¿Futuro promisorio? Sí, así como lo está leyendo. Eso es lo que vislumbro para la República Dominicana. Sé que con esta afirmación desafío todo lo que responde a la percepción generalizada, e incluso a la razón.

Ante un panorama electoral que en apariencia no conduce más que al retroceso, porque los dos candidatos que tienen posibilidades de ganar las elecciones, Hipólito Mejía del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y Danilo Medina del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), son los mismos que se enfrentaron en el año 2000, no sólo creo, sino que estoy seguro que el futuro dominicano es prometedor.

¿Por qué, en que sustenta su afirmación? Preguntarán algunos. Mis razones son diversas.

La primera. Aunque estamos a sólo 6 meses para las elecciones que serán el domingo 20 de mayo de 2012, no descarto todavía que surja una alternativa real, con posibilidades de competir con los dos grandes, sino para ganar, si provocar una segunda vuelta para que el próximo presidente se decida el domingo 24 de junio. Esto obligará a acuerdos programáticos, que en cualquiera de los escenarios y nomenclaturas deberá ser positivo para el país. Esta es la menos probable, pero no imposible

La segunda. De mantenerse la tendencia de la preferencia electoral expresada en todas las encuestas que se han dado a conocer hasta ahora, sin lugar a dudas, será Hipólito Mejía o Danilo Medina quien tome posesión el jueves 16 de agosto de 2012. Si eso sucede, que es lo más probable, cualquiera que gane hará una de dos, gobernar bien o gobernar mal. En cualquiera de los casos gana la nación.  Si gobiernan bien, con los mejores hombres y mujeres de sus partidos y del país, ganamos. Si gobierna mal, si continúa lo que hemos tenido mayoritariamente hasta ahora, negociantes de la política, depredadores, oportunistas, simuladores, también ganamos.

Estoy seguro que esta última parte, es la que menos entienden y aceptan ustedes. ¿Cómo es eso de que si gobiernan mal también ganamos? Ganamos porque otro mal gobierno no lo admitirá el pueblo dominicano, ese acontecimiento será la gota que derramará la copa, la chispa que encenderá el fuego implacable de los cambios. El volcán inactivo de la inconformidad hará erupción, arrasará con todo lo que representa dicha inconformidad y permitirá el surgimiento de la nueva clase gobernante que habrá de conducir el país por los senderos del desarrollo con rostro humano.

En pocas palabras, si el próximo presidente, Hipólito o Danilo, gobierna bien, ganamos porque eso significará bienestar para todos, organización de la sociedad, salud, educación y empleos garantizados. Si gobierna mal ganamos porque eso permitirá el surgimiento de una propuesta política diferente, con sangre nueva, que producirá los cambios.

En conclusión, el fututo del pueblo dominicano es promisorio porque si Hipólito o Danilo hacen lo que tienen que hacer, gobiernan bien y con eso ganamos todos, de lo contrario, nos dan la oportunidad de prepararnos para iniciar una nueva era en la República Dominicana a partir del 16 de agosto de 2016, con una nueva clase política que ganará de manera arrolladora las elecciones generales, o sea, municipales, congresuales y presidenciales, del domingo 15 de mayo de ese año.