En su visión sociopolítica en torno a un correcto encauzamiento del desarrollo nacional y de la paz sustentable, para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) corresponde a los diferentes sectores políticos y sociales, tomar como aprendizaje, que para vencer la falta de visión y la negativa a los cambios, debemos hacer desaparecer los egoísmos excesivos causados por los sectarismos irracionales y los intereses personales desmedidos, por ser éstas las malas semillas que han estancado a nuestra nación.
Accionar el cual enmarca, como factor engendrador de conductas que permitan detener con eficacia los alarmantes grados de degeneración moral y de crisis de valores que actualmente afectan los diferentes estamentos del Estado y de la sociedad dominicana, para así establecer una unificación colectiva de criterios e iniciativas que garanticen regir todas nuestras instituciones, especialmente, las políticas, por los valores fundamentales que sustentaron la creación de nuestra patria, como principales fuentes de esperanza del presente y el futuro.
Ruta sugerida por el CRD
Tomando de columnas las estrategias antes señaladas, el CRD estima indispensable, imponer como ruta prioritaria una nueva forma de pensar, para hacer posible en el ámbito de los estamentos del Estado y los partidos, que quienes formen parte de los mismos se les dote de una estricta capacidad y una rígida fortaleza moral, también de una vida familiar y personal sin fragilidad, a fin de que su accionar tenga por norte la vocación de bien y real amor por la patria.
Sostiene al efecto, que estamos llamado a tomar el rumbo propuesto, para dejar como parte de un pasado negativo, las perjudiciales consecuencias que nos han arrojado los malos frutos que hemos obtenido, por el hecho de núcleos relevantes de nuestra clase gobernante como de la dirigencia política y social, haber quedado atrapados por los antivalores causantes de los grandes males que padecemos.
Es pues de sus criterios estratégicos, que debemos entrar en sintonía con estos postulados y la problemática tratada, para así hacer surgir los niveles de concientización que requiere nuestro país, para facilitar los instrumentos y vías que nos permitan darle un verdadero significado, a lo que implica el lema que germinó y sustentó el surgimiento de nuestro Estado: "Dios, Patria y Libertad".
Llama a tales propósitos, propulsar una profunda y cierta renovación de nuestros liderazgos y de nuestras entidades políticas y sociales, por medio de la transición generacional, además, del cambio de mentalidad y visión social que urgimos, teniendo por norma innegociable una integridad moral indoblegable y un nacionalismo vertical, junto a los valores en que necesariamente debemos sustentar la supervivencia y el crecimiento de nuestra sociedad.
Tras la concretización de estas indelegables tareas, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), sugiere procurar un presente y futuro luminoso a favor de las presentes y las próximas generaciones, dándole razón de ser a nuestra existencia como seres humanos, asumiendo en su mayor plenitud las responsabilidades sociales que a cada uno nos corresponde, para que por medio de la solidificación de la práctica de la vocación del bien y del amor por el prójimo, procuremos con certeza un ambiente de sanidad y auténtica moralidad social, a fin de establecer con sustentabilidad la paz y el desarrollo que reclama República Dominicana.