En el año 2002, se conmemoró el Quinto Centenario de la Fundación de Puerto Plata, hecho ocurrido en 1502 por el Comendador de Mayor, frey Nicolás de Ovando.
No se ha precisado la fecha exacta de la fundación de Puerto Plata. Nuestros historiadores no se han podido poner de acuerdo con relación al año de la fundación de la Villa. Pero la mayoría de éstos corroboran con el año 1502.
Aquel genovés junto a Juan de Coloma, representante de los Reyes Católicos, firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, el 17 de abril de 1492.
Colón salió del puerto de Palos Moguer, un 3 de agosto de 1492, con tres carabelas: Santa María, La Pinta y La Niña y 92 tripulantes, en busca de un nuevo Continente y, que supuestamente, eran ricos en oro y especias, de los cuales carecía España en esos momentos difíciles.
Colón vino a encontrar tierras por vez primera, el 12 de octubre de 1492, descubriendo la Isla Watling, que llamaban los lucayos Guanahani y que éste la bautizó como San Salvador, siendo Rodrigo de Triana, el primero que vio tierras y el Almirante no quiso reconocer tal mérito y se llevo el premio de diez mil maravedís que ofreció España.
A partir de ahí comenzó Colón a descubrir nuevas tierras y a tomar posesión de las mismas en nombre de los Reyes de España, Fernando e Isabel.
Colón al llegó a la Isla de Bohío o de Haití, el 5 de diciembre de 1492, la rebautizó con el nombre española, la misma estaba dividida en cacicatos o cacicazgos, gobernados por caciques o reyes.
No se sabe ciertamente qué población indígena tenía La Española a la llegada de Colón.
El Padre Bartolomé de las Casas, decía 3,000,000 de ánimas; mientras que fray Tomás de Angulo, la estimaba en menos 2,000,000; Juan López de Velasco, más de 1,000,000; otros menos de 1,000,000 y Colón 100,000 indios.
Puerto Plata, fue descubierto el 12 de enero de 1493 por el Almirante Cristóbal Colón, en su primer viaje. Llamándola Monte de Plata, porque es muy alto—dice el doctor José Augusto Puig Ortíz—y en su cima hay siempre nubes que lo hacen aparecer blanco o planteado y el puerto excelente que se encuentra en su falda tomo de su nombre de Puerto de Plata”.
El doctor Alejandro Llenas escribió unos Apuntes Históricos y Estadísticos, que aparecen reproducidos en el libro “Noticias de Puerto Plata”, de Emilio Rodríguez Demorizi, páginas 59. Veamos que dice el doctor Llenas sobre el descubrimiento de Puerto Plata: “En el itinerario del primer viaje de Colón, compendiado por el Padre Las Casas, leemos: “viernes 11 de enero de 1493. El Almirante salió a media noche del Río de Gracia (Puerto Isabela) con viento de tierra navegó al oriente hasta un cabo que llamó Belprado (Punta Patilla), a cuatro leguas de distancia. Al dirigirse de allí al Sureste, se encuentra el Monte de Plata, hasta el cual dice hay una distancia de 8 leguas. Al este ¼ sureste de Belprado, se encuentra otro cabo que llamó de Ángel (Punta Sosúa); y entre este Cabo y el Monte de Plata hay un golfo, y las mejores y más bellas tierras del mundo. Aquellas llanuras son todas altas y magnífica, y se extienden mucho por el interior: se divisa además una serranía que va de oriente a poniente, que es muy extensa y muy bella. En la falda del Monte de Plata hay un puerto excelente, que tiene 14 brazas de fondo en su entrada. Aquella montaña es muy alta, magnífica y muy poblada; y el Almirante conjeturaba que tendría grandes ríos, y encerraría mucho oro” (Navarrete, Relación de los viajes de Colón). El Almirante, dice Las Casas, “llamó aquel monte: Monte de Plata, por que es muy alto o plateado; Y el puerto que se encuentra a su falda, tomó de su nombre el de Puerto de Plata”.
El reconocido historiador puertoplateño, Rafael A. Brugal P., nos ha narrado aquel acontecimiento de la manera siguiente: “Había salido el Almirante de la Mar Océano, a la media noche del 10 de enero del Puerto de Gracia (Puerto de Luperón), y llevado por un suave viento de tierra, surcó la desconocida inmensidad del mar con rumbo suroeste, hasta llegar ante aquella montaña, cubierta de nubes pateadas, y a sus pies, un puerto que “tiene cuatro brazas en la entrada y es de la hechura de una herradura de caballo”, los que alaba y elogia, contemplando arrobado desde la nao, la “montaña magnífica e imponente, con sus pies en el mar y su cabeza en las nubes”, y por extensión llama a su puerto, “Puerto de Plata”
“Continuó su viaje el nauta genovés admiró las tierras que desde la montaña se extendían hasta el mar, calificándolas, como “las mejores y más bellas tierras del mundo”. (Puerto Plata en el siglo XVI y otros ensayos, páginas 123, 124 y 125, Editora Alfa & Omega, Santo Domingo, en 1984).
Así también nos asevera el autor de “Idea del Valor de la española”, Antonio Sánchez Valverde: “El Puerto de Plata fue descubierto y visitado por el Almirante en su primer viaje… y en otro viaje lo reconoció junto con su hermano el Adelantado don Bartolomé; y trazaron el plano de la población que después se hizo en aquel paraje” (Ensayos, Biblioteca de los Clásicos Dominicanos, Vol. V, Editora Corripio, 1988, Página 60).
Luego de sus hazañas por estas tierras y confrontar algunas dificultades, Colón decidió emprender viaje a España y llevar consigo algo de los prometidos: oro y especias, etc.
Al llegar a España fue recibido Colón por los Reyes españoles. Estos se entusiasmaron y comenzaron a organizar un Segundo Viaje, con 17 carabelas y 1500 tripulantes, que partió de allí el 25 de septiembre de 1493 para proseguir en la empresa de descubrimientos de nuevas ciudades.
El 7 de diciembre de 1493, en su Segundo Viaje el Almirante Colón llegó al sitio de La Navidad y encontró destruido a éste; volvió de nuevo al Monte de Plata. Allí pensaba erigir la primera Villa el genovés y que ha sido descrita magistralmente por el Padre Las Casas: “Iba mirando por la tierra donde Dios le deparase la disposición que buscaba para poblar”.
Debido a contratiempo y a la desesperación de los tripulantes, Colón tuvo que detenerse en la desembocadura del río Bajabonico (Punta Roja); en este sitio se funda la primera ciudad en el Nuevo Mundo, llamándola La Isabela situada al Norte de la isla, el 2 de enero de 1494, en honor y homenaje a la reina Isabel. La Isabela, es la primera ciudad del Nuevo Mundo.
En dicha villa se dieron relaciones sexuales entre españoles e indias.
Copiando al doctor Diego Álvarez Chanca el historiador Carlos Dobal hace la descripción sobre La Isabela así: “La descripción del lugar, nos la da prolijamente el doctor Diego Álvarez Chanca, uno de los médicos que iba en el Segundo Viaje. Dice así: “la tierra es muy gruesa para todas cosas, tiene junto un río principal e otro razonable asaz cerca de muy saludable agua, edificase sobre la ribera de una ciudad marta junto que el lugar se deslinda con agua de manera que la mitad de la ciudad queda cerca de agua con una barranca de pena tajada tal que por allí no ha de menester defensa alguna; la otra mitad esta cercada de una arboleda espesa que apenas podría un conejo andar por ella; es tan verde que ningún tiempo del mundo, fuego la podría que mar; ha comenzado a traer un brazo del río el cual dizen los maestros traerán por medio del lugar e asentaran en el moliendas o sierras de agua e cuanto se pudiere hacer con agua” (Como pudo ser La Isabela, pagina 21 y 24, publicado por la UCMM, Editora Amigo del Hogar, Santo Domingo, 1988).
En La Isabela se cantó la Primera Misa, el 6 de enero de 1494, cantada por Fray Bernardo Boyl, con la asistencia de Colón, en una capilla improvisada.
En dicha Eucaristía participaron 13 Sacerdotes.
En La Isabela comenzó la ganadería y fue ahí donde llegaron los primeros caballos traídos por Colón en el Segundo Viaje. También trajo de las islas Canarias, la caña del azúcar y la sembró por primera vez en La Isabela. En ese Segundo Viaje vinieron los primeros médicos, que ejercieron en La Isabela.
El 29 de mayo de 1493, mediante instrucciones dadas por los Reyes a Colón, se le daba facultad para fundar cabildos municipales, compuesto de regidores, nombrado por el Almirante Colón.
En aquella ciudad de La Isabela fundó Colón, el primer Cabildo de América, el 24 de abril de 1494, siendo presidido por su hermano don Diego Colón. Los demás componentes, fueron: Fray Bernardo Boyl, como representante del Papa; Pedro Hernández Coronel, Alguacil Mayor; Alfonso Sánchez de Carvajal, Regidor; Juan Luxán, Regidor.
Colón nunca tuvo el control del Cabildo, siempre estuvo en mano de la oposición.
La existencia de dicho Cabildo es efímera en la Colonia.
Posteriormente desapareció el Cabildo de La Isabela y surgió el de Santo Domingo.
Se crearon nuevos ayuntamientos en las villas de Santiago, la Concepción de la Vega y otras villas. Ningunos de éstos Cabildos fueron de la voluntad popular, sino del capricho del Almirante Colón.
Existiendo la ciudad de La Isabela, comenzó a funcionar la justicia, nombrando el almirante a los oficiales de justicia y regimiento: Pedro Fernández Coronel, Alguacil mayor, y Alcalde de la Fortaleza; Antonio de Torres, Alcalde de la ciudad.