Aprovechandola proximidad del inicio de Río+20 el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó su quinto informe Geo titulado “Seguimiento a nuestro medio ambiente en transformación: de Río a Río+20 (1992-2012)”en donde señala que “urge un cambio de rumbo de la humanidad, para evitar el desastre que se vislumbra, y subraya la responsabilidad de los gobiernos”.Producto de una amplia colaboración entre el PNUMA y una red de alrededor 300 expertos de todo el mundo,el GEO 5 viene a proporcionar a los gobiernos una serie de datos fidedignos y actualizados sobre la situación del planeta, contribuyendo así a una de las tareas de Río+20: pasar balance.

El informe consta de tres partes: “La Parte 1 que es una evaluación de la situación y las tendencias del medio ambiente a escala mundial en relación con los principales objetivos internacionalmente acordados, tales como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) acordados en el año 2000 y las metas de los diversos acuerdos ambientales multilaterales basados en análisis y conjuntos de datos nacionales, regionales y mundiales; proporcionando una evaluación de las brechas en el logro de los objetivos acordados a nivel internacional y sus posibles consecuencias para el bienestar humano.La Parte 2 que otorga prioridad a diversos temas ambientales y metas acordadas internacionalmente para cada tema, mediante un proceso consultivo realizado a nivel regional.  Y la Parte 3 que identifica las opciones posibles para la adopción de medidas con miras a la transición hacia el desarrollo sostenible, en particular mediante una mayor coordinación, participación y cooperación, necesarias para apoyar el logro de las metas acordadas internacionalmente, y la labor que se desarrolle en pos del desarrollo sostenible a nivel mundial”.

Entre las conclusiones que más sobresalen en el informe está el dato de que“sólo cuatro de las noventa metas definidas como prioritarias por los Estados miembros de la ONU han registrado avances significativos”.Una de ellas es el acceso al agua por parte de los pobres, precisando sin embargo que unas 600 millones de personas seguirán sin acceso al agua potable en 2015 y más de 2,500 millones carecerán de saneamiento.El informe señala pequeños “avances en unos cuarenta objetivos medioambientales de laONU”, por ejemplo en el aumento de áreas protegidas y reducción de la deforestación, pero señala que“veinticuatro objetivos no han registrado progreso alguno”, y que incluso hay “algunos en los que se ha retrocedido” en las últimas dos décadas.

Ayer inició en Río de Janeiro la última ronda de negociaciones en las que participan los equipos de negociadores de cada gobierno de los países que forman parte de Naciones Unidas con la finalidad de  preparar el documento del cual cada presidente debe ser signatario como parte de un gran acuerdo final. Tras concluir estas rondas preparatorias se llevarán a cabo de manera oficial los días 20, 21 y 22 de junio las sesiones plenarias,en las que participarán los jefes de estado y funcionarios de alto nivel, en miras de lograr tal gran acuerdo.

El documento en el que se está trabajando lleva el nombre de “El futuro que queremos, Borrador Cero del documento de Río+20”, el mismo compila las distintas propuestas de cada Estado miembro e incluye algunos párrafos ya acordados y otros que aún están sujetos a discusión como es costumbre en las negociaciones en Naciones Unidas. Este Zero Draft(como también se le llama) está estructurado en cinco puntos principales: 1) Preámbulo en donde se establece la visión compartida de los países miembros de Naciones Unidas; 2) renovación del compromiso político, reafirmación de los principios de Río, evaluación del progreso y debilidades de la implementación del desarrollo sostenible; 3) rol de la economía verde en el contexto de desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza; 4) definición del marco institucional para el desarrollo sostenible y 5) marco de acción y seguimiento en torno a los temas de seguridad alimentaria, agua, energía, cambio climático, bosques, biodiversidad, educación e igualdad de género. El punto número tres es el punto trascendental de Río+20 sobre todo porque durante el encuentro se tratará de presentar a la economía verde como el nuevo arquetipo del desarrollo sostenible.

Con la visión científica planteada en el GEO 5 que potencia la necesidad de un cambio y con proyecciones como las que hace la ONU en cuanto al aumento en la demanda global de alimentos, agua y energía, ante la realidad de un aumento de la población, temperatura del planeta y desigualdad está más que claro que “se debe impulsar un desarrollo que satisfaga las necesidades de los habitantes actuales de la Tierra sin comprometer la supervivencia de generaciones futuras”, tal y como plantea la definición de sustentabilidad, lo que queda por ver es si el compromiso real del cambio se logrará concretaren esta ocasión en Río. Ya veremos.