Del lado haitiano de la isla se juega el futbol y del dominicano el béisbol. ¿Por qué? Ahora  que gracias a la televisión los dominicanos se entusiasmaron por la Copa Mundial que se celebra en Rusia, varios amigos me han hecho esa pregunta. Recuerdo en una ocasión en que me llevaron a observar el “progreso” en los bateyes del  CEA, que las autoridades habían construido allí campos de béisbol, en vez de futbol, pues ignoraban las preferencias de los haitianos y por eso los campos deportivos permanecían sin uso. En otra ocasión, el más célebre de los futbolistas, Pelé, participó en Santo Domingo en un juego de demostración y también recuerdo cómo en el estadio había más haitianos, incluyendo los llegados para el evento desde Puerto Príncipe, que dominicanos.

Si Haití obtuvo su independencia de los franceses en una fecha tan temprana como 1804, ¿por qué favorecen ese deporte europeo tal y como lo hacen los habitantes de las todavía colonias francesas de Guadalupe y Martinica? ¿Por qué, a pesar de la presencia en Haití de los infantes de marina americana durante diecinueve años, entre 1915 y 1934 practicantes del béisbol? ¿Por qué los dominicanos, por el contrario, debido principalmente a la ocupación de los infantes de marina durante ocho años, entre 1916 y 1924, prefieren el béisbol? ¿Por qué el futbol, el cual por sus continuos movimientos, sobre todo en comparación con el béisbol, es más apropiado jugarlo en climas templados, también se practica en los trópicos?

La respuesta hay que encontrarla en la fuerte y persistente influencia de la cultura francesa en Haití. En contraste, en la República Dominicana, donde la cultura predominantemente es española, el futbol hasta hace poco solo era practicado por miembros de la Casa de España y alumnos de profesores salesianos europeos.

No sé si será porque las recientes lluvias hacen que prefiramos tertulias en las casas, o si la política está tan aburrida (a medio tiempo Leonel y Danilo siguen empatados, sin goles) que se opta por hablar de otras cosas, pero la realidad es que varios amigos, buscando temas novedosos, me han pedido que les ofrezca otros casos de la “historia imaginada”, es decir qué hubiese pasado si los hechos reales no hubiesen ocurrido tal y como tuvieron lugar, es decir la historia “alternativa” o “virtual”. ¿Por qué preocuparse por lo que no pasó? Pero se trata de algo más que un ejercicio de entretenimiento, de un “jeu d’espirit”. Ya en una ocasión, por esta misma vía, ofrecí seis ejemplos. Hoy agregamos cuatro más.

Si durante nuestra guerra civil de 1965 los americanos no nos hubieran invadido, ¿quién hubiera ganado el conflicto, los constitucionalistas o las tropas de Wessin?

Cuando las elecciones de 1996 entre Leonel Fernández y José Francisco Peña Gómez, este último casi logró un 50%, pero como Balaguer había logrado modificar un acuerdo previo para que se requiriese ese 50%, tuvo que celebrarse una segunda vuelta que ganó Leonel Fernández. Si tan sólo se hubiese requerido el 40% original hubiese ganado José Francisco Peña Gómez, quien desde ese año sufría de cáncer (murió cuatro años después) ¿cómo hubiese sido su gobierno?

Los esclavos haitianos se rebelaron contra sus amos franceses y Napoleón envió sus tropas para dominarlos, pero fracaso. Si las tropas napoleónicas hubiesen prevalecido y Haití se hubiese mantenido como una colonia francesa hasta el día de hoy, ¿cómo hubiera impactado eso a la República Dominicana?

En 1947 se organizó en Cayo Confites, Cuba, una expedición armada de varios cientos para tumbar a Trujillo y que contó con aviones y barcos sobrantes de la recién terminada Segunda Guerra Mundial. Las fuerzas armadas de Trujillo todavía no tenían la base de San Isidro, ni muchos barcos. Si esa expedición hubiera llegado, ¿hubiese triunfado?

En 1933, caída la dictadura de Machado en Cuba, los cubanos decidieron que solo ellos, blancos, negros o mulatos, cortarían la caña y se ordenó la repatriación de cortadores haitianos y jamaiquinos. Trujillo no hizo lo mismo. Si lo hubiese hecho y los dominicanos desde entonces hubiésemos sido los únicos que cortaban nuestra caña, ¿cómo eso hubiese afectado la industria azucarera y el país en general?