El abordaje del profundo problema de seguridad ciudadana en la República Dominicana, está estrechamente vinculado con aspectos de la geopolítica que inciden de forma directa e indirecta, considerando la ubicación geográfica del país, su condición de insularidad, los contextos societales, el sistema político y los factores culturales.
También consideramos que no existe una definición única y acabada de geopolítica, sabemos que es una ciencia multidisciplinaria, también la misma puede cambiar de acuerdo a los procesos históricos y sociales, además puede obedecer a las distintas escuelas del pensamiento que interactúan en esta rama de las ciencias sociales, que aún es un desafío epistemológico y de la ciencia su abordaje, que cruza por los planteamientos de: Karl Ritter, Alfred Mahan, Friedrich Ratzel, Jorge Atencio, Jaime Vicens Vives, Halford J. Mackinder, Alberto Escalona Ramos, entre otros.
La reflexión nos indica que los principales peligros para la paz y la vida de los ciudadanos en América Latina y el Caribe, ya no deviene de las guerras entre los Estados, sino más bien la violencia y de los homicidios dolosos, sin olvidar el dato estadístico de ser esta la región más violenta del mundo, además de las sociedades fragmentadas a causa de la inequidad, considerando que es la región más desigual del mundo.
Un punto fundamental en este análisis está vinculado al problema de la corrupción, por su erosión al Estado de derechos y como las redes del crimen internacional organizado van penetrando los Estados y sus consecuencias directas del aumento del consumo de droga, la violencia.
Estas ideas iniciales nos conducen a una reflexión más integral de la geopolítica e iniciamos un acercamiento al pensamiento propio y afirmamos que el estudio de la geopolítica como ciencia, está vinculada al poder de los Estados y de los grupos con capacidades de intervenir en las políticas internacionales, que con el auxilio de otras ciencias, económica, política, derecho, sociología se determinan el comportamiento en los grupos sociales, a partir de la capacidad de dominación, influencia e impacto a nivel mundial.
La seguridad ciudadana no puede ser abordada y desvinculada de la seguridad nacional, porque es una condición permanente de soberanía, independencia, integridad territorial, que en el marco institucional de Estado de Derecho, provee las garantías necesarias a la nación para la vigencia de sus intereses y objetivos nacionales, frente a cualquier amenaza, riesgo o agresión interna o externa, así como el goce de las libertades individuales y los derechos sociales, políticos y económicos, conforme la ley.
La seguridad ciudadana es abordada en todos los países de la región, debido a lo progresivo del fenómeno y sus vínculos con otras problemáticas como su influencia en las políticas públicas de la región y de cada una de las naciones, donde en los últimos años se registra un aumento y gravedad de los delitos contra la vida y el patrimonio.
Las amenazas a la seguridad ciudadana está asociada a la delincuencia organizada transnacional y en nuestro contexto están relacionadas a factores interno y externo, entre ellos, la pobreza, la corrupción e impunidad, el contrabando, el tráfico de personas, armas, drogas; el lavado de activos; el deterioro ambiental, las enfermedades infecto-contagiosas, que su presencia y ausencia de control facilitan la penetración del crimen internacional organizado en las distintas estructuras societales y al interior de las instituciones encargadas de prevención, persecución o sanción del crimen y el delito.
La elaboración de propuestas de políticas de seguridad deben partir de la comprensión de nuestra propia realidad y contexto, deben partir de una claridad de las amenazas de carácter local, nacional, regional, también deben tener una de conexión con factores geopolíticos que inciden en la problemática y que deben ser considerado para sus propuestas de soluciones, como la globalización, la desregularización del comercio, la internacionalización del capital, el desarrollo de la tecnología de la información y la comunicación, la liberalización de las fronteras, los flujos de personas, etc.
En ese contexto y con las debilidades de las instituciones del Estado, el incumplimiento de las leyes, el avance de la corrupción e impunidad, facilitan la penetración del crimen transnacional organizado, que en ocasiones realiza sus operaciones con capacidades estratégicas y recursos superiores a los del Estado, pivoteando , dinamizando e incrementando los flujos de capitales internacionales, regionales, nacionales y articulándose con los procesos de la economía “legal” proporcionando un valor agregado y acumulaciones vitales al sector financiero internacional.
En el caso de la República Dominicana el crimen internacional quebranta la seguridad ciudadana, garantizando la impunidad de sus actuaciones y enriqueciéndose rápidamente, de ahí la importancia de los análisis prospectivos y geopolíticos para comprender los cambios globales y el futuro, para prevenir situaciones, orientar procesos, definir políticas y estrategia ante los vertiginosos cambios planetarios en el orden político, social y económico que impulsan una nueva reconfiguración del poder.