En muchos países se ha escuchado y se escucha esto de “Fuga de Talentos”. Se trata de jóvenes que se van al exterior a estudiar y no regresan a su país. En muchos casos son los mismos gobiernos que los auspician y al no regresar se pierde la inversión hecha. La República Dominicana no es la excepción, son muchos a quienes se les ha concedido facilidades de estudios y hacen vida fuera de Quisqueya.

Están los que el gobierno beca por una cuestión política o de publicidad. Personas que son utilizadas para decir que se está haciendo y que se cree en la juventud, salen en diferentes medios como una promesa que no se debe desperdiciar. Cuando terminan los estudios la gran mayoría se quedan en  el país donde fueron a estudiar o se marchan a otros y a veces viviendo del cuento o dedicándose a otros oficios y el gobierno en vez de exigirles que vengan –ya que se invirtió un dinero-  ni les dan seguimiento, ni les importa el desenlace de ellos.

Están los que por cuenta propia consiguen la ayuda para irse a estudiar, sin importar sea por parte del Estado o de la misma institución donde se especializarán. Éstos, con menos bullas que los primeros, se van y buscan la manera de quedarse cueste lo que les cueste, aún no terminen los estudios, con el temor de regresar y no conseguir un trabajo o peor, encontrar una oferta de las que sólo aparecen aquí, muy por debajo de la realidad.

Pero en nuestro país existe otra forma de fuga y se trata de personas capacitadas, ya se hayan formado aquí o fuera, y teniendo la necesidad de los servicios de éstos, las autoridades o encargados hacen hasta lo imposible, producto de su ineficacia, de que estas personas abandonen el oficio al cual se habían entregado y formado. Es una pena que no aparezcan los nombramientos para estos individuos por muchas razones, como nepotismo, y ya no tiene que ser familia de un alto funcionario, basta con ser familiar de una secretaria, quien está al acecho de una tarjeta para tomar ese nombramiento. Producto de esto, muchos son nombrados en puestos que ni siquiera en sueños podrían cumplir con sus funciones y le dan potestad para decidir y las personas mientras menos son, menos saben y menos estudios tienen, más opinan y más exigen al otro al evaluarlo.

La semana pasada supe de alguien que se suma a una larga lista de personas que se han visto obligados a dejar la música. ¡Qué pena!