Su epistolario, su vínculo con la familia

Hemos reunido algunas de las cartas escritas por Francisco Noel a parientes suyos —a su padre y a sus hermanos— que evidencian su herencia cultural familiar, su formación profesional especializada en el campo de los seguros, así como su madurez intelectual y política, su claridad de pensamiento y su sensibilidad social y humana.

Su epistolario incluye tres cartas que su madre le dirigiera en sus años adolescentes, las cuales ya habíamos reproducido en nuestro libro En torno a la literatura dominicana (apuntes literarios, bibliográficos y culturales), publicado en 2013 bajo el auspicio del Banco Central de la República Dominicana. En el libro Salomé Ureña ante la Patria (2005), de Francisco Henríquez y Carvajal, compilado, anotado y editado por nosotros aparecen fotos de Francisco Noel en sus etapas de adolescente y adulto.

En sus años adolescentes Francisco Noel le escribía cartas a Salomé cuando estaba fuera de la ciudad de Santo Domingo o del país, cartas que la madre recibía y leía con entusiasmo confesado: «Mi buen hijo: Tus cartas me llenan de satisfacción, pues veo que para escribirme no eres perezoso, lo que prueba que quieres a tu mamá».13.a En otra de sus misivas a su primogénito, cuando éste ya había cumplido los 14: «¡Mi hijo: Cuánto bien me hacen tus cartas! […] Tu mamá que te quiere mucho».14

Francisco Noel adolescente

Reflejan sus misivas un detalle que es justo destacar: su vínculo armónico con su familia, siempre amoroso y consejero:

«Habana,

Febrero 25 de 1913

»Señor

Pedro Henríquez Ureña

Méjico, D. F.

Mi querido hermano:

[…]

Por otra parte, puedo avisarte que Max ha abierto ya su bufete en O’Reilly 4, á todo lujo (es decir, decentemente, pero sin gastar por ello más de lo conveniente).

[…]

Pasando á otro asunto, debo informarte que la situación por la que atraviesa esa ciudad desde hace quince días, y la situación general de Méjico en estos momentos, nos han hecho pensar á todos los de la familia, que debes venir á pasar algún tiempo con nosotros. Es verdad que sufrirían interrupción tus estudios de Derecho, pero sin embargo, creo que te sería fácil aprobar en la Universidad de La Habana la mayor parte de los estudios que tengas hechos y adquirir el título aquí en un plazo bastante breve.

[…]

En cuanto á los medios de vida aquí, no debes preocuparte, pues conmigo ó con Max te será fácil organizar trabajo productivo.

En espera de tus noticias, te abraza tu hermano

Frank»15

Pedro Henriquez Ureña joven

Conmovedora es la carta en la que Francisco Noel les informa a sus hermanos Pedro

Francisco Noel adulto

y Max Henríquez Ureña sobre el deceso de su padre:

«Santiago de Cuba,

8 de febrero de 1935

»Sres. Pedro y Max Henríquez Ureña

Buenos Aires.

Mis queridos hermanos:

Ayer enterramos a papá. Saliendo de la Habana el día 6 a las 11 de la noche en automóvil directo, llegamos María y yo, con Rodolfo, Ena y Enrique, a las 3 de la tarde de ayer a tiempo para acompañarlo al cementerio.

La muerte fue por un acceso fulminante de angina de pecho, dolencia cuya posibilidad en él nunca se había sospechado. No hubo tiempo para nada…Murió con plena serenidad y lleno de optimismo, lleno de fé en todos nosotros; y en el féretro su rostro estaba natural y sonriente como en vida.

[…]

Les abraza su hermano

Frank»16

Francisco Henríquez y Carvajal

Rodolfo, Ena y Enrique Henríquez Lauransón (procreados por Francisco Henríquez y Carvajal con Natividad Lauransón, su segunda esposa) eran hermanos paternos de los Henríquez Ureña y María del Valle y de Armas era la esposa de Francisco Noel.

Tierna y casi paternal nos ha parecido la forma en que Francisco Noel, en carta datada en La Habana (Cuba) el 21 de junio de 1913, le informa a su hermano Pedro sobre los progresos en los estudios de su hermana Camila, única hija procreada por Salomé con Francisco Henríquez y Carvajal; igualmente, sobre el éxito profesional que venía alcanzando su hermano Max:

«Camila está pasando ahora sus exámenes, habiendo sido aprobada ya en varias materias. Max ha obtenido recientemente su primer triunfo de abogado, obteniendo la absolución, en la Audiencia de Matanzas, de un comerciante de Colón, procesado con motivo de un tiroteo que hubo en una fiesta política en aquella población. Falta que a esto se agreguen éxitos pecuniarios».

Hay en esa forma emotiva de expresarse el hermano mayor un orgullo, una inocultable satisfacción ante las realizaciones personales de sus hermanos, lo cual pone de manifiesto su calidad humana, su espiritualidad, su identificación con la familia. Camila ya era una jovencita de 19 años de edad; Max, con 27, hacía tiempo ya era un intelectual formado y a los 26 había egresado de la escuela de Derecho de la Universidad de La Habana.

Otro detalle relevante a destacar es el referido al pensamiento político de Francisco Noel, quien siempre se mantuvo atento a los acontecimientos inherentes a su patria, nunca al margen, en lo concerniente a la vida política de la nación dominicana:

Camila Henríquez Ureña

«New York

Sept. 18, 1916

»Dr. [Francisco] Henríquez y Carvajal

Santo Domingo, R. D.

Mi querido papá:

[…]

Respecto de la situación política de Santo Domingo estoy de acuerdo con no ceder ante las exigencias de los americanos. Si no se logra que ellos cedan, es preferible abandonar la Presidencia y regresar a Cuba.

Debido al grado de desorganización política a que se ha llegado en Santo Domingo, hay dominicanos que se alegrarían de que no te quede otro recurso que el de pactar con los americanos en las condiciones que ellos piden, y debe privárseles de esa satisfacción, renunciando antes que ceder.

[…]

De todos modos, y aun cuando el país te apoya, veo que los dominicanos siguen perdiendo el tiempo en dar alaridos

que no atraviesan la frontera, es decir, que carecen de eficacia porque no llegan a los oídos del mundo.

[…]

Es muy difícil que nadie nos ayude en los momentos actuales por la vida de desorden político de nuestro país […] y por la vida de aislamiento moral en que viven todos en el país con relación al resto del mundo.

Max Henríquez Ureña, joven

Sin embargo, si se quiere, se puede hacer un supremo esfuerzo para mover la opinión del mundo a favor de Santo Domingo…

[…]

Recuerdos a todos y recibe un abrazo de tu hijo.

Fran»17

Es evidente que Francisco Noel asumió una postura valiente, responsable y enérgica ante la invasión norteamericana en República Dominicana en 1916. La violación de la soberanía nacional lo indigna, lo enardece y hace brotar en él el sentimiento patriótico heredado de sus ejemplares padres, actitud que lo engrandece y lo hace digno de ser miembro de la honorable familia Henríquez Ureña. Incluso propone una estrategia de lucha política, denunciando en foros internacionales la presencia militar de los americanos en suelo dominicano. Su padre es el presidente de la nación dominicana en ese crítico momento en que la soberanía había sido conculcada. En otra parte de la carta antes citada Francisco Noel le describe a Francisco Henríquez y Carvajal su plan de combate en el plano político:

«Sin embargo, si se quiere, se puede hacer un supremo esfuerzo para mover la opinión del mundo en favor de Santo Domingo y, como el Gobierno no podrá hacer directamente nada en ese sentido, convendría que la Junta de Defensa se hiciera cargo del asunto. Incumbe a los abogados dominicanos dar el primer paso redactando un informe concienzudo sin demasiados ditirambos, analizando las relaciones internacionales existentes entre Santo Domingo y los Estados Unidos, protestando por las demandas ó exigencias actuales y haciendo ver que son injustas, declarando que el arreglo o convención con los Estados Unidos solo tiene por objeto asegurar el pago de la deuda extranjera y que el pueblo dominicano tiene la intención de seguir figurando como nación independiente entre sus hermanos de América, etc. Este informe protesta podría ir firmado por todos los abogados dominicanos, haciéndose constar en el documento, por ser ello muy importante, que son abogados todos los que lo firman. Este documento debería ser enviado a todos los colegios o asociaciones de abogados de América, de Europa y del Japón. Para la mayor parte de Europa, para los Estados Unidos, y para el Japón haría falta una traducción inglesa.

07 21 W 9th St, New York, NY 10011 – Sept. 18, 1916

Además, de ser enviado a las asociaciones de abogados, debería ser enviado dicho documento, con una carta o circular del Comité o Junta de Defensa Nacional, a los Directores de todos los periódicos importantes del mundo, rogando su reproducción. Los profesores del Instituto Profesional, podrían a su vez redactar una circular haciendo suyo el documento y enviar una y otra cosa a los Presidentes y Cuerpo de Profesores de las Universidades de los países mencionados arriba. Y la prensa dominicana podrá cooperar insertando en sus columnas el documento y solicitando de sus colegas en el extranjero la reproducción, por tratarse de un asunto de interés nacional. A las Cámaras de Diputados, no incluyendo la de los Estados Unidos, y a los Jefes de Estado de la América Latina, así como a los Ministros residentes de todos los países del mundo acreditados en Washington, debería también enviarse copia del documento si es posible con una carta cordial y expresiva a todos los Ministros Latinoamericanos».

En una de sus cartas escritas a su hermano Pedro —en la fechada en la ciudad de New York el 30 de septiembre de 1916— Francisco Noel declara: «Mi tesis final sería que los Estados Unidos no deberían intervenir en los asuntos de los países latino-americanos…» ¿Está presente o no el ideal hostosiano, el pensamiento martiano, en esa actitud anti-imperialista del primogénito de Salomé Ureña de Henríquez? Pensamos que sí.

Ocupacion militar de 1916 (Fototeca AGN)

NOTAS:

13.aCarta fechada en la ciudad de Santo Domingo el 1 de diciembre de 1895, dos días antes de cumplir Francisco Noel sus 13 años de edad. Se encontraba en Puerto Plata, en la casa de la familia Dubeau.

14Carta fechada en la ciudad de Santo Domingo el 10 de enero de 1896. Fran se encontraba con su padre en Haití desde el mes de octubre del año anterior (ver: «Epistolario de Francisco Noel», p. 56). En Cabo Haitiano Francisco Henríquez y Carvajal ejercía su profesión médica: allí «Estrechó amistad con un médico cubano, el Doctor Ulpiano Dellundé, que era delegado de la revolución para la independencia de Cuba; y con algunos escritores prominentes, entre ellos el escritor y político Antenor Firmin». [Max Henríquez Ureña, Mi padre. Perfil biográfico de Francisco Henríquez y Carvajal. Santo Domingo, Rep. Dom.: Comisión Permanente de la Feria Nacional del Libro, 1988. P. 38].

15En nuestro libro  Francisco Noel Henríquez Ureña, el primogénito de Salomé Ureña de Henríquez. Santo Domingo, Rep. Dom.: Centro Dominicano de Investigaciones Bibliográficas, Inc. (CEDIBIL), 2017. Pp. 67-69.

16Idem, p. 93.

17Idem, p. 63.

Próxima entrega: «Francisco Noel estuvo con su padre en París, Francia» (5)

 

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