La Unión Soviética no podía quedar atrás y desarrollaría su programa de desarrollo de energía nuclear en las inmensas llanuras de su geografía, instalando numerosas plantas en medio de poblaciones que quedaron indefensas cada vez que hubo incidentes o explosiones (Chernobyll) pero escogió el Ártico para implementar sus ensayos y pruebas nucleares, cuando nadie osaba incursionar en esos paisajes de hielo, asi fue en:
- Nueva Zembla (Rusia). El archipiélago de Nueva Zemla se ubica en la continuación de los Montes Urales que separan a Asia y Europa, en el Ártico. Ahí, la URSS desarrollo una base importante para su estrategia geopolítica. El archipiélago tenía entonces 2.716 habitantes. Con un área total de 90.65 km2, Nueva Zembla fue el epicentro de gran parte de las detonaciones realizadas. A partir de 1954, en lo que se conoció como Novaya Zemlya Test Site, el ejército soviético construyó tres zonas diferentes repartidas a lo largo del archipiélago que fueron utilizadas para las detonaciones entre 1955 – 1962 y 1972 – 1975, otra fue utilizada entre 1964 – 1990 y otra ubicada en la costa suroccidental de la Isla del Norte del Archipiélago y que estuvo activa entre 1958 – 1961.
En total, las islas de Nueva Zembla fueron la sede de al menos 224 explosiones nucleares entre 1955 y 1990, la más importante de ellas fue conocida como la Bomba Tsar que fue detonada el 30 de octubre de 1961 y contó con una potencia de 100 megatones. La Bomba Tsar fue la explosión nuclear más grande realizada en toda la historia de la humanidad.
uego de la firma del Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares en 1963, la Unión Soviética utilizó el Archipiélago de Nueva Zembla para la realización de pruebas subterráneas. La más importante de ellas ocurrió el 12 de septiembre de 1973 en la cual se detonó una carga de 4.2 megatones que produjo un terremoto de 6.97 grados en la escala de Richter y generó una avalancha de 80 millones de toneladas que bloqueó 2 glaciares y creó un lago de 2 km de largo.
En total, las 224 explosiones nucleares en Nueva Zembla tuvieron una fuerza combinada de 165 megatones y aunque las últimas pruebas en el territorio se realizaron en 1990 – y fueron además, las últimas pruebas de la Unión Soviética -, el Ministerio de Energía Atómica ruso ha realizado algunos experimentos nucleares cerca de Matochkin Shar cada otoño desde 1998. El archipiélago aún permanece bajo el control del ejército ruso aunque, a partir de 2000, la región norte de Nueva Zembla fue declarada como parque natural, como siempre los militares suelen hacer.
Nunca más en la historia de la geografía mundial, veríamos territorios marítimos así usados, así desechados, asi sacrificados. El Pacifico y el Ártico por sus dimensiones, su aislamiento, la multiplicación y dispersión de sus islotes y atolones, con la poca ocupación del suelo por sus poblaciones y sobre todo su poca visibilidad mediática permitieron que esos ensayos se realizaran a pesar de las protestas pacifistas, a pesar de las condenas de la ONU, muchas veces en completo secreto.
Cuando llego la distensión entre todas las naciones poseedoras del armamento nuclear, los ensayos al aire libre se abandonaron, pero no por eso, los militares se replegaron, siguieron los ensayos subterráneos y cuando ellos mismos fueron abandonados, dejaron detrás de ellos, suelos excavados, rellenados de escombros y materiales contaminados, esas tierras se abandonaron y con ellas sus poblaciones enfermas y muchas de ellas, con alguna indemnización, pero fueron desplazadas, y sus tierras hoy, son destinadas a una sola y estricta presencia militar.
En el Pacifico Norte, dos naciones siguen preocupando: Corea del Norte que sigue con algunos ensayos en medio del cuestionamientos de los EE.UU y Japón que desarrollo una importante actividad nuclear civil para la producción de energía, y que debe urgentemente abandonar o modernizar.
Pero se iniciaron nuevas guerras más importantes: la comercial, la tecnológica por la competencia y rivalidad, que se escenifica, entre los Estados Unidos, China y Rusia. Se intensifica, una nueva carrera armamentística a partir de nuevas tecnologías espaciales y muy probablemente una campaña intensa para bloquear las inversiones y el comercio con balanza desequilibrada y la investigación china en áreas de tecnología sensibles para la seguridad de EEUU, desde la inteligencia artificial hasta el lanzamiento de la red 5G y de satélites especializados en inteligencia. Según, Reva Goujon, vicepresidenta de análisis global de Stratfor: “Esto significará fricciones en el estrecho de Taiwán, del Mar del Sur de China y el estrecho de Bering. Esta competencia traerá tanto oportunidades como riesgos para las potencias medianas que intentan equilibrarse entre estos grandes polos de poder”.
Hoy en el Pacifico Norte, se concentra la mayoría de los habitantes del Planeta entre China, Japon e Indonesia. Las economías de esos países son las más dinámicas, agresivas e innovadoras del Planeta, son importantes socios y competidores económicos de los EE.UU y a través del Oceano desarrollan sus actividades marítimas, comerciales más impactantes de esa década. Se crearon nuevos puertos, nuevas ciudades, nuevas megaproyectos que han transformado el paisaje costero del Pacifico, hoy sembrado de:
- Los puertos más importantes del mundo con un transporte marítimo entre las naciones asiáticas y el resto del mundo que definieron nuevas “metapolis” costeras y rutas de grandes volúmenes de mercancías, entre el oeste y el este de ese Océano pero también entre el Pacifico y Europa.
- China propone a Europa la nueva Ruta de la Seda formulando la transformación de todos esos territorios con autopistas, puertos, puentes, almacenes, depósitos y oleoductos imponentes que asustan a la Unión Europea menos a Italia o a Turquia que mueven viejos sueños de grandeza, porque temen que sea de una sola via.
- Todas esas actividades tienen lamentablemente consecuencias y costos ambientales, ecológicas extraordinarios, en particular porque el Océano se convirtió, al mismo tiempo, como el basurero entre Asia, basuras que las corrientes marinas transportan hacia la costa Oeste de los EE.UU, que es, pura ironía, un lugar predilecto de veraneo de las elites de California.
Lo vemos el Pacifico no es, ya el paisaje inocente de esas películas que la industria del cine proyecto en los 60’s con un Elvis Presley, joven, sano, músico joven recluta, cantaba calipso entre bellas mujeres, justo antes de integrarse al ejército en Berlín. Hoy ya no iría a esas islas.