El Fondo Monetario Internacional decidió realizar un experimento con la República Dominicana.
¿Le ha funcionado?
Un cambio
Los préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) normalmente se utilizan para fortalecer la posición de reservas internacionales del país en momentos de problemas con la balanza de pagos.
Sin embargo, por primera vez, a finales del 2009, el FMI aprobó entregar recursos a República Dominicana (RD) que serían utilizados específicamente para "apoyo presupuestario". En pocas palabras, esto quiere decir que el FMI le prestó dólares al país que serían utilizados para incrementar el gasto público (mayormente en obras de infraestructura).
El FMI otorgó este apoyo extraordinario al Gobierno Dominicano bajo la premisa de que el incremento en el gasto público durante la primera mitad del 2010 contribuiría a paliar los efectos negativos de la crisis internacional sobre el ritmo de crecimiento de la economía dominicana.
Efectivamente, con este apoyo financiero y la confianza que el mismo generó en la comunidad internacional, la economía dominicana, que había registrado un crecimiento de apenas 1% en el primer trimestre del 2009, alcanzó un crecimiento de 7.5% en el primer trimestre 2010.
Nada es gratis
El FMI aceptó apoyar la estrategia del Gobierno de acelerar el gasto público con una condición. En la segunda mitad del 2010, las autoridades debían darle un giro a la política fiscal para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública en el mediano plazo a través de un proceso de consolidación fiscal (incremento de ingresos y reducción de gastos).
El incremento de los ingresos se lograría con medidas para eficientizar las recaudaciones (cobrar más impuestos sin aumentar tasas ni crear nuevas figuras impositivas) y la reducción de gastos se enfocaría en disminuir significativamente los subsidios (principalmente el subsidio eléctrico).
Debido a que el Gobierno no pudo reducir el subsidio eléctrico, el proceso de consolidación fiscal realmente comenzó a finales del 2010 cuando el Gobierno anunció que reduciría en RD$10,000 millones el presupuesto de gastos de capital (mayormente obras de infraestructura). Esta medida permitió que, en octubre 2010, el FMI aprobara la segunda y la tercera revisiones del acuerdo, que estaban pendientes desde junio y septiembre, respectivamente.
Mayores esfuerzos
La Carta de Intención firmada en diciembre de 2010 (cuarta revisión) establecía que se continuaría el proceso de consolidación fiscal en el 2011.
Por el lado de los ingresos, una gran parte del incremento en las recaudaciones se lograría mediante el aumento por indexación al impuesto a los combustibles, lo cual no se había estado realizando desde el 2007.
En cuanto a los gastos, una vez más, la reducción estaba basada mayormente en una significativa disminución del subsidio eléctrico.
Lamentablemente, cuando la misión del FMI visitó el país a mediados de febrero para la quinta revisión se hizo evidente que el Gobierno no lograría reducir el subsidio en las magnitudes contempladas en el presupuesto del 2011. Adicionalmente, los ingresos no alcanzarían las metas propuestas debido a que no se estaba realizando la indexación del impuesto a los combustibles y tampoco se estaban cumpliendo las metas de recaudaciones.
La Reforma
Durante el proceso de negociaciones, el Gobierno solicitó al FMI que aceptara un déficit mayor en el 2011 debido a las presiones relacionadas con mayores precios del petróleo a nivel internacional y sus implicaciones sobre el subsidio eléctrico. Sin embargo, el FMI se ha mantenido firme y ha exigido que el Gobierno identifique nuevas medidas para evitar un incremento en el déficit presupuestado.
Luego de varios meses de negociaciones, el Gobierno acordó con el FMI la semana pasada una nueva estrategia para 2011. Como garantía de que se cumplan las metas de recaudaciones, el Gobierno sometió al Congreso un proyecto de ley de reforma fiscal y, para asegurar que los gastos no excedan los niveles presupuestados, el Gobierno se comprometió a reducir en 12% el gasto total para 2011, excluyendo salud, educación y programas sociales.
Inquietudes
¿El Gobierno tenía otra alternativa? Yo creo que sí. Siempre hay alternativas.
Una alternativa pudiera haber sido fijarse metas más agresivas de reducción del gasto público. Otra medida pudiera ser la indexación completa del impuesto a combustibles. También, se pudiera aumentar aún más la tarifa eléctrica.
Lo que sí está claro es que el Gobierno necesita que el FMI apruebe estas revisiones ya que permitiría el acceso a unos US$1,000 millones en lo que queda de año. Estos recursos garantizarían la estabilidad económica en el corto plazo.
Perspectiva
Se supone que el Directorio del FMI debiera aprobar la quinta y la sexta revisiones del acuerdo con RD en el presente mes de junio.
¿El Directorio del FMI va a aprobar estas revisiones (que implican el desembolso de nuevos recursos) sin que se haya aprobado la reforma fiscal o tendremos que esperar que la reforma sea aprobada para contar con la aprobación del FMI?