Hoy en día todo el comercio está evolucionando al mundo digital conocido como e-commerce. Este mundo digital es lo que ha ayudado a convertir un negocio de un pueblo, en algún lugar apartado del mundo, una empresa completa y global. Esto se debe a la compra de productos en línea que pueden ser adquiridos en cualquier parte del mundo sin tener el problema de la moneda local. También, los bancos migraron al mundo digital con el propósito que sus clientes puedan acceder a los productos del banco y realizar las tareas permitidas, siempre en el ámbito financiero
Una de las desventajas de este mundo digital es la cantidad enorme que existe de fraudes que se ejecutan debido a una vulnerabilidad conocida o una configuración incorrecta en la aplicación web y/o una simple falla en la lógica de la aplicación. Las brechas de seguridad técnicas que son causadas por el uso de X plataforma o de la implementación de la aplicación, son vistas con una mayor facilidad con las herramientas de ciberseguridad; en el caso de una falla en la lógica es completamente diferente. Pueden existir X razones, por lo que identificar una falla en la lógica puede ser tedioso; pero una de las razones más comunes es la falta de un buena práctica en los casos de usos de programas que se diseñan.
Una auditoría a un producto digital no solo se basa en identificar vulnerabilidades conocidas o identificar configuraciones incorrectas; se debe auditar la lógica del programa por completo. Realizar estas auditorías lógicas a veces pasan por alto por el simple hecho del mito que una prueba de intrusión conlleva este tipo de auditoría o que se debe de realizar la auditoría mediante el tipo de caja negra (auditoria con el menor conocimiento posible de la plataforma). Estas auditorias deben realizarse de manera independiente, en un entorno llamado caja blanca (auditoria con el conocimiento de sus casos de usos e inducción del uso de este programa), de esta manera se logra de identificar las fallas lógicas que puedan surgir con el propósito de evitar el fraude cibernético.