La creación de puestos de trabajo ha demostrado ser el mejor medio de lucha contra la pobreza.
Los empleos, junto a la educación y la formación profesional, crean y fortalecen destrezas y competencias en la población que contribuyen a su autosostenibilidad y no dependencia.
Además, dignifican a las personas, favorecen a la inclusión social y ayudan a reducir o eliminar las transferencias monetarias a los hogares que los gobiernos destinan a combatir la pobreza.
Asimismo, cuando son formales aportan recursos al Erario Público y la Seguridad Social a través de impuestos y cotizaciones.
Pero en un mundo altamente competitivo y de fronteras abiertas, cada vez es más difícil implementar políticas efectivas y de gran impacto en la creación de nuevos puestos de trabajo.
Esa situación se agrava con el desarrollo tecnológico creciente, sobre todo en sus variantes de automatización y robotización, las cuales introducen continuamente nuevos equipos y maquinarias que sustituyen puestos de trabajos o no generan las cantidades acostumbradas. Es lo que se llama “desempleo tecnológico”.
Cada vez más la producción de bienes y servicios requiere de mayores inversiones en equipos y maquinarias, de un uso más intensivo del capital, lo que se traduce en un aumento creciente de la relación capital/mano de obra en prácticamente todos los sectores industriales y empresariales.
Es cierto que esas tecnologías generan también nuevos puestos de trabajos, algunos de tipo inexistente previamente, pero estudios recientes reflejan que el balance apunta más a la destrucción que a la creación, con el agravante de que una parte de los mismos son menos formales y más precarios que los que se creaban anteriormente.
Esta situación genera una gran presión a gobiernos y sociedades, por lo que conviene explorar la mayor cantidad de opciones posibles de oficios y empleos, independientemente de que algunas no tengan un gran aporte cuantitativo por separado, lo que sí podrían hacer en conjunto.
En el caso de la República Dominicana, donde todavía existe un perfil poblacional de tipo piramidal, cada año se incorporan a la Población Económicamente Activa más de 100 mil jóvenes, muchos de los cuales no encuentran opciones en el mercado laboral.
Para fines de creación de oficios y empleos, es importante tener en cuenta la existencia de una gran población mundial con una alta diversidad de gustos e intereses, lo que permite que cualquier persona que realice una actividad física, artística o intelectual con un nivel de clase nacional, regional o mundial, tenga algún tipo de demanda y pueda vivir de ella.
En consonancia con lo anterior, presentamos a continuación algunas propuestas en las áreas deportiva, artística y tecnológica, dirigidas principalmente a desarrollar talentos y opciones de vida en niños, niñas y jóvenes del país.
Área deportiva
a) Dar un fuerte apoyo a la promoción del futbol como segundo deporte nacional, similar a como sucede en México y Venezuela donde el fútbol y el béisbol ocupan los lugares cimeros en las preferencias de la población.
En el país se ha incrementado la práctica de este deporte pero de forma muy incipiente y precaria, además de ser muy escasas las canchas adecuadas.
El futbol (Soccer) es el verdadero deporte global y el país se encuentra fuera de sus principales circuitos de competencia y mucho más de la posibilidad de poder participar en un “Mundial”.
Se deberían dar todas las facilidades posibles para que equipos de la Liga Española o cualquier otra, incrementen sus inversiones y apuestas en el país, así como analizar la posibilidad de establecer acuerdos con Brasil y Argentina para el fomento local del deporte.
Además, hay que tener en cuenta el auge que viene tomando el fútbol en los Estados Unidos, donde se ha convertido en el deporte más practicado por niños y niñas del país, por lo que es previsible que en unos años mejoren sus ligas nacionales e incrementen la demanda de jugadores de otros países, similar a como ahora ocurre con el béisbol y el baloncesto.
b) Identificar los nichos deportivos más costo efectivos para obtener medallas en juegos olímpicos y regionales.
Actualmente los mayores esfuerzos nacionales se dirigen al desarrollo de las disciplinas más populares, que es donde la obtención de preseas es más difícil y competida. Países como Cuba, en sus momentos de mayor gloria deportivas, acumularon muchas medallas en juegos olímpicos, panamericanos y centro americanos no sólo en algunas de las disciplinas principales, sino también en las menos conocidas y populares.
En deportes “de mayorías” distintos al béisbol, el sitial más alto que ha tenido el país es en voleibol, pero obtener una medalla en juegos olímpicos o mundiales no será fácil por el alto nivel competitivo existente. Las medallas olímpicas que hemos obtenido han sido en disciplinas individuales.
Sería conveniente que el país identifique disciplinas menos competidas y que se dedique a fomentar su desarrollo, lo que traerá mayores oportunidades de obtención de medallas y aumentará la diversidad y cultura deportiva nacional. Para esas disciplinas puede haber actualmente muchos buenos técnicos cubanos que estén disponibles.
c) Firmar un convenio con Jamaica para apoyar el desarrollo del atletismo en el país, aprovechando las buenas relaciones existentes entre los gobiernos. Jamaica es una potencia mundial en atletismo y ha acumulado una gran experiencia en esa disciplina, parte de la cual podría ser transferida a nosotros. Un segmento de nuestra población comparte características fisonómicas similares a las jamaiquinas, por lo que sólo se espera que se creen oportunidades para que puedan desarrollarse.
d) Fortalecer las prácticas de deportes incipientes que tienen ligas en funcionamiento y cuyos integrantes están interesados en ampliar su difusión. Algunos de estos deportes son: el Rugby, el Fútbol Americano, el Ultimate Frisbee y cualquier otro que no identifiquemos en el momento. A mayor diversidad de opciones, mayores posibilidades de gustos e integración. Además del aporte cultural que significan.
e) Identificar áreas físicas en los centros urbanos del país para construir canchas múltiples que permitan aumentar la práctica del fútbol y de otros deportes de terreno no tradicionales, como los señalados en el punto anterior. Estas canchas pueden estar rodeadas por una pista, ojalá en chevron, que permite la práctica simultánea de algunas disciplinas de atletismo y el caminar saludable de personas de la comunidad.
Es importante que estas canchas sean de calidad y de un costo aceptable, con iluminación económica, con grama adecuada para el fútbol y con buen material para pista de atletismo, para que de esta forma haya mayor placer, disfrute y calidad en la actividad.
En los casos donde sea posible, estas canchas deben integrarse a los programas deportivos de la tanda extendida.
Explorar si en la zona de Villa Mella, cerca de donde termina el metro hay espacio físico para construir algunas canchas que puedan ser de uso de las poblaciones alrededor de esta línea del metro, con opciones de tickets económicos para jóvenes. Igualmente, analizar opciones similares con traslado en autobuses en otros lugares del país donde aplique.
f) Fomentar la creación de patronatos para gestionar canchas públicas y especializar un personal del Ministerio de Deportes para la supervisión de la calidad de esas gestiones.
Se puede iniciar con la cancha que está al lado del Estadio Olímpico Félix Sánchez donde practican varias ligas deportivas que siempre han estado interesadas en administrar el lugar luego que el Gobierno realice inversiones para mejorar el terreno que está en muy malas condiciones, la iluminación, los baños, parqueos y área circundantes. Esto sería una alianza interesante y ejemplar entre el Gobierno y la Sociedad Civil.
g) Identificar terrenos en centros urbanos y rurales donde puedan instalarse pequeñas canchas de baloncesto, voleibol, vitilla, etc. Así como locales de asociaciones comunitarias, iglesias, parroquias y clubes donde puedan colocarse mesas de ping pong, juegos de ajedrez, etc. Utilizando infraestructuras existentes, mejorándolas donde corresponda y capacitando y responsabilizando a los encargados. Luego realizar supervisiones periódicas.
h) Desarrollar un pequeño programa de colocar mallas metálicas a un gran número de canchas públicas y populares de baloncesto, similar a como ocurre en ciudades de Estados Unidos. Todo el que ha jugado baloncesto conoce la diferencia entre jugar con malla o no. Como las de nylon se deterioran o roban, las metálicas son una buena opción duradera.
i) Invertir para acondicionar adecuadamente el Parque del Este y La Barquita (no sé si aplica), así como otras instalaciones construidas para juegos nacionales. Vincularlas donde se pueda con los programas deportivos de tanda extendida y ver la posibilidad de colocar autobuses especializados con horarios y rutas definidas, para el traslado exclusivo de jóvenes deportistas y entrenadores hacia esos lugares.
j) Mejorar canchas existentes, muchas de ellas de baloncesto, preparándolas para que puedan usarse para voleibol y si aplica futbol de salón. Dotarlas de una estructura metálica simple para sostener techos de alucín o de planchas de fibras que permiten el paso de luz, pero atenúan bastante el sol tropical. Colocando iluminación económica y cubriendo el piso de algún material sintético que lo haga menos rugoso y agresivo que el cemento. Buscar responsables locales que se encarguen de organizar su uso.
Se podría iniciar con algunas del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte donde miles de jóvenes juegan semanalmente en canchas con condiciones que no merecen. Igualmente, se podrían mejorar las de tenis del lugar, para que sean similares a las canchas duras de clubes privados, aumentando el disfrute, estimulando la práctica y produciendo mejores deportistas para el país. Debemos romper con la perniciosa mentalidad de que lo público es gratis pero necesariamente malo.
Hace unos años sólo podían vivir del deporte un grupo de profesionales de las disciplinas más masivas y populares. Actualmente esa situación ha cambiado significativamente, permitiendo que existan profesionales con dedicación exclusiva en muchos deportes, ya que reciben recursos por competir internacionalmente y representar empresas y casas comerciales. Ni hablar de la satisfacción por el reconocimiento social que obtienen.
Además, alrededor de esos atletas y sus disciplinas se ha desarrollado una especie de industria deportiva con entrenadores, personal de salud y hasta manejadores de imágenes, que viven total o parcialmente de la misma.
Igualmente, los deportistas de fama internacional obtienen altos ingresos, parte de los cuales transfieren como divisas a sus respectivos países, los convierten en inversiones productivas propias o de sus familiares o los donan a fundaciones que ayudan a personas vulnerables.
Hay que destacar también el efecto positivo preventivo y curativo de los deportes en la salud física y mental de quienes los practican, creando vidas más saludables y satisfactorias, y generando economías para sus sistemas de salud correspondientes.
Área artística
a) Asegurar que en el menor plazo posible todas las escuelas públicas garanticen a todos sus alumnos, una educación artística obligatoria y de cierto nivel de calidad (música, danza, teatro, pintura, artesanía, video, etc.), como parte de la tanda extendida.
Pero no concentrarse exclusivamente en las artes clásicas y el realismo, dando oportunidad similar a las corrientes modernas, alternativas y abstractas que abren puertas y ventanas a la creatividad y posibilidad de no seguir reproduciendo el “anacronismo”, “la mediocridad” y “el más de lo mismo” que se percibe en la televisión y muchas actividades artísticas y culturales del país.
b) Evaluar la posibilidad de utilizar los recintos de las escuelas públicas durante los fines de semanas para actividades artísticas y culturales de sus alumnos, relacionadas o no con el currículo académico.
c) Desarrollar en la Zona Colonial un centro artístico y cultural de referencia regional, donde se de facilidades para el establecimiento de academias y donde puedan venir estudiantes de cualquier parte del mundo a formarse en una diversidad de disciplinas artísticas. Esto daría un gran impulso artístico y cultural al país, abriendo muchas posibilidades en diversos campos.
d) Desarrollar capacitaciones populares en guiones de cortometraje, películas y documentales. Fomentar, por ejemplo, concursos de “cortos” filmados con teléfonos celulares.
e) Por iniciativa oficial organizar e institucionalizar concursos nacionales locales y regionales, en fechas fijas del año, sobre videos, danzas, música, teatro, artes plásticas, etc.
f) Desarrollar agendas culturales permanentes en al menos las ciudades de Santo Domingo y Santiago, dirigida a turistas, visitantes y la misma población local, para garantizar un flujo de público que permita a las empresas culturales de esa ciudad sobrevivir y reproducirse (Teatro Nacional, Sala Ravelo, Bellas Artes, Lucía, Bonyé, Casa de Teatro, Guloya, Las Máscaras, La Cuarta, Víctor A. Estrella, Santo Domingo Jazz Festival, Jazz en la Azotea, Mercado Modelo, Club 60, etc.).
Que en los hoteles de la ciudad y de lugares cercanos se disponga de brochures e informaciones actualizadas sobre los eventos artísticos del momento, con autobuses que recorren varios hoteles recogiendo interesados, tal como se hace en muchas ciudades del mundo.
g) Crear mediante iniciativa privada, por lo menos en Santo Domingo, uno o más lugares con diseños típicos nacionales donde se hagan funciones estilizadas de calidad, con buenos músicos, cantantes y bailarines, sobre temas, como puede ser: “La historia del Merengue”.
Esos lugares se convierten en empresas culturales que captan divisas y emplean directamente decenas de personas, entre las que se encuentran artistas que van haciéndose profesionales remunerados en sus respectivas áreas. También pueden haber otros lugares similares con temas de bachata, son o ritmos urbanos.
Este lugares se encuentran en muchas ciudades del mundo. Por ejemplo, en Buenos Aires se encuentran “Señor Tango”, “Tango Porteño” y “El Viejo Almacén”, entre muchos otros. Son espacios donde se presenta un show artístico (bailes, a veces con algo de teatro) sobre el tema en cuestión, mientras los asistentes ingieren comida y bebida típica, principalmente.
Funcionan con alta organización y profesionalidad y responden sobre todo a turistas y personas que asisten a esas ciudades por eventos internacionales (congresos, talleres, simposios, etc.) y que buscan conocer algo de la cultura vernácula, aunque sea maquillado y estilizado para espectáculo. Igualmente esto puede hacerse en cualquier otra localidad del país con buena presencia turística.
h) Que se fortalezcan las iniciativas del Ministerio de Cultura para vincular grupos artísticos y artesanales nacionales con la industria turística que se viene expandiendo continuamente en los últimos años, apoyando de esta forma a esos grupos y aumentando el valor añadido nacional del turismo.
Recientemente un reportaje sobre Islandia en el periódico BBC Digital señalaba el cambio dramático que ha experimentado su juventud, al dejar de ser una con las mayores tasas de consumo de sustancias adictivas (alcohol, tabaco y otras drogas) en toda Europa, pasando a ser un país con indicadores que “dibujan un paisaje casi ideal” en ese tema.
Estudios posteriores sobre ese fenómeno “mostraron que la mayor participación en actividades extraescolares y el aumento del tiempo pasado con los padres disminuían el riesgo de consumir alcohol y otras sustancias”. Por lo que el país “incrementó los fondos destinados a la oferta de actividades para adolescentes, como deportes, música, teatro y danza”.
Área tecnológica
a) Promover de la forma más amplia posible en la población joven del país, el desarrollo de capacidades y destrezas en programación, ensamblaje de hardwares y elaboración de App, softwares y videojuegos, entre otras opciones, empezando con capacitaciones básicas.
b) Realizar concursos periódicos sobre creación de App, softwares y vídeo juegos, etc. Iniciando por niveles elementales para luego ir escalando en complejidad.
Los premios que se otorguen en competencia en cualquiera de las tres áreas abordadas, no deberían ser metálicos, sino becas, capacitaciones, viajes internacionales a certámenes similares, equipos o indumentarias necesarios para mejorar la práctica en cuestión, así como el reconocimiento social correspondiente.
c) Promover y dar facilidades en ciudades y pueblos del país para desarrollar zonas que aglutinen comercios de venta de piezas y equipos tecnológicos, pequeñas empresas de programación y espacios donde se pueda impartir formación y capacitación en temas de nuevas tecnologías. Similar a lo que ocurre en la 30 de Marzo para partes y componentes electrónicos, pero mucho más amplio, denso e interrelacionado, y con mayor potencial sinérgico. Fomentar zonas de inteligencia colectiva en los temas señalados previamente, los que serían especie de pequeños “Silicon Valley”, guardando abismal distancia.
d) Facilitar capacitaciones a jóvenes en mantenimiento preventivo y correctivo de equipos biomédicos. Millones de dólares en equipos de salud salen de operación cada año por falta de adecuado mantenimiento y reparación.
e) Finalmente, sería interesante conocer propuestas y puntos de vista en estos temas por parte del ingeniero Hiddekel Morrison y otros especialistas del país.
Así como escogimos esas tres áreas para las propuestas anteriores (deportiva, artística y tecnológica), hay muchas otras convenientes que pueden fomentarse, como son: tecnología aplicada, matemáticas y diseño gráfico, por mencionar algunas. Todo esto como complemento de las áreas técnicas y profesionales convencionales que requieren fortalecerse y desarrollarse.
Sería muy importante que el Sector Privado se motive a participar a través de la llamada Responsabilidad Social Corporativa, pudiendo apadrinar iniciativas como las mencionadas o similares, ya sea como empresas individuales, grupos de empresas o asociaciones empresariales. Igualmente pueden hacerlo personalidades nacionales destacadas con sensibilidad social y recursos para esos fines (deportistas, artistas, profesionales, comerciante, etc.).
Tenemos una población joven con un gran potencial artístico y deportivo, así como con una propensión a la creatividad por razones de carácter idiosincrático, la cual nunca ha recibido las oportunidades adecuadas para potencializar su talento.
Se haría una gran contribución a la nación si en unos pocos años cada joven dominicano, al arribar a los 20 años de edad, además de tener una educación formal académica, practicara o hubiese practicado algún deporte de forma más o menos sistemática, tuviese cierto dominio de una disciplina artística y poseyera, al menos, un dominio básico de las nuevas tecnologías de la información.
Como se indicó previamente, las opciones señaladas no tendrían un alto impacto cuantitativo por separado en la generación de empleos, pero podrían crear nichos de alternativas laborales y opciones de vida satisfactorias para parte de una juventud que las necesita.
Los éxitos que podrían lograrse en las tres áreas mencionadas fortalecerían la identidad nacional, así como el optimismo y la cohesión social, contribuyendo además en la construcción de una sociedad con mayor diversidad cultural y más capacidades para afrontar los retos que se aproximan.