El pasado domingo 16 de febrero, bajo un sentimiento patriótico, democrático y constitucionalista, fui uno de los pocos dominicanos que pudimos realizar el sufragio en estas elecciones municipales. Como muchos de los miembros de mi generación, este fue mi primer voto. Esta era la primera vez que como ciudadano tenía el poder de elegir a los que me representarían en el cabildo, a fin de construir un mejor Distrito Nacional.
Sin embargo, esos sueños de corte duartiano se vieron empañados por la corrupción, por la impunidad y por los deseos pecuniarios de todos aquellos que no quieren dejar de despilfarrar el erario público.
La Junta Central Electoral nos ha defraudado como nación. Creyéndose infalibles, con el poderío absoluto en la contienda electoral, no previeron lo que se venía anunciando desde las primarias del PLD del 6 de octubre de 2019: FRAUDE ELECTORAL.
Desde hace cuatro meses, la JCE ha ignorado el clamor de un pueblo que necesita y exige respuestas.
No obstante, quienes culpan a los miembros del pleno deben saber que estos son simples siervos de una maquinaria estatal mucho más grande.
La destitución de estos individuos de nada sirve sí serán reemplazados por otros borregos adoctrinados por el partido de oficio. Nuestras exigencias deben ser orientadas a traer un cambio a la nación, donde todos podamos ejercer nuestros derechos sin miedo alguno.
Las manifestaciones de la Plaza de la Bandera, junto a las demás que ocurren tanto en la geografía nacional como en el extranjero, son un símbolo de que el pueblo luchará por el tan necesario cambio.
El legado de estas protestas se perpetuará en el tiempo, y algún día será incluido en nuestros libros de historia. Hoy más que nunca debemos unirnos como hermanos y luchar para sacar a esos esbirros corruptos que tanto daño hacen a nuestra nación.
Por todos los héroes independentistas, restauradores, anti-lilicistas, gavilleros, antitrujillistas, constitucionalistas de abril, y antibalagueristas que perecieron combatiendo por este país, debemos luchar por mantener su legado de libertad y constitucionalidad.
#Sevan #Epafueraquevan