Actualmente, la Republica Dominicana se encuentra en un momento histórico sin precedentes en el que el sistema de partidos políticos está al borde del colapso:
– El PRD, que como partido, ha obtenido la mayor cantidad de votos en los últimos procesos electorales, ya está dividido y la facción que se alzó con la personería jurídica del partido, apenas marca en las encuestas;
– El PRSC ha sufrido varias divisiones, adhesiones, alianzas y algunos de sus dirigentes se han sometido ante el clientelismo; es el partido que más tiempo ha gobernado e igualmente, apenas está marcando en las encuestas;
– Alianza País, es un partido nuevo que viene subiendo su participación en el espectro político, por representar una esperanza y no ser uno de los partidos tradicionales, pero aún su participación es muy baja;
– El PRM, facción saliente del PRD que está muy bien valorada, pero que trae consigo el gen de la división, luce con posibilidades electorales; se compone de dos facciones que se aliaron para salir del PRD y formar tienda aparte, pero al día de hoy esa unidad es de pronóstico reservado;
– El PLD último estandarte del sistema de partidos políticos, actualmente ostenta el poder, ocupando la presidencia de la república y la mayoría de las curules de las cámaras legislativas; pero que también ha sido permeado por el fantasma de la división interna.
En esta crisis de los partidos políticos y en especial la del PLD, que es el partido en el poder y que por el colapso de los otros, luce que permanecerán en él; por lo que sus miembros sienten que las elecciones internas son las elecciones nacionales, provocando que una tendencia vea a la otra como su verdadero y único adversario. Lo que hace que esta lucha interna una, mucho más encarnizada.
Hoy en día, vemos por un lado, a la tendencia del Presidente Medina manejando el Estado Dominicano con una procuraduría independiente, si así la podemos llamar, que está sometiendo a la acción de la justicia al Ing. Felix Bautista, Secretario de Organización de su propio partido, pero que pertenece a la tendencia del expresidente Fernández. Mientras que esta tendencia del expresidente Fernández, está utilizado sofismas de distracción para dirigir la atención del pueblo lejos de sus acciones cuestionables, atacando al denunciante, enfocándose en sus motivaciones políticas, tratando que las denuncias pierdan veracidad por sus aparentes motivaciones.
Vemos también a una la clase empresarial, apoyando las acciones de la Procuraduría, sin importar cuáles son sus motivaciones. Pero una vez más la tendencia afectada con estas acciones utiliza la misma defensa, el contra ataque, esta vez contra los empresarios: no tienen calidad, los banqueros se robaron tal o cual, los generadores también han y están haciendo de las suyas; sofismas de distracción, que reiteramos son para que el pueblo no dirija la atención a sus acciones cuestionables.
Sin embargo, desde nuestro punto de vista, es a la clase política que le toca el ordenamiento civil e institucional, es la clase política la que está llamada a impedir que los propios políticos y los empresarios se apropien da la cosa pública y de los recursos del estado; pero por el contrario, lo que ha venido aconteciendo es un libertinaje y una complicidad en la que los políticos permiten que los empresarios hagan lo que sea y además les otorgan exenciones, préstamos blandos, subsidios, onerosos contratos de concesiones, etc., ¿y al pueblo qué? … tarjetas de solidaridad, bono gas, nominillas, comedores económicos, en fin… dadivas.
Todo esto con la única intención de que siga la fiesta, que los empresarios se ganen parte del pastel a cambio de su silencio, manteniendo al pueblo embobecido y adormecido con dadivas, mientras los políticos de turno hacen su agosto y se reparten la mayor parte del pastel.
Del lado de los empresarios: con los banqueros dominicanos se dio un ejemplo que no se dio en otros países en los que también hubo crisis bancaria, y la mayoría de estos han ido cumpliendo sus penas de cárcel –cortas o largas, penas de cárcel– y otros aún las están cumpliendo. Las cárceles están llenas de gente del pueblo, y que no se les ocurra ni pensar en coger lo que no les corresponde, pues hasta los ejecutan. Mientras los políticos seguían con el libertinaje, hasta la llegada de este nuevo gobierno y esta nueva Procuraduría, que están haciendo “lo que nunca se ha hecho”, comenzado con someter a sus propios compañeros de partido, ligados a acciones cuestionadas por las leyes.
¿Por persecución política? ¿Por empañar el nombre de otro candidato? No sabemos ¿y saben qué? No nos importa, lo que nos importa a la sociedad civil, la clase media y a los ciudadanos de a pies, que somos los que pagamos los platos rotos, es que se pare ya la corrupción y la impunidad, por lo que aplaudimos al gobierno y al procurador, por comenzar a combatirla, además les pedimos encarecidamente que no se paren ahí, que sigan adelante, con otros políticos de su partido y de otros partidos de oposición que también pasaron por el gobierno y en especial que den ejemplo con quien ose manchar la reputación de éste, su gobierno. Que se aboquen a una exhaustiva y extensa revisión de las exenciones fiscales, subsidios y contratos onerosos, otorgados por el gobierno a la clase empresarial que los chantajea, pero con sapiencia, de forma que aquellos indispensables, que son motor de la producción, el empleo, la exportación, la seguridad alimentaria y la competitividad, permanezcan en beneficio de todos los dominicanos, en especial de la clase trabajadora; ósea un pacto fiscal que promueva el desarrollo.
¿Quién es primero el huevo o la gallina? Tampoco sabemos y tampoco nos importa, pero que vengan los huevos que sacan sin que los haya puesto una gallina y bienvenidas las gallinas que ponen sin haber salido de un huevo. No nos importan a quienes juzguen primero, ni porque los juzgan primero, pero sí, que los comiencen a juzgar a todos. Sólo con acciones de este tipo podremos comenzar a ponerle fin al libertinaje político, a la corrupción, y a la maldita impunidad, que sólo promueve más corrupción.