mismas protecciones legales disponibles para las parejas casadas de distinto sexo. La edad de consentimiento, independientemente de la orientación sexual es de 18 años. Hay discriminación contra los dominicanos GLBT. Uno de los factores es la religiosidad muy conservadora. En el verano de 2006, varios clubes y bares gays en Santo Domingo fueron cerrados. Sin embargo, el caso se presentó ante un juez local, que dictaminó que los cierres constituían una discriminación ilegal. La República Dominicana no reconoce legalmente las uniones homosexuales. La Constitución prohíbe el matrimonio homosexual." La próxima semana entraremos en detalle sobre la comunidad GLBT dominicana a base de entrevistas realizadas.
No he escrito este artículo para explicar cosas obvias; la homosexualidad no es una enfermedad ni patología (así decidido después de años de análisis por la Organización Mundial de la Salud, así como Sociedad China de Psiquiatría entre otras organizaciones de salud y psiquiatría); la sexualidad humana es mucho más compleja y sirve para mucho más que procrear; la igualdad de derechos para hetero y homosexuales no perjudica ni la moralidad ni la institución de familia, porque en los dos casos lo que perjudica cualquier cosa es la estupidez, el maltrato de unos a otros y la falta de dignidad y respeto entre personas. Tampoco lo he escrito para repetir que la orientación homosexual existe en el mundo de animales y vegetales, pareciendo tener alguna función evolutiva. El porcentaje de las personas con la orientación homosexual a lo largo del tiempo oscila alrededor de 4 % de la población y su nivel se mantiene fijo. Tampoco he escrito este artículo para refutar lo absurdo de los argumentos religiosos contra-gays ya que las iglesias históricamente con el mismo fervor proscribían los libros científicos o quemaban brujas. Las iglesias usualmente llegan tarde a todos los descubrimientos y avances de la humanidad, pues sí, eso también es solamente cuestión de tiempo. Además, parece que para los creyentes verdaderos el mensaje de amor y lo de respetar y amar al prójimo debería cancelar el odio, supongo yo.
El para qué he escrito este artículo es para darles espacio a reflexionar y pensar dos veces antes de discriminar, antes de habilitar odio.
Ya que la homosexualidad no se elige, y la homofobia sí.