A veces uno cree que ha escuchado las cosas más ilógicas, hasta que surge un tollo más irresponsable que los anteriores. Yo estaba demandando un salarios justos para guardias y policías,  vehículos suficientes, confortables para que no anden en la “cama” de un camión como vacas y cerdos. Un desgraciado defensor de la cúpula de la “PN” me respondió que guardias y policías están entrenados para vivir con bajos salarios y andar en la “cola” de un camión.

La que botó la bola de jonrón fue la fiscal anticorrupción, Laura Guerrero, al decir que tenía una lista de funcionarios que en la transición de gobierno han incurrido en irregularidades y que no ofrecía sus nombres “para no entorpecer la investigación”, una expresión pasada de moda. Esos nombres nunca se ofrecen, al menos que sea un pobre el acusado. Laura siguió con sus palabras sofisticadas y explicó que hay funcionarios que sufren “ansiedad” por la transición.  Yo le digo a Laura que eso es “ansiedad”, pero por cogerse lo ajeno, el dinero del pueblo.

Estamos a la espera de que la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, someta el expediente por corrupción contra el exdirector de la Oficina de  Ingenieros  Supervisora de Obras del Estado, Miguel Pimentel Kareh, como anunció con mucha fanfarria en las redes sociales.  Surgen las preguntas: ¿Por qué no ha sometido el expediente y quién se lo impide, si es que se lo impiden? ¿Es ético que una fiscal de su investidura amenace a alguien con que le va a mover un expediente por corrupción?   ¿Por qué el juego de amagar y no dar? ¿Qué busca Berenice, qué se esconde detrás de esto?  ¿Por qué trae por los cabellos el tema si a Pimentel se le vincula como una persona presuntamente ligada al presidente Danilo Medina? Laura Guerrero le dio un boche a Berenice por el mal manejo del tema y le recordó que ella conoce los procedimientos judiciales.

El que coronó las habladurías por los medios de comunicación fue el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito: Admitió que tenía una lista de legisladores electos que presuntamente están ligados al narco,  al lavado y que iban a ser sometidos a la Justicia. Como todo lo de este “procurador mediático”, se quedó en declaraciones a la prensa: No ofreció los nombres ni emprendió ninguna acción.  Es un escándalo grave decir que un congresista está ligado al narco.

Yeni fue buena fiscal en Santiago; ese cargo en la capital le ha quedado grande. Domínguez Brito fue buen fiscal del Distrito Nacional, la Procuraduría  le ha quedado grande. Ambos hablan más de lo que trabajan: Denuncian problemas que ellos mismos deben resolver. Si el gobierno peledeísta quiere encarar el problema de la seguridad ciudadana debe poner un nuevo procurador y una nueva fiscal en la capital: La delincuencia nos arropa y no se resuelve hablando.