El conflicto viejo y latente entre Irán y los EE.UU debe preocupar. Podría ser el lugar y pretexto de un nuevo conflicto armado en una zona ya, herida, destruida por las guerras que desatan esos potentes intereses, no confesados en general.
El Océano Indico es un nuevo espacio geo estratégico de suma importancia, porque China lo necesita para el transito de sus mercancías. Ese aspecto es reciente y la da, a ese Océano, un nuevo valor ya que se sitúa entre el Pacifico y el Atlántico. Pero además de ese nuevo uso del Oceano, nunca se debe olvidar que el Oceano Indico comunica la mayor zona productora de petróleo del mundo con Europa a través los estrechos o pasos, incluyendo el Canal de Suez, recién ampliado para dar paso a los grandes tanqueros.
De ahí su importancia actual redoblada y la extraordinaria posición estratégica que le dan, esos estrechos entre países productores que “abren” el paso hacia el exterior y que separan varios países o comparten varios países. Su importancia geo estratégica dibuja el futuro de las relaciones en el mundo multipolar del siglo XXI.
Desde la visión ambiental, el océano Indico es el mas contaminado del mundo, es el receptáculo final de todos los países superpoblados que lo bordean, de sus capitales superpobladas pero también por ese Oceano transitan los mas grandes tanqueros del mundo y sabemos de su incapacidad en controlar los escapes, de sus malos habitos de limpieza de máquinas en alta mar. Es importante recordar que alrededor del 70% de la producción petrolífera mundial y del 50% de las mercancías mundiales navegan por sus aguas.
Robert D. Kaplan, analista de StatforD, recuerda en sus trabajos como algunos de los padres de la geo estrategia como Alfred Thayer Mahan o Halford Mackinder ya apuntaron la importancia del Índico para las potencias que aspiren a un dominio global.
El Oceano Indico, como espacio geográfico y estratégicamente utilizado por las potencias mundiales, es indiscutiblemente mencionado y peligroso por sus estrechos o pasos, como son: el Estrecho de Ormuz, el Canal de Suez, el estrecho de Bab el Mandeb y el Estrecho de Malaca, los cuatro célebres puntos del mundo que se “pueden cerrar” por decisión unilateral y que son capaces de desencadenar una nueva guerra en la zona.
El "gendarme" o el policía del Océano Índico son varios: los Estados Unidos, a través de la V Flota que tiene su cuartel general en Bahrein. Además está la importante base de Diego García, una de las instalaciones militares más importantes del mundo. Israel, el aliado predilecto de los EE.UU, domina, en tierra, esas relaciones político-estratégicas con otro aliado que es Arabia Saoudita. La Unión Europea no se queda atrás, mantiene su dominio post colonial en África, en particular Francia con la base de Djibouti para la lucha contra la piratería en Somalia, y que tanto ha dado que hablar en los últimos años. Francia mantiene su presencia militar también a partir de islitas como en Mayotte, en Comores y más al sur, con la Reunión y no olvidemos Turquia que juega un papel determinante con el estrecho o paso, con Rusia hacia el Mediterraneo.
Pero India, tampoco se queda atrás. Esta desarrollando una destacable estrategia de proyección de su poder comercial y marítimo, un síntoma más de su voluntad de convertirse en potencia global, incluyendo su poder militar recién, ya que india se unió a las naciones nucleares. Nueva Delhi quiere que su flota tenga la capacidad para proteger las vitales líneas de navegación.
Evidentemente, la doctrina de la marina india tiene en cuenta la vieja rivalidad con Pakistán y un posible conflicto, sin olvidar a China, su rival en el Este Asiatico. Esos dos países mantienen una relación complicada que va constantemente de la rivalidad a la cooperación. En el contexto de este escenario, India teme un "cerco estratégico" chino con el establecimiento una serie de puntos estratégicos (bases). Esta concepción se ha conocido como la estrategia del collar de perlas, un término acuñado por primera vez en 2005, en el informe “Energy futures in Asia” de una consultora del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Sus temores ahora se multiplicaron con la concepción de la Ruta de la Seda, entre China y Europa, que Italia acaba de ratificar.
India ha expresado en numerosas ocasiones este temor. Por ejemplo la última fue ante un acuerdo entre Beijing y las Islas Seychelles para que los barcos de guerra chinos puedan reaprovisionarse allí en su camino hacia el Golfo de Adén para luchar contra la piratería. Esos temores son fundados ya que China está realizando importantes inversiones para mejorar puertos claves en el índico como sería Gwadar en Pakistán, Kyauk Phyu (en Birmania) o Hambantota (en Sri Lanka) y acentuo su presencia en Africa del Este, en particular. Por último, no olvidar a Bangladesh. Pese a los persistentes problemas de pobreza, el país tendrá un gran papel en la geo estrategia del escenario si se desarrollan las rutas comerciales entre China y la Bahía de Bengala. Sin duda, el índico es un escenario a tener en cuenta para entender los equilibrios de poder en el mundo multipolar. Por su parte y más allá del tradicional enfrentamiento con India y sus problemas internos con los islamista, Pakistán afronta otro gran desafío con la conflictividad en sus provincias de Baluchistán y Sind (las dos que ocupan la salida del país a este océano), que quieren mayor autonomía.
Otros frentes geopolíticos en el índico, se situan del lado del Cuerno que controla el paso hacia el Canal de Suez con el estrecho de Bab el Mandeb y la llegada al mar Mediterráneo -llave de entrada a Europa, desde el Sur-. La situación de inestabilidad política de Somalia, Etiopia, Erythrea, Sudan y Sudan del sur siempre es preocupante y en cualquier momento, se desestabilizan poblaciones que inician su migración hacia los países vecinos, creando conflictos étnicos, religiosos y sociales que afectan los intereses económicos de las grandes potencias, en particular sus inversiones en explotaciones mineras y petroleras, sus oleoductos y sus puertos. Seguiremos.