En nuestro desempeño de puestos públicos nacionales e internacionales siempre hemos criticado que los asesores extranjeros, distorsionando sus funciones de consejeros, actúen como ejecutivos de las entidades a las que prestan sus servicios, sustituyendo, sin disimulos, al incúmbete nacional. Esta ha sido la historia en el país debido al complejo de Guacanagarix que inclina a la subordinación y a la deshonestidad  de muchos profesionales de prestarse a desempeñar puestos públicos sin la adecuada calificación.

Esta reflexión la utilicé para entender la reciente teatral y “axiomática” exposición pública del señor Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York. En PROYECTA calificamos estos planteamientos de teatrales por su simpleza y “axiomática”porque carente de argumentos hay que creerle. Se observó una gran contradicción de que sin leer las propuestas relativas a la inseguridad pública del dirigente político que vino a “asesorar”, las calificó de “muy buenas” e indicó que la ajustará a su estrategia ejecutada en Nueva York, lugar de condiciones muy distintas a las del país.

En su sobredimensionada presentación pública el señor Giuliani indicó como una novedad    mejorar los salarios de los policías, lo correcto era decir mejorar sus condiciones de vida. También señaló que disminuir la corrupción es clave.Esta es una causa indirecta y el costo no es alto como planteó. La principal causa, lea a los economistas Piketty y Stiglitz, son las desigualdades.

Recuerde señor Giuliany que en su país el 1% de la población posee más del 95% de las riquezas. Usted redujo la delincuencia en Nueva York pero no disminuyó las desigualdades. Sencillamente transfirió delincuentes de unas zonas geográficas a otras. Sin embargo, en nuestro país el problema es más complejo, por lo que sus experiencias incluyendo las que pudiera tener de países latinos nada ayudan.

A todo pulmón dice que elaborará un plan contra la delincuencia, marginando a los excelentes técnicos nacionales existentes en esa agrupación política, obviamente con un programa  simple como en Nueva York. De ser así, está muy equivocado. Estados Unidos es un país desarrollado, en el cual las desigualdades inteligentemente se acompañan con un   programa de Bienestar Social. Allí están relativamente satisfechas muchas de las necesidades que en nuestro país constituyen causas dedelincuencia.

El tema es multidimensional y forma parte de un círculo vicioso que se inicia porque las desigualdades generan ausencia de ingresos para que más del 44% de pobres no pueda   comprar los productos para satisfacer sus necesidades básicas. A esa situación de insatisfacciones es lo que se llama pobreza, que los impulsa a delinquir, creando la inseguridad ciudadana que usted dice que resolverá con un simple programa o usted está en condiciones técnicas y políticas de elaborar un plan que reduzca las desigualdades existentes por siglos en el país.

En PROYECTA sabemos que inseguridad pública es consustancial del subdesarrollo, por ende, su reducción depende  de la ejecución de un Proyecto de Nación (plan de desarrollo) acompañado de una estrategia de reducción de la pobreza,que usted no elaborará ni recomendará debido a que fortalecería nuestro Estado de Nación, finalidad contraria a sus concepciones globalizadoras.

Señor Rudolph Giuliani usted es un GLOBALIZADOR por la manera abrupta en que sin ser ciudadano dominicano, sino un asesor extranjero, realizó declaraciones públicas políticas que afectan negativamente la seguridad jurídica, violentando el Estado de Derecho dominicano. Usted concibe que la democracia siempre está en peligro en países subdesarrollados como el nuestro, en consecuencia ustedes (los globalizadores extranjeros) entienden que están facultados a intervenir con palabras y acciones en el acontecer político interno de estos países. Por esta razón, sus indelicadas expresiones públicas en su condición de extranjero, su comportamiento avasallante lo entiende como un derecho internacional y no como lo que efectivamente es, una injerencia.