El presente tema lo asumí orientado bajo el interés de seguir enmarcando nuestros trabajos por la línea académica, por entender, que no pocas personas, incluso que interactúan en la vida política, piensan la existencia de esta figura como parte de la acción política.

Por lo tanto, basado en mi experiencia, incluso en las aulas, el trajinar político de los partidos y de analistas sobre ciencias políticas, el término es poco socorrido. Pocas veces he escuchado usar que dentro de un fraude electoral de los que han sucedido en nuestro entorno,  alguien haya pensado en esta variedad de manipulación de resultados.

Resulta cotidiano, que al momento de recibir una sorpresa por las variaciones de los resultados de un proceso electoral determinado, los afectados o las victimas siempre acuñan la palabra fraude colosal, y no es para menos, porque la práctica más usada en nuestro país, ha sido la compra de cedulas, trastrueques de electores, escamoteos de curules, etc.,  pero pocas veces, se piensa en la posibilidad de un Gerrymandering.

A partir de una cátedra impartida por el profesor José Enrique Molina, como parte de los docentes de una maestría que cursamos, interioricé el término, pero, a pesar de que lo había estudiado, jamás lo había socializado, y el tema, como jamás lo he escuchado en el argot político dominicano, solo lo tenía en mi memoria para abordarlo si llegaba la circunstancia académica.

El enriquecimiento conceptual del tema, a pesar de su limitada bibliografía, según nuestros esfuerzos en hurgar sobre el mismo, lo asumimos a partir de la fuente, dcpa.wikidot.com/wiki:Gerrymandering, la cual nos ofrece unos planteamientos de mucho valor académico, en tanto que establece que proviene de una nomenclatura del uso del  juego de palabras, combinando el apellido del gobernador de Massachusetts Elbridge Gerry  y Salamander que en ingles significa Salamandra, término asumido en razón de que el orden jurisdiccional, distritos geográficos o más criollo, circunscripciones políticas, radica en la ordenación de forma caprichosa, electoralmente hablando

Silvia Martí Sánchez, en Cuadernos Manuel Giménez Abad, No. 15-julio 2018, nos ofrece casos de acciones constitucionales por aplicación del Gerrymandering, principalmente en los Estados Unidos, que ha sido el referente por excelencia de la manipulación de voluntades con el uso de esta figura, aunque no exclusiva, debido a que científicamente dicha práctica se ha usado en América Latina, en especial, Chile, Venezuela, Argentina, así como países como Irlanda del norte, Australia, Polonia, etc. .

En la fuente ya citada, encontramos, por ejemplo, (Levitt, 2010) quien refiere que resulta de la manipulación en el diseño de las circunscripciones electorales, cuyo objetivo-como manipulación- es obtener una ventaja sobre los rivales políticos durante las elecciones.

Puntualiza además, que el uso de la manipulación de las fronteras de las circunscripciones es característico para Estados Unidos, y que abarca, tanto  las elecciones federales como a nivel nacional. Que a través de su uso, los políticos de forma ventajosamente, recurren a él  con el fin de aumentar sus posibilidades de obtener un escaño.

Por su lado, la fuente citando a Torrens, 1996:356, define el Gerrymandering como la técnica que consiste en delimitar circunscripciones en función de criterios exclusivamente partidistas para privilegiar a una candidatura concreta. Se realiza con un diseño coincidente con la distribución geográfica del electorado de un partido, para favorecerlo.

El termino resulta de una fuente periodística atribuido al Gobernador del Estado de Massachusetts, Estado Unidos, Elbridge Gerry, hacia 1812, interesado que su partido demócrata no lograra la victoria en los distritos del norte y el oeste del estado, decidió unificar todos esos distritos en uno solo, a fin de lograr que se obtuvieran menos escaños en la legislatura. A tal fin, esta figura a partir de Gilbert Stuart, se representa en un extraño animal con garras, alas y una cabeza que recuerda al dragón.

Es a partir esto, que se designa a cualquier forma de manipulación de los distritos electorales con fines partidista, como Gerrymandering.

A propósito de lo ya dicho, no es que tenga una fuente en que en la Republica Dominicana se haya usado la unificación de algunas circunscripciones para que demos por un hecho la aplicación de un Gerrymandering, pero, es de vasto conocimiento que en la vida política y electoral de dicho país, se han generado trasiegos de electores de unas circunscripciones a otras, incluso, y esto puede ser un inferencia, se ha dicho que se han conformado demarcaciones con extranjeros haitianos y se han puesto a votar por determinados partidos políticos, en detrimento de los demás.

Como colofón, lo que refiero es que si en los Estados Unidos y otros países de América se ha aplicado esta figura, sería lógico inferir que en la Republica Dominicana, quizás sin etiquetarlo con ese nombre, algunos procesos hayan sido permeado por esta práctica. Además, si un hay un dicho que dice que Dios me cuide de las aguas mansas, que de las bravas me cuido yo, sería bueno aconsejar, que si existe mansamente, habría que cuidarse del Gerrymandering.