La entrada de Fidel a la Habana el 1 de Enero de 1959 marca el inicio de una nueva era no sólo en Cuba, sino, en el Caribe y toda Latinoamérica. El hecho más trascendente de la Revolución que se inicia, evidentemente que es, desde el punto de vista histórico, este día; ahora, el más significativo y determinante para todo el proceso revolucionario lo será el 19 de abril de 1961, conocido como la Batalla de Bahía de Cochino y playa Girón, donde las fuerzas del imperio más poderoso del mundo, pertrechada del armamento más moderno de la época, sufre la primera derrota en el intento de reconstruir su frontera imperial en el Caribe.
La mejor visión sobre la tesis que acabo de plantear la recoge Juan Bosch, quien es sin lugar a dudas, el más alto y multifacético pensador Latinoamericano del siglo XX, en cuyo ensayo de Cristóbal Colón a Fidel Castro, el Caribe Frontera Imperial, desarrolla un razonamiento analítico nuclear sobre la región, que plantea como eje de significación trascendente de la Revolución Cubana, “una nueva era después de Castro, que cito a continuación:
“…que el Caribe es una unidad histórica desde que llegó a sus aguas Cristóbal Colón hasta que Fidel Castro dijo, el día 19 de abril de 1961, en su cuarto comunicado de guerra: “Fuerzas del ejército rebelde y de las milicias nacionales revolucionarias tomaron por asalto las últimas posiciones que las fuerzas… invasoras que habían ocupado en el territorio nacional. Playa Girón, que fue el último punto de los mercenarios, cayó a las 5:30 de la tarde
“Ese día caían en manos de las fuerzas cubanas los últimos grupos de expedicionarios. La batalla de Cuba había terminado, y con su final comenzaba en el Caribe una nueva época histórica. La vieja frontera imperial, que había quedado rota para los imperios europeos en el siglo XIX y había sido reconstruida por los Estados Unidos en el siglo XX, quedaba deshecha definitivamente en Cuba el 19 de abril de 1961”.
El 56 aniversario de la Revolución Cubana, que hoy se celebra, no era posible sin el 54 aniversario que se celebrará el 19 de abril próximo, del triunfo de las fuerzas revolucionarias en Bahía de Cochino y Playa Girón; que es lo que hace nacer verdaderamente y coronar un nuevo tiempo y una nueva era en el Caribe, Latinoamérica y el Mundo. Con la Revolución y sobre todo con la destrucción de la frontera imperial en el Caribe se inicia una lucha dura y desenfrenada contra Fidel, definida así por Juan Bosch, que ha tenido la nación más poderosa en estos 56 años, contra una pequeña nación, usando como aliado predilecto el método de la mentira para su plan de guerras.
Tres protagonistas de este de este último acontecimiento histórico despuntan en la escena: Raúl, Obama y el Papa Francisco; pero, el eje fundamental de este proceso, es quien convirtió una quimera, una utopía revolucionaria en una sociedad y un pueblo educado, organizado, con honor, dignidad y libertad real
El mejor ejemplo modélico de esta cultura de mentiras sostenida y, su fracaso, es el error estratégico militar cometido por las fuerzas invasoras al no tomar en cuenta la diferencia de una hora entre Puerto Cabezas, Nicaragua y la Habana, cuyas coordenadas entre los aviones B-26 que partieron desde allí hacia Cuba y los jets a chorro del portaviones Essex no concedieran. Cuando los a chorro sobrevolaban el territorio Cubano entre seis y siete de la mañana del 19 de abril, los bombarderos B-26 estaban en camino. Cuando los primeros se retiraban a la pista del portaviones, los segundos iniciaban su penetración al territorio cubano y fueron destrozados por la pequeña fuerza Aérea Revolucionaria; y fue así, primero, por la determinación de Fidel de defender la Revolución y, segundo, por no contar con el respaldo cómplices de la fuerza área norteamericana y sus aviones a chorro en esa operación.
Otras mentiras dadas a conocer a través de radio Swan, emisora de la CIA establecida en una islita próxima a la Habana para anunciar y desinformar, podemos indicar de ellas, como relevantes para la causa de la invasión a Bahía de Cochino y Girón : la renuncia e intención de asilo de Fidel, la muerte de uno de sus asistentes, la deserción de su alto mando, la liberación de más de 10 mil presos políticos y el triunfo de las fuerzas invasoras en la Habana, esta última, la mayor de las mentiras inventadas contra la revolución cubana.
El pensamiento de la dignidad Martiana y la trinchera moral de los leales e invencibles seguidores hijos de Martí, forjado uno y construida la otra, por el Gobierno revolucionario, estuvieron cimentada siempre en la verdad, esta fue y ha sido la clave del éxito del triunfo en Sierra Maestra, Bahía de Cochino y playa Girón y, de estos 56 años de Revolución justa y humana.
La Moral del Pensamiento vivo de la Revolución Cubana, lo es Fidel, razón y mérito posible, atribuido al líder de la revolución, por combatir en primera fila y en medio del campo de batalla; con la clara visión de que hay armas más poderosas que las armas de fuegos, “las armas morales y las ideas. La grandeza de Fidel como ideólogo, estratega, organizador y timón de mando de la Revolución, radica en soñar una patria libre, luchar sin tregua para conseguirlo y preservarla, y estar vivo y presente en la última Batalla de las Ideas en la que la derrota es admitida al hacer público un presidente de Norte América sensato, Barack Obama, que el embargo, el bloqueo y el aislamiento de Cuba es un fracaso y que no tiene sentido mantenerlo como Castigo.
Tres protagonistas de este de este último acontecimiento histórico despuntan en la escena: Raúl, Obama y el Papa Francisco; pero, el eje fundamental de este proceso, es quien convirtió una quimera, una utopía revolucionaria en una sociedad y un pueblo educado, organizado, con honor, dignidad y libertad real expresada en justicia social y soberanía, lo es el caballo como lo llaman en Cuba, Fidel Castro Ruz. Quien prometió el 19 de abril de 1961, después del triunfo de Bahía de Cochino y Playa Girón, que arribaría a New York con su Chaleco Moral y; lo hizo el pasado 17 de Diciembre de 2014, y de que lo hizo, lo hizo con dignidad y decoro, cuando el mundo se enteró que había ganado la última Batalla de las ideas, que había triunfado la gallardía, la solidaridad y el honor de la Revolución Cubana. Definitivamente, Fidel es el más Grande Latinoamericano, más allá de nuestros tiempos y fronteras.