El joven puertoplateño Gregorio Luperón, con apenas 22 años de edad y no conocido aún, se negó rotundamente a firmar el acta de Anexión. (10) A partir de ahí no cesó su lucha por la restauración del país del dominio español. Luperón se convertiría en el auténtico líder y en la primera espada, por sus destrezas en las armas y don de mando en esa gesta.

En Puerto Plata fue donde más se combatió la anexión y fue éste el último pueblo en apoyarla, el 26 de marzo de 1861.

Ildefonso Mella Castillo, hermano del Padre de la Patria, Ramón Mella, protestó el día que se arriaba la bandera dominicana para subir la española.

Por cierto, Francisco Ortega nos dice que: “La bandera que fue arriada cuando la anexión en Puerto Plata, le fue entregada al Padre Regalado por Manuel Castellanos y fue la misma que los dominicanos izaron cuando se pronunciaron en favor de la Restauración en Puerto Plata”. (11)

El acta de aprobación de la anexión del país a España fue firmada por 44 personas en Puerto Plata bajo presiones y amenazas. (12)

El 2 de mayo de 1861 se produce en la ciudad de Moca, la primera protesta organizada y armada, dirigida por el Coronel José Contreras y, además, de Cayetano Germosén, José María Rodríguez e Inocencio Reyes contra la anexión, pero dicha acción fracasó por la rápida intervención del general Juan Suero y los conjurados de la misma fueron fusilados por órdenes de Santana.

A partir de esos momentos el país entró en un proceso de un aparente estado de calma. Aunque en algunos sitios se reunían determinadas personas y hablaban de la anexión.

Los acontecimientos de febrero de 1863, en Guayubín y Sabaneta, bajo la dirección de Lucas Evangelista de Peña, Gregorio Luperón, Benito Monción, Santiago Rodríguez, Juan Antonio Polanco y otros, siendo los mismos también apoyados en Santiago, son la antesala de la Guerra de la Restauración de la República.

A partir de ahí inició Luperón sus actividades revolucionarias, sufriendo por las mismas persecuciones. Le otorgaron el rango de Coronel.

A diario era provocado en Puerto Plata por los partidarios de la Anexión a España. Tuvo que defenderse de un provocador de nombre Eulogio Buenamosa, calificado como: “Un desalmado denominado enganchado a alabardero del nuevo orden de lesa patria, recorría las calles de Puerto Plata, vociferando loas al poder español y cargando de denuestos a los dominicanos. De modo fortuito se encontró con Luperón, entonces aceleró sus invectivas contra los nacionales (ya se ubicaba a éste como disidente del nuevo status) el futuro héroe respondió enérgicamente y le asestó tremenda tunda al agente provocador, que le hizo perder la razón para el resto de sus días”. (13)

Luperón se convirtió en el hombre más buscado e incluso, se anunció una recompensa a quien pudiera dar información de su paradero. Fue detenido el 3 de agosto de 1862 por el general Juan Suero, pero “escapa espectacularmente”. (14)

Luperón tuvo que hacerse pasar como médico con el nombre de doctor Eugenio de los Santos, quien había fallecido en la embarcación en que regresaba, para poder entrar al país y seguir su lucha a favor del pueblo dominicano.

Es sometido a nuevas persecuciones, logrando escapar, para seguir con sus ideas revolucionarias, hasta el inicio y al fin de la Guerra de la Restauración, en Capotillo, el 16 de Agosto de 1863.

El 16 de agosto de 1863, los dominicanos dieron inicio a la Guerra de la Restauración en Capotillo, por José María Cabral, José Cabrera, Santiago Rodríguez, Benito Monción  y otros tantos dominicanos.

La Gobernación de Puerto Plata era dirigida  por el general españolizado Juan Suero. Quien esperaba que de algún momento a otro se iniciara allí dicho movimiento.

En Puerto Plata se inició la Guerra de la Restauración  el 27 de agosto de 1863, bajo el mando del general Juan Nuesi Laffite.

Gregorio Luperón viajó por diferentes países, como fueron: Cabo Haitiano, Estados Unidos, México y Jamaica. Posteriormente regresó al país para continuar sus actividades conspirativas y tras la ocupación de Guayubín por los dominicanos, es proclamado General de Brigada. Se anuncia una recompensa de quién pudiera dar información de su paradero. Es sometido a nuevas persecuciones y es hecho preso otra vez y logró escaparse, para seguir con sus ideas revolucionarias, hasta el inicio y al fin de la Guerra Restauradora en Capotillo, el 16 de Agosto de 1863.

El 3 de septiembre de 1863 asumió Luperón el mando de Santiago y atacó a la misma, siendo nombrado Jefe del Cantón de Marilópez junto a los coroneles Teodoro Gómez y Andrés Tolentino. El 6 de septiembre de 1863, combate en la Batalla de esa ciudad de Santiago.

Se instaló en Santiago el 14 de septiembre de 1863, el Gobierno  Provisional de la Restauración, presidido por José Antonio Salcedo, siendo nombrado Gregorio Luperón como Jefe de Operaciones sobre el Este y el Sur del país, enfrentándose  éste al poderoso Ejército Español que comandaba el General Santana.

Notas

10. Hugo Tolentino Dipp. Gregorio Luperón. Biografía política. Cuarta edición. Santo Domingo, Editora Taller, 1997, página 55.

11. El Porvenir, Puerto Plata, No. 805, del 2 de marzo de 1889.

12. Entre los firmantes estaban Pedro Castellanos (padre de Gregorio Luperón), Dassás Heureaux (padre de Ulises Heureaux), Pedro Prud Homme (padre de Emilio Prud Homme), Gregorio de Lora, Benito Martínez, Eusebio Artiles y otros tantos. Ver Emilio Rodríguez Demorizi. Noticias de Puerto Plata. Santo Domingo, Editora Educativa Dominicana, C. por A.,  1975, págs. 132 y 133. (Sociedad Dominicana de Geografía, Vol. VIII).

13. Santiago Castro Ventura. Andanzas patrióticas de Luperón. Santo Domingo, Editora Manatí, 2002, página 17.

14. Emilio Rodríguez Demorizi, en Cronología de Gregorio Luperón que aparece en su libro Escritos de Luperón. Ciudad Trujillo, Imprenta J. R. Vda. García, Sucs., 1941, página VIII.