Historia, población, cultura y pensamiento dominicano.
Con el fallecimiento en el 2013 del historiador, sociólogo y profesor Franklin J. Franco Pichardo, desaparece físicamente una de las reservas morales e intelectuales más representativas del espacio cultural y académico dominicano. Franklin Franco Pichardo, quien, nació en Santiago de los Caballeros el 14 de noviembre de 1936, escribió y constituyó una obra significativa para los estudios étnicos, históricos y culturales dominicanos. La última publicación de este historiador y sociólogo dominicano, surgió como parte de un proyecto que abarca etnia, clases, mestizajes y migraciones (Véase Franklin Franco Pichardo: La población dominicana: razas, clases, mestizaje y migraciones, Editora Universitaria, Santo Domingo, 2012). Esta obra comprende como escritura e intencionalidad un análisis histórico de la población isleña en sus diferentes etapas de conformación, incidencia, origen, consecuencia y construcción cultural.
Es importante destacar que dicha obra formaba parte de un proyecto en tres volúmenes y que el historiador y sociólogo nuestro dejó toda una documentación a los fines de redactar los restantes volúmenes, cuando lo sorprendió la muerte el 15 de junio de 2013. Parte de esa documentación quedó pendiente de comparación, revisión e inclusión, en volumen, para fines de estudio y posterior publicación.
El investigador Franklin J. Pichardo Franco ha creado y constituido una obra con altas consecuencias críticas e intelectuales, surgente de una revisión historiográfica desmitificadora, basada en documentos y movimientos de una crítica ideológica, en su caso, militante. Al decir de Silvio Torres Saillant, Franco Pichardo fue un fundador de los estudios étnicos dominicanos, cuando ya en 1969 había publicado su canónica obra titulada Los negros, los mulatos y la nación dominicana (Editora Nacional, Santo Domingo, 1969). Esta investigación tuvo sus antecedentes en conferencias donde Franco Pichardo avanzaba sus investigaciones etnohistóricas y etnoculturales que concluyeron de una manera analítica y diacrónica en la citada obra, y, por lo mismo, formaron parte más tarde de un análisis constructivo y deconstructivo del papel de África en la formación de la conciencia isleña y continental. En una ponencia presentada ante el Congreso de historiadores en el 150 aniversario de la independencia nacional, el 18 de febrero de 1994, Franco Pichardo hizo una contribución al estudio de la africanía, el mestizaje y la “criollidad” donde se refundamentaba la travesía de los africanos, los negros, los mulatos y los criollos en el marco de la independencia nacional.
En tal sentido, dicha contribución empieza de la manera siguiente:
“Entre las cosas positivas que nos dejó el período en que nuestra sociedad vivió integrada a la República de Haití, 1822-1844, uno de los hechos más relevantes lo fue la abolición de la esclavitud, y consecuentemente, la liquidación del prejuicio racial antinegro y al afianzamiento en el seno del pueblo, del principio de unidad de raza. Esa tara antisocial, surgida durante el período de la colonización esclavista española, solo quedó presente entre los hateros y los comerciantes importadores y exportadores, éstos últimos, casi todos de origen extranjero” (Papel de los africanos y los negros y mulatos criollos en el marco de la independencia nacional. Contribución a su estudio, p.3).”
En efecto, de esta contribución se desprendieron tres libros fundamentales sobre la cultura, la política y la ideología en República Dominicana. Estos libros son: (Sobre racismo y antihaitianismo y otros ensayos 1996, Santo Domingo: cultura, política e ideología 1997; Ensayos profanos. Sobre racismo, pesimismo e izquierdismo 2001.).
Esta perspectiva crítica basada en algunos ideologemas y deconstrucciones políticas del prejuicio racial, conforman la episteme crítica y la doxa histórica desde donde surge una visión comprensiva de la radicalidad social, así como el manejo de exclusiones, condenas, extorsiones y discriminaciones activadas por un poder histórico-político en cuyos fondos etnohistóricos podemos descubrir el trauma de la historia dominicana.
Franklin Franco Pichardo, quien fue también un historiador de las ideas políticas, el pensamiento dominicano y las instituciones socioculturales, ha hecho su aporte a la composición de las nuevas lecturas de la historia dominicana. Su célebre Historia económica y financiera de la República Dominicana (1996), así como su ya canónica Historia del Pueblo Dominicano (1993), forman parte de un proyecto intelectual que desde la publicación de la obra ganadora del premio Casa de las Américas titulada República Dominicana: clases, crisis y comandos (1996), particulariza un marco significativo incidente en las diversas líneas sociopolíticas del país, junto a una cardinal de investigación cuyo funcionamiento y extensión veremos en el conocimiento direccional y crítico de la dominicanidad y la policulturalidad .
En tal sentido, la investigación planteada por Franklin J. Franco Pichardo ha implicado una confrontación paulatina en el marco de desarrollo de las ideas políticas, sociales, económicas y culturales del país. Dicha travesía informa sobre un estado crítico de la cultura política dominicana y de las diferentes determinaciones etnohistóricas que han marcado la sociedad dominicana en su funcionamiento,diversidad, efectos y posibilidades.
Así pues, la obra de Franklin Franco Pichardo se contextualiza en la línea tanto vertical como horizontal de las superestructuras ideológicas que dan cuenta de todo un campo crítico de las formaciones ideológicas del pueblo dominicano, habida cuenta de los desprendimientos del fenómeno cultural que empalma con las diversas ideologías del sujeto político y las representaciones sociales.
En efecto, es necesario destacar que Franklin Franco Pichardo no solamente investigó y escribió, sino que también alcanzó a dictar algunas normas, métodos y técnicas para elaborar trabajos de tesis, pesquisas científicas, investigaciones históricas y formación metodológica. (Véase Para aprender a investigar, ediciones Sociedad Editorial Dominicana, SA, Santo Domingo 1999).
Así las cosas, en la p.45 de la anterior obra citada, el investigador y profesor Franklin Franco Pichardo, refiriéndose al tema de análisis, nos dice lo siguiente: “Analizar, en el lenguaje más sencillo y elemental, significa: descomponer un objeto o un fenómeno-mental o materialmente en sus partes más significativas en primer lugar, pero teniendo también en cuenta sus elementos secundarios. En la economía, la sociología, la historia, y en otras ciencias sociales, el análisis generalmente se efectúa mentalmente, es decir, mediante la abstracción. Sin embargo pueden ser auxiliadas en determinados aspectos según el objeto a investigar por procedimientos técnicos, como la encuesta, técnicas, estadísticas etc.”
Estos, podríamos decir que consejos, se hacen visibles y ostensibles en todos los análisis y procesos que llevó a cabo este maestro, historiador y sociólogo dominicano ya desaparecido. En su obra La población dominicana…encontramos el uso de las tablas históricas de representación y de las llamadas estadísticas históricas y una contabilidad social de pueblos, vecinos, personas, esclavos, negros, mulatos, blancos, sacerdotes y lugares, entre otros, que constituyen un mapa de la alteridad cultural dominicana.
Tomando en cuenta su última obra publicada en vida (La población dominicana…), podremos advertir una travesía de vida consagrada a la investigación de los diversos campos socioculturales, políticos e ideológicos que han incidido en la vida cultural dominicana desde 1844 hasta hoy. Su manera de ver la historia social dominicana es un ejemplo de análisis y búsqueda de la diferencia y la diversidad culturales. El fundamento de este proceso y de dicha mirada crítica, tiene también implicaciones ideológicas que tendremos que estudiar para el conocimiento del fenómeno dominicano, el racialismo, las instituciones políticas, el racismo, las instituciones económicas y morales, así como de la crítica de lo que es hoy la República Dominicana en el marco del Estado-nación.
Toda una bibliografía significativa ligada a un profesorado sociocultural, confirma los aportes de Franklin Franco Pichardo a la historia social, económica, filosófica y política de la República Dominicana, donde sobresalen entre otros títulos, los siguientes:
- Trujillismo: génesis y rehabilitación (1974)
- Vida, pasión y muerte del PSP (1972)
- Aportación de los negros (1976)
- Duarte y la independencia nacional (1976)
- Santo Domingo: Cultura, política e ideología (1979)
- Reagan y el futuro dominicano (1980)
- Haití, de Dessalines a nuestros días (1988)
- El pensamiento dominicano. 1780-1940 (2001)
- Historia de la UASD y los estudios superiores en la República Dominicana (2007)
Franklin Franco Pichardo fue también el editor de la Enciclopedia Dominicana en diez (10) volúmenes , donde el académico, historiador y catedrático dominicano constituyó todo un marco intelectual y cultural de la República Dominicana, comprendida en sus diferentes vertientes intelectuales. La misma reúne con la colaboración de otros intelectuales, un conjunto de aportes socializados a través de encuadres histórico-culturales útiles para la interpretación y análisis de la República Dominicana.
Franklin Franco Pichardo estudió la sociedad dominicana utilizando conceptos y categorías del método histórico marxista. La teoría social del marxismo aplicada al conocimiento de las formaciones históricas y culturales de la República Dominicana, fue el trazado metodológico para entender las estructuras sociales y culturales del pueblo dominicano, tal y como se hace legible en la mayoría de sus libros.
Pero nuestro sociólogo-historiador analizó también las mentalidades políticas y sociales dominicanas desde una vertiente de interpretación y comprensión de fenómenos internos y externos explicables en su contexto de expresión y determinación socioétnica y por lo mismo sociocultural. El intelectual Franco Pichardo dejó su suelo vital sin ver realizado el sueño de la revolución social en su país y de la unidad de las izquierdas por la que tanto trabajó desde su juventud hasta su muerte en el 2013.
Finalmente, estamos ante una obra que reclama interés crítico y epistemológico, pero también una lectura o interpretación de las diversas historicidades, así como de los diferentes discursos de las ciencias sociales involucrados en este campo de investigación con diferentes caminos, laderas, alas y vertientes del conocimiento.