(El presente artículo fue escrito en colaboración con Mg. Franchesca Espinal – Educación Inicial y Atención a la Diversidad, más información en su blog https://bit.ly/30VQIfb)
El arte, en cualquiera de sus expresiones, es un medio maravilloso para complementar la experiencia educativa de los estudiantes. De igual modo, sirve para educar a terceros de realidades que escapan al propio polígono central. En este artículo, abordamos una obra del séptimo arte, realizada en el 2007 y llamada Freedom Writers. En resumen, esta película trata sobre una profesora novel, apasionada y motivada, perteneciente a clase media-alta, que empieza a dar clases en una escuela de alto riesgo. Ubicada en un sector marginal con estudiantes que habían estado en problemas con la ley al menos una vez, además de tener familias vulnerables con pocas esperanzas en el futuro de los y las adolescentes.
La profesora – Ms. Grunwell – entró a su trabajo con todas las esperanzas y expectativas que entra un buen docente a su deber. Sin embargo, cuando llegó al aula 203, se encontró con estudiantes que a simple vista, parecía importarles todo, menos aprender. Esto sucedió por algunas semanas, hasta que en una clase, la profesora abordó un problema de bullying en el aula utilizando una analogía del Holocausto. Pero, encontró que ningún estudiante (de 1º Medio) sabía lo que era el Holocausto, sin embargo, en alguna manera, sí sabían lo que eran las guerras pues vivían esto día a día en su entorno. Debido a esto, y como buena docente que era, Ms. Grunwell adaptó su planificación de enseñanza a temas que eran comunes para los estudiantes y así despertar su interés por la materia que impartía, Literatura.
Una segunda adaptación que hizo a sus clases, fue por decir algún término, humanizar las lecciones. A través de dinámicas grupales, hizo notar a estos estudiantes vulnerables, que ellos realmente no eran tan distintos los unos a los otros, a pesar de tener diferentes colores de piel, diferentes culturas o problemas socioeconómicos. Haciendo estas dinámicas ella (1) creó una comunidad en el salón de clases en la que todos formaban “parte de” – es decir, un ambiente inclusivo -, y (2) respondió a las necesidades emocionales del grupo. Esto permitió que los estudiantes estuvieran en su mayor capacidad y disponibilidad para recibir y aprender efectivamente el contenido de sus clases.
Finalmente, una tercera estrategia, fue vencer las trabas que el Consejo Directivo colocaba por temas de regulación y financiamiento de la escuela. Organizó conciertos y ferias, consiguió otros trabajos para poder costear actividades del curso. Otra de las grandes limitantes que estaban impidiendo que estos alumnos desarrollaran su potencial eran las bajas expectativas por parte de las autoridades y otros maestros. Al tener bajas expectativas de los alumnos y ofrecer una educación con estándares mínimos debido al “perfil problemático de los estudiantes” , el interés, la motivación y el rendimiento académico de los alumnos era sumamente bajo, naturalmente. Este círculo vicioso se detuvo, sólo cuando la profesora Grunwell creyó en la capacidad de sus estudiantes y respondió a sus necesidades tanto académicas como emocionales – les brindó una educación de calidad a pesar de los obstáculos.
Estas estrategias resultaron efectivas en lograr que los estudiantes además de lograr sus metas de aprendizaje, vieran en Ms. Grunwell una aliada, una persona a la que realmente le importaba el bienestar de sus estudiantes. Esta película si bien fue realizada en 2007 en USA, aborda realidades que están presente hoy día en 2020 tanto en USA como en RD. También nos hace pensar en lo que el gran Edgar Morín ha estudiado tanto, el pensamiento complejo, cuyo argumento principal es que los fenómenos son multidimensionales. Por ejemplo, a simple vista puede parecer que estos estudiantes son unos “malcriados” “indocumentados” “indiferentes” (como son vistos por otros profesores de la misma escuela) entre tantas otras cualidades que no hacen más que limitar y degradar al ser humano. Sin embargo, cuando se analiza el entorno y al ser humano en conjunto, se logra entender que rara vez las cosas son blanco o negro, especialmente en Educación. Esto fue algo que la profesora Grunwell manejó casi a la perfección.
Esta película es genial y recomendamos a todos/as que se encuentran en el mundo de la Educación, y a los que no también, que la vean. Está disponible en Netflix y los Ted Talks de Erin Grunwell se pueden encontrar en línea. Es impresionante el impacto positivo que puede tener un docente comprometido en la vida de un estudiante.