Si existe un modelo de negocios que simbolice el concepto que marca el desarrollo y consolidación del sistema de economía global en todos los mercados internacionales, es precisamente el de las franquicias y específicamente aquellas orientadas a la satisfacción de la necesidad básica de alimentación, común a todos los hábitos, costumbres y culturas sociales en el mundo.

Una de esas simbólicas empresas es Burger King, que bajo su reconocido slogan de “probando es que se sabe”, cumple 19 años dando servicio al consumidor dominicano, habiendo llegado al país de manos de la familia Turull y operado hoy por el dinámico y vanguardista Grupo Ágape.

A principios de los días felices de la década del noventa, el país asistió al inicio de una etapa de florecimiento económico que dio apertura al modelo de negocio de franquicias liderado por jóvenes profesionales de clase media y media alta que buscaban la oportunidad de tener y manejar un negocio propio.

En aquel momento las condiciones económicas del país permitieron que estos jóvenes accedieran a su autorrealización dando paso a la instalación con relativamente poca inversión de tiendas y establecimientos con marcas de reconocida aceptación universal.

De este modo las franquicias, con el sector de los “fast food” como punta de lanza, transitaron un periodo de crecimiento durante el cual empresas tales como Burger King, McDonalds, Pizza Hut, Wendy’s, entre otras, llegaron a exhibir un crecimiento sostenido con la apertura de tiendas en diversos puntos de la capital y del interior del país.

El éxito alcanzado en el mercado por este segmento de negocios, sirvió de catalizador para que otras áreas como las de bienes raíces, heladerías, vestimenta, telecomunicaciones, tiendas, lavanderías, entre otras, encontraran también la brecha oportuna para posicionar y consolidar sus ofertas de productos y servicios ante el público dominicano.

No obstante, la recesión, las dificultades económicas y la desvalorización del peso frente al dólar, situación por la que atravesó el país en ese entonces, se constituyó en un freno a la continuación del crecimiento y la pujanza de las franquicias extranjeras abriendo el camino a las empresas locales potencialmente aptas para el mercadeo de este moderno sistema de explotación comercial.

De ese modo marcas como Helados Bon, Pizzarelli, Pala Piza, Emparedado entre otras tantas, han venido creciendo de tal manera que hoy constituyen el 40 por ciento de este sector de negocios ampliando su participación a un ritmo estimado de 20 por ciento anual.

La esperanza es que este tipo de negocios se siga expandiendo en sus diversas categorías, creando demanda para la producción nacional y generando miles de empleos para la creciente mano de obra ociosa que tenemos en nuestro país.