Sobre la función de las islas del mundo y del Caribe, en ocasión de una visita a la Florida, patria chica de Al Capone.

• Se admite con frecuencia y por error,  que el primer teórico de la geopolítica, es el alemán Frederick Ratzel a partir de su obra “Politische Geographie”, escrita en 1896 y que  le sigue,  el sueco Rudolf Kiellen, quien  en plena Primera Guerra Mundial, acuñó el concepto de  “geopolítica”, en su obra “Staten som Lifsform” traducida al alemán en 1924 por Sandmeier (Der Staat als Lebensform) o  “el Estado como forma de vida” en español. Para Kjellén, la “Geopolitik” es “la influencia de los factores geográficos, en la más amplia acepción de la palabra.

El primer geo político o geo militar o geógrafo político es además de Vauban, el geo militar francés, es:

• James Monroe, presidente de los Estados Unidos de América, quien sin ser “geopolítico” ni geógrafo, ni militar,  puso en práctica, un concepto que, con dramáticas consecuencias, se incorporaría  a los fundamentos de la geopolítica: “el espacio vital”, concepto que emitió  en diciembre de 1823, ante el Congreso de su país  y que se transformó en una doctrina a la base de muchas invasiones o ocupaciones territoriales.  Al punto que Haushofer militar y geógrafo alemán, ideólogo del nacionalismo alemán con Rudolf Hess y fundador del partido al cual adhieren Adolf Hitler y Joseph Goebbels, reconoció a James Monroe, como el real primer fundador de la  geopolítica y a su doctrina del “Destino Manifiesto (1840)  como  el primer esquema geopolítico del mundo. Después, vendrían otras concepciones como el Corolario Roosevelt (1905), los 14 Puntos de Wilson (1918)  que forman parte del pensamiento geopolítico norteamericano. Hubo otros autores,  como Ellen Churchill Sample, Ellsworth Huntington, Isaiah Bowman y Derwent Whittlesey, que fueron, en su tiempo,  geógrafos reconocidos y son  referentes obligados de esa escuela y  de la Geopolítica en general.

Como lo es Nicholas Spykman, geógrafo norteamericano,  de origen holandés, quien en su obra “America Strategy in World Politics” (1942) se refiere a la geopolítica, como: 1) asociada con la escuela histórico-filosófica del III Reich; 2) sinónima de geografía política y 3) como estudio y planificación de una política de seguridad (militar). Ademas, Spykman, quien estudió los preceptos geopolíticos de Haushofer, definió la geopolítica como “el planteamiento de la política de seguridad de un Estado, en términos de sus “factores geográficos”  idea que está orientada a la política de seguridad del Estado, y que cimentó el pensamiento geopolítico estadounidense con esa perspectiva. Ese geo- politólogo estadounidense vislumbró a Estados Unidos como potencia hegemónica mundial, con poder suficiente para imponer su ley tanto al interior como al exterior, que garantizara su protección y defensa ante las amenazas del “enemigo comunista” de la posguerra. Para Spykman el objetivo central de la política exterior de Estados Unidos debía ser la preservación de la integridad territorial (fronteras) y la independencia política: por eso, sugirió formularla sobre los criterios de su posición geográfica en el mundo y de su poder político-económico que garantizaran la supervivencia del Estado y de la nación. Sus postulados fueron decisivos en la formulación de la Doctrina de Seguridad Nacional (marzo de 1947) de Estados Unidos.

• Con el argumento de la amenaza comunista sobre el Continente Americano, el gobierno de los EE.UU  emprendió una serie de medidas políticas, militares y económicas tendientes a controlar América Latina, su zona de influencia  y establecer un perímetro de seguridad insular y marítima (Cuba, Haiti, Dominicana, Puerto Rico, Vieques). Una de estas acciones fue la creación en 1946 de la Escuela de las Américas, ubicada en Panamá, con la finalidad de convertir a las fuerzas armadas de los países latinoamericanos en instrumentos de control al interior de cada uno de ellos, en el contexto de la Guerra Fría, y fortalecer así la seguridad hemisférica.

• La percepción de las grandes potencias hacia las islitas amerita reflexiones más profundas para entender lo que paso, realmente post  guerra  en estas ya  que se diseminan en los océanos y hoy,  las grandes potencias tratan de olvidarlas,   después de haberlas usado y desechado. Como consecuencias de esa concepción de la geopolítica, los bloques de naciones conformados, al final de la II Guerra mundial, en torno a la defensa militar, desarrollaron políticas de seguridad territorial en base al armamento nuclear y  a la instalación de bases navales, en lugares estratégicos:  Guantánamo, Panamá, Vieques, Francia tiene 5 entre Guayana y Martinica, las islas Marshall y  Hawái (Pacifico) ;  Diego García en el Océano Indico,  en  Turquía, Japón, Australia, etc.  lo que  llevo al sacrificio de numerosas bahías, pasos e islitas del Planeta y a su fauna, flora sin olvidar a sus poblaciones.

Es durante la llamada Guerra fría que las islitas se sacrifican para las experimentaciones nucleares, en todos los océanos del Planeta. A partir de 1945, el planeta tierra se convirtió en un campo de pruebas para el desarrollo de armas nucleares por parte, primero, de las grandes potencias y, luego, de países emergentes como India y Pakistán que iniciaron sus desarrollos nucleares de manera tardía. Pero sería erróneo decir que las pruebas se realizaron indiscriminadamente en todas partes del mundo. Los países que desarrollaron programas nucleares escogieron “muy bien” los lugares donde se llevarían a cabo las detonaciones y se aseguraron que cumplieran con una serie de condiciones. Así, los lugares escogidos generalmente fueron “zonas deshabitadas, remotas y alejadas de grandes centros urbanos”, casi siempre estuvieron ubicados en desiertos, estepas o islas. Y justamente éstas últimas son las que mejor cumplían con las características necesarias por estar “aisladas” de las ciudades y generalmente, pérdidas en la inmensidad de los océanos.

Eso se decía, se dijo y se  hizo creer: no era verdad las islas eran habitadas y en alguna ocasión se deshabitaron para re -habitarlas después, y ahí reside el problema sanitario y ambiental creados  por una negligencia trágica:  hoy no existen dudas, hay pruebas de que nada es aislado, en nuestro Planeta y por esa evidencia,  hay poblaciones enfermas, descendientes enfermos, fauna y flora afectadas, tierras contaminadas, corales enfermos, en pocas palabras, no era cierto lo que se divulgo. Si Francia quería hacer pruebas nucleares,  le era mucho más fácil hacerlas en posesiones que estuvieran lejos, muy lejos de París como la Polinesia Francesa o en el desierto del Sahara en Argelia. Los ingleses  escogerían  el desierto australiano, los soviéticos lo harían en el Archipiélago de Nueva Zemla cerca del Ártico  y los norteamericanos en los atolones del Pacífico norte o las Islas Marshall o en el Caribe.

1. VIEQUES, CULEBRA y EL CARIBE: Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, EE UU inició un proceso que llevó a la expropiación en Puerto Rico de tres cuartas partes de Vieques, gran parte de la  isla de Culebra, y miles de hectáreas en los pueblos de Ceiba y Naguabo (sureste), en los que se construyó la base naval más grande que EE UU tenia fuera de su territorio continental. En las islas de Vieques y Culebra se iniciaron ejercicios de bombardeos aéreos y navales con municiones reales, así como desembarcos de miles de infantes de marina. Las maniobras militares en Vieques se efectuaron hasta 240 días al año, y en ellas participaron tanto la Marina de EE UU como las de otros países, a los que se alquilaba el polígono de tiro por cifras millonarias, así como a fabricantes de armas que probaban su efectividad.

2. ALASKA y sus ISLAS: Los EE.UU sacrificaron la Isla Amchitka en el  extremo occidental de las Islas Aleutianas en el Estado de Alaska, con 3 pruebas nucleares. Con 68 km de largo y entre 3 y 6 km de ancho, la Isla de Amchitka está localizada en el grupo de Islas Rat que hacen parte de la cadena de las Islas Aleutianas. Amchitka fue utilizada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en lo que se conoció como la “Campaña de las Islas Aleutianas” durante la Segunda Guerra Mundial pero fue abandonada en 1950 y, a partir de ese momento, la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos la consideró como un lugar ideal para la realización de pruebas nucleares subterráneas. Sin embargo, debido a la inestabilidad de la isla y el gran número de sismos que se presentaban frecuentemente en la zona, las pruebas tuvieron que ser pospuestas por más de una década mientras se realizaban los trabajos de construcción de los túneles y estudio de las condiciones sísmicas particulares de la isla. Las pruebas se iniciaron en 1965 con la operación Long Shot que incluyó la detonación de una bomba de 80 kilotones, continuaron en 1969 con la operación Milrow en la cual se detonó una carga de 1 megatón. Terminaron en 1971 con la operación Cannikin en la que se detonó una carga de 5 megatones que hacía parte de las pruebas del programa Spartan de intercepción de misiles antibalísticos. Cannikin fue además la prueba subterránea más grande jamás realizada por Estados Unidos y dejó, según la Universidad de Alaska, un saldo de 2.000 nutrias marinas muertas en los días que siguieron a la explosión. Luego de la operación Cannikin en 1973, la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos abandonó la isla y clausuró el campo de pruebas nucleares. Desde entonces, el Departamento de Energía realiza visitas periódicas para monitorear los niveles de radioactividad en la zona y, en 2001, se realizó un proceso de descontaminación general. Sin embargo, según un informe de Greenpeace, aún existen escapes de la prueba Cannikin y se están vertiendo plutonio y americio en el Océano Pacífico norte. Se espera que en 2025 el Departamento de Energía haya eliminado por completo la radiación de la isla y ésta se convierta en un refugio de vida salvaje de acceso restringido para humanos. SEGUIREMOS