Para muchos sigue siendo sorprendente el escarceo habido con respecto a las encuestas y los sondeos que se llevan a cabo en el país, producto del ferviente ambiente de competencia política que se respira, en ruta hacia las elecciones generales de mayo próximo.
Lo sorprendente es que todavía haya quien se sorprenda de algo que ha venido ocurriendo recurrentemente a través del tiempo en cada uno de los torneos electorales dominicanos.
Aun reconociendo el valor que tiene la encuesta como herramienta estratégica para la toma de decisiones, los políticos dominicanos de toda laya se encuentran ante el dilema de no saber manejar sus resultados, cuando estos le son adversos.
En las ultimas décadas la investigación del mercado de preferencia electoral, ha jugado un papel determinante en los resultados finales de estas campañas, constituyéndose en una herramienta de "valor agregado" fundamental para el diseño de las estrategias de comunicación, conducentes al éxito a más de una de las organizaciones que componen nuestro tradicional sistema de partidos.
Aun reconociendo el valor que tiene la encuesta como herramienta estratégica para la toma de decisiones, los políticos dominicanos de toda laya se encuentran ante el dilema de no saber manejar sus resultados, cuando estos le son adversos
La ultima controversia viene de la encuesta del periódico Hoy en su acuerdo con la firma Gallup Dominicana, representante de The Gallup Organization, reconocida firma de investigación, sondeos de opinión publica, consultoría e imagen, presidida localmente por Rafael Acevedo Pérez, sociólogo, mercadologo y comunicador, quien posee una alta reputación y una solida formación académica con estudios en Chile, Texas, Londres y Nueva York.
Ante estos nuevos escarceos y la proliferación incontrolada de firmas y entidades dedicadas a este quehacer, entendemos llegado el tiempo de establecer una ley que regule el ejercicio de la investigación, sea esta para el mercado comercial o el político.